Justo en el corazón de la ciudad se encuentra esta pizzería, que a simple vista pareciera ser una de las tantas que hay en los alrededores. Sin embargo, al entrar te encuentras con una especie de garaje oscuro que luego da paso a un espacio con una decoración que no deja espacios para dudar sobre su estilo.
Una barra donde despachan comidas y bebidas, está justo al lado de la zona de autoservicios para recargar jugos y algunos postres pequeños.
Al mirar al techo, se encuentran una serie de guitarras eléctricas colocadas en dos patrones que semejan un zig zag, y que brindan a quien lo nota, un bonito recuerdo del sitio, pues ni el techo lo dejaron al descuido.
Desde la mesa en la que estuve sentadam se veía la frase de una canción del cantante argentino Andrés Calamaro llamada Te Quiero Igual, y que es una oda a lo incondicional que podemos ser cuando realmente queremos a alguien.
Para subir al segundo piso, en donde se encuentran más mesas y los servicios sanitarios, hay que subir por una escalera de madera, adornada con una peculiar lámpara en forma de caracol y que ilumina además de los escalones, a una motocicleta que forma parte del decorado.
Realmente es un sitio que se disfruta a pesar de parecer muy encerrado, y en el cual la segmentación de los horarios funciona perfectamente para ser tanto un local de ambiente familiar, como algo muy grunge cuando la noche cae.
Right in the heart of the city is this pizzeria, which at first glance seems to be one of the many around. However, upon entering you encounter a kind of dark garage that then leads to a space with a decoration that leaves no room to doubt its style.
A counter where they serve food and drinks is right next to the self-service area to reload juices and some small desserts.
Looking up at the ceiling, there are a series of electric guitars positioned in two zigzag patterns, providing a lovely memory of the place to those who notice it, as even the ceiling was not overlooked.
From the table where I was sitting, I could see the phrase from a song by Argentine singer Andrés Calamaro called Te Quiero Igual, which is an ode to the unconditional love we can feel for someone.
To go up to the second floor, where there are more tables and the restrooms, you have to climb a wooden staircase adorned with a peculiar snail-shaped lamp that illuminates not only the steps but also a motorcycle that is part of the decor.
It truly is a place to enjoy despite appearing very enclosed, and where the segmentation of schedules works perfectly to be both a family-friendly venue and something very grunge as night falls.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.
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