Español
Tuve el honor de reemplazar en dos clases a mi primera profe de Yoga y hoy lo comparto con Hive
Hola queridos amigos de Hive y en especial de Full Deportes, aunque ya les hablé de Ceci, una de mis maestras de Yoga, mi primera maestra se llama Gigi.
Cuando pisé por primera vez un shala (salón de Yoga), fue en una de sus clases, allá por el 2018, y en ese instante supe que ese camino me había estado esperando desde siempre. Desde allí, no hubo un solo instante en que yo me alejara del Yoga, e inmediatamente empecé a leer, practicar en casa y asistir no solo a prácticas de asanas, sino también de meditación. Además realicé varios talleres e incursioné en diferentes estilos de Yoga, además de Vinyasa, que era mi práctica de rutina.
Gigi es un ser que tiene un espacio en mi corazón y que siempre lo tendrá, pues es una gran maestra que lleva 20 años enseñando Yoga. Yo siempre he estudiado con ella y con Ceci, y durante todo este año asistí a las clases de Yoga de la mañana de Gigi. Luego compartiré una foto de ella, pero este post es para compartir mi experiencia reemplazándola.
Hace unos días Gigi estuvo ocupada con la apertura de un nuevo salón, y me preguntó si podía reemplazarla en dos clases de Yoga Integral.
Hace unos 3 años ocurrió esto mismo, y le dije que no porque no me sentía a la altura como para reemplazarla, realmente me generaba mucha presión en aquel momento.
Pero esta vez, por el contrario, me sentí honrada con su pedido, y no dudé un solo instante en decirle que sí. Desde ese momento me puse a preparar dos clases con la más linda energía que pudiera compartir, para llegar a sus practicantes con el mismo amor, o al menos similar, que ella llega.
Las clases fueron un éxito. Aquellos dos días las practicantes se me acercaron a saludarme y agradecerme. Tuve más de 10 alumnas (y un chico) presenciales y dos practicantes de manera remota.
Al otro día, cuando fui a tomar mi clase, una de mis compañeras me dijo que su hija había estado en la clase conmigo del día anterior y que se había quedado fascinada con Belu.
No quiero sonar con falta de humildad con este post, pero estoy tan contenta por ese feedback que no puedo más que compartirlo desde el agradecimiento infinito por aquella bendición de reemplazar a mi profe.
Mi corazón estalló de felicidad, pues llevaba bastante deseando dar clases de manera presencial y por una u otra cosa no había sido posible.
Tomé algunas fotos como pude, porque quería compartirlo con ustedes mis queridos hivers, y aquí está el recuerdo de aquel momento.
English
I had the honor of replacing my first Yoga teacher in two classes and today I share it with Hive.
Hello dear friends of Hive and especially Full Deportes, although I already told you about Ceci, one of my Yoga teachers, my first teacher is called Gigi.
When I stepped for the first time in a shala (Yoga room), it was in one of her classes, back in 2018, and in that instant I knew that this path had been waiting for me forever. From there, there was not a single moment that I was away from Yoga, and I immediately started reading, practicing at home and attending not only asana practices, but also meditation. I also took several workshops and dabbled in different styles of Yoga, in addition to Vinyasa, which was my routine practice.
Gigi is a being that has a place in my heart and always will, as she is a great teacher who has been teaching Yoga for 20 years. I have always studied with her and Ceci, and throughout this year I attended Gigi's morning Yoga classes. I will share a picture of her later, but this post is to share my experience replacing her.
A few days ago Gigi was busy with the opening of a new salon, and she asked me if I could fill in for her in two Integral Yoga classes.
About 3 years ago this same thing happened, and I said no because I didn't feel up to the task of replacing her, it really put a lot of pressure on me at that time.
But this time, on the contrary, I felt honored with her request, and I didn't hesitate for a moment to say yes. From that moment on, I started to prepare two classes with the most beautiful energy I could share, to reach her practitioners with the same love, or at least similar, as she does.
The classes were a success. Those two days the practitioners came up to me to say hello and thank me. I had more than 10 students (and one boy) in person and two practitioners remotely.
The next day, when I went to take my class, one of my classmates told me that her daughter had been in the class with me the day before and that she had been fascinated with Belu.
I don't want to sound humble with this post, but I am so happy for that feedback that I can't help but share it out of infinite gratitude for that blessing of replacing my teacher.
My heart burst with happiness, because I had been wanting to teach in person for a long time and for one reason or another it had not been possible.
I took some pictures as I could, because I wanted to share it with you my dear hivers, and here is the memory of that moment.
Device: iPhone 12 Pro
Translation: DeepL
Dispositivo: iPhone 12 Pro
Traducción: DeepL
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