Esto será más corto de lo habitual, estamos de vacaciones y le prometí a mi esposa dejar Hive hasta la vuelta, solo con el permiso de hablar del partido más esperado: la final de la NFL.
El título de esta nota rememora una famosa película del año 1968 protagonizada por Richard Burton y Clint Eastwood basada en un libro de Alistar MacLean que se convirtió en un clásico del cine bélico, muy de moda por aquellos años.
Sin embargo, y como generalmente ocurre, no voy a hablar de la película sino del Super Bowl protagonizado en la noche de ayer por las Águilas de Filadelfia y los Jefes de Kansas City, amplios favoritos para obtener su tercer torneo consecutivo, algo nunca visto en la historia de la NFL moderna.
El Caesars Superdome de New Orleans se vistió de gala para recibir este partido y grandes celebridades se acercaron, nadie quería perderse el show, ni siquiera el nuevo presidente de USA.
Pero los de la ciudad del amor fraternal se atrevieron a presentar una dura contienda y finalizaron la primera mitad con una ventaja que para mí era indescontable: 27 a 0. Así fue la contundencia de su defensa y la efectividad de su ataque.
Los fanáticos y el mismo cuerpo técnico de los Chiefs no podían creer la extraordinaria efectividad de los contrarios y la nula de su propia escuadra, eran los campeones defensores y el equipo con mejor marca de la temporada regular, eso lo sabían ellos, aunque parece ser que los Eagles lo ignoraron por completo y jugaron como si en ello se les fuera la vida.
Luego de un show del medio tiempo que no me gustó para nada, vino la segunda mitad y todos esperábamos la reacción de los de Kansas City pero en la primera posesión que le correspondía a los Eagles, pusieron el último clavo en el ataúd con una serie ofensiva que les aportó otros 7 puntos y consumió 2/3 del tercer cuarto, 34 a 0 y ahora sí, partido liquidado.
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Hubo una reacción de los Jefes, pero solo un acto reflejo de orgullo, consiguieron 22 puntos como para que la enorme diferencia de juego y actitud no se reflejara en el marcador. 40 a 22 parece menos terrible, aunque no lo fue.
Las Águilas se atrevieron a ganar y con ello dieron por tierra con los sueños del tricampeonato.
Felicitaciones campeones.
Where eagles dare
This will be shorter than usual, we are on vacation and I promised my wife to leave Hive until we get back, only with permission to talk about the most anticipated game: the NFL final.
The title of this note recalls a famous movie from 1968 starring Richard Burton and Clint Eastwood based on a book by Alistar MacLean that became a classic of war movies, very popular in those years.
However, and as usually happens, I am not going to talk about the movie but about the Super Bowl played last night by the Philadelphia Eagles and the Kansas City Chiefs, wide favorites to win their third consecutive tournament, something never seen in the history of the modern NFL.
But those from the city of brotherly love dared to present a tough contest and finished the first half with an advantage that for me was inconceivable: 27 to 0. Such was the strength of their defense and the effectiveness of their attack.
The fans and the Chiefs' coaching staff couldn't believe the extraordinary effectiveness of their opponents and the nullity of their squad. They were the defending champions and the team with the best record in the regular season, they knew that, although it seems that the Eagles completely ignored it and played as if their lives depended on it.
After a halftime show that I didn't like at all, the second half came and we all expected the reaction of the Kansas City team, but in the first possession that corresponded to the Eagles, they put the last nail in the coffin with an offensive series that gave them another 7 points and consumed 2/3 of the third quarter, 34 to 0 and now, yes, the game was over.
The Chiefs reacted, but only a reflex action of pride. They got 22 points, so the enormous difference in play and attitude was not reflected in the scoreboard. 40 to 22 seems less terrible, although it wasn't.
The Eagles dared to win, destroying their dreams of a three-time championship.
Congratulations, champions.
Héctor Gugliermo
@hosgug
