Has it happened to you that you often pass by a place that doesn't catch your attention, and when you enter you wonder, "Why didn't I do it before?!" That's exactly what happened to my little one and me when we decided to escape for a while to the city center for a snack, but more than anything, to get out of the confinement of home, taking advantage that it's not so cold anymore.
We took the bus and headed to Lomas de Zamora, where we know some places, but this time we wanted to experiment, so we saw a sign that said "merienda libre" (free snack) and decided to give it a try.
It's a dark place, with the look of a bar or a family tavern, and it really is! It's a pizzeria that offers the free snack before the nightlife action really starts.
A super friendly girl welcomed us and we asked about the free snack, she explained that it consisted of everything on the table (which could be refilled, but not taken home), plus a cold or hot drink or a fruit smoothie.
So with this explanation, we immediately let him choose what he wanted to eat, going for the sweet options, and I just chose two toast with cream cheese to accompany him, as I really wasn't in the mood to eat, but to distract my mind a bit.
One of the things I love about going out with my child is seeing his face light up with joy when discovering new things or trying something he likes, and if there's music, he has no shyness in moving to the beat, which indicates he's having a great time.
When we finished, I had him ask for the bill, and although he's shy about that, he did. The girl brought him the bill and I was about to hand him my debit card right away, but she, first of all, explained to him what to do: check the amount and if that's really what he consumed.
I loved that she noticed that I'm teaching him in those matters and contributed a bit more to his learning. By bringing the card machine, she showed him to check the amount and how to put the card.
After that, we asked if we could go upstairs to explore and she said yes, and that's when this place became the first on our list of "places to come back to." We made a commitment between us to return for lunch and do it on the terrace we discovered upstairs.
The best part was that when it came time to pay, we only paid half of what the notice said, because he was the one who ate, while I dedicated myself to appreciating the wonderfulness of this space and taking photos for the memory of this new date with my little gentleman.
No les ha ocurrido que suelen pasar por un sitio que no les llama la atención, y cuando entran se preguntan, ¡¿por qué no lo hice antes?! Justo eso nos pasó a mi pequeño y a mi cuando decidimos escaparnos por un rato al centro de la ciudad por una merienda, pero más que nada, por salir del encierro de casa, aprovechando que ya no hace tanto frío.
Tomamos el colectivo y nos fuimos hasta Lomas de Zamora, ahí conocemos algunos locales, pero esta vez quisimos experimentar, así que vimos un cartel que decía merienda libre y decidimos probar.
Es un local oscuro, con pinta de ser un bar o una taberna de corte familiar, y realmente lo es! Es una pizzería que ofrece la merienda libre antes de que empiece realmente la acción de la vida nocturna.
Una chica súper amable nos recibió y le preguntamos sobre la merienda libre, nos explicó que se trataba de todo lo que había en la mesa (y que se podía repetir, más no llevar a casa), más una bebida fría o caliente o un licuado de frutas.
Así que con esta explicación pasamos de inmediato a que él escogiera lo que deseaba comer, yéndose por las opciones dulces y yo solo elegí dos tostadas con queso crema para acompañarle, pues realmente no estaba con ganas de comer, sino de salir a distraer un poco la mente.
Una de las cosas que me encanta de salir con mi niño, es ver su cara de alegría al conocer cosas nuevas o probar algo que le gusta, y si hay música, pues no tiene ninguna timidez en moverse al compás, eso indica que lo está pasando genial.
Al finalizar, le hice pedir la cuenta, y aunque para eso si es tímido, lo hizo. La chica le trae la factura y de inmediato iba a entregarle mi tarjeta de débito, y ella antes que nada, le explicó lo que debe hacer: verificar el monto y si es eso lo que él realmente consumió.
Me encantó que se dio cuenta que lo estoy enseñando en esas lides y aportó un poco más en su aprendizaje. Al traer el postnet le enseñó que viera el monto y cómo poner la tarjeta.
Luego de eso, le preguntamos si podíamos subir al segundo piso a curiosear y nos dijo que si, y fue ahí cuando este lugar pasó a ser el primero en nuestra lista de "sitios a los que debemos volver". Quedando el compromiso entre nosotros de regresar para almorzar y hacerlo en la terraza que descubrimos al subir.
Lo mejor fue que al momento de pagar, solo cancelamos la mitad de lo que decía el aviso, pues realmente él fue quien comió, mientras yo me dedicaba a ver lo maravilloso de este espacio, y fotografiarlo para el recuerdo de esta nueva cita con mi pequeño caballero.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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