En mi país se practica un muy popular un juego de naipes que se juega con cartas españolas, se denomina "Truco" y normalmente intervienen 4 jugadores, en ocasiones 6, también hay variantes para una menor cantidad de participantes.
Investigué algo sobre este juego y no solo se practica aquí, también en varios otros países de Latinoamérica y en España, de donde es originario, aunque allí en la actualidad ha caído en un casi total olvido.
En cada país donde se practica hay algunas reglas que varían de acuerdo a las costumbres locales, en Venezuela hay un juego denominado truco venezolano que es bastante distinto al que solemos jugar aquí, no quiero introducirme en algo que desconozco, seguramente algún amigo de la comunidad de #fulldeportes que tenga ese origen, que los hay y en cantidad, nos aclare la cuestión.
En este juego la carta más poderosa es el as de espadas, el "ancho de espadas" solemos decir por estos lares, utilizando esa antigua costumbre de llamar las cosas de diferente manera, solo para complicarlo.
Como una continuación lógica, también solemos decir as de espadas a un integrante muy importante de un equipo de fútbol u otro deporte colectivo, para que quede más claro, Messi es el "as de espadas" de la selección nacional.
Obviamente muchos equipos no tienen un "as de espadas", no al menos uno que con su sola presencia pueda hacer que el equipo gane un partido y no solo una vez, muchas. Porque una golondrina no hace un verano, decía mi abuela.
Todos hemos tenido un partido donde nos sentimos el as de espadas, para comprobar en el siguiente que volvíamos a ser el "cuatro de copas", la carta más denostada en el juego del truco por ser la de menor valor, aunque curiosamente vale lo mismo que el cuatro de bastos, el de oro o el de espadas. Como en la escuela, hay muchos niños normales que no destacan en nada, pero el resto elige uno para ser objeto de sus burlas, así, de esa manera, es el cuatro de copas.
Pero me fui totalmente de lo que quería contar, veamos si vuelvo por la senda deportiva.
En un equipo de fútbol que habíamos conformado en mi primer trabajo luego de finalizar la escuela secundaria, teníamos un "as de espadas". El equipo se llamaba Satán/370 en clara alusión al diablo (vaya a saber el por qué) y al sistema operativo de IBM denominado VSE/370, que teníamos en el centro de cómputos.
El mejor jugador se llamaba Jorge y trabajaba conmigo. Era semi profesional y se desempeñaba como centro campista en un club denominado Deportivo Armenio que provenía de las categorías promocionales del fútbol argentino y había sorprendido a todos en ascender en dos temporadas consecutivas, desde la división C, a la B y luego a la primera división A. Extraordinaria performance de un equipo que no estaba en consideración de nadie.
Pero era un equipo demasiado pequeño y Jorge, como la mayoría de los jugadores que lo integraban, no ganaba lo suficiente como para vivir del fútbol, de ahí que eran semi profesionales.
Un día nos enfrentamos al campeón del año anterior, los leones del tesoro, un equipo formado principalmente por jóvenes jugadores que se desempeñaban en la intendencia que atendía el tesoro del banco. Todos con un estado atlético envidiable y con una carga de años sensiblemente inferior a la nuestra. El partido no pudo comenzar mejor y todo gracias a Jorge que ese día jugaba como los dioses, hizo 2 goles en pocos minutos y me asistió magníficamente para que yo hiciera el tercero, el primer tiempo terminó 3 a 0 y los leones parecían gatitos ante el gran partido que hacíamos desde Satán/370, el segundo tiempo comenzó exactamente igual que como había finalizado el primero y a los 2 minutos Jorge eludió varios rivales y cedió el pase al punto del penal para que nuestro centro delantero elevara el tiro sobre el travesaño. Mala suerte, podríamos haber liquidado todo ahí, pero no. Y no fue el único infortunio, en esa jugada nuestro as de espadas sintió una molestia y prefirió pedir el cambio, tenía un partido de los de verdad el domingo siguiente.
A partir de ese momento todo cambió, el equipo se vino abajo y en pocos minutos nos hicieron 2 goles. Todos nos mirábamos sin entender que ocurría y lo peor era que no sabíamos que hacer para contener a los jóvenes jugadores del equipo rival que ahora si parecían leones. Nuestro técnico mandó los únicos dos cambios que le quedaban, me sacó a mí, que estaba fundido.
Los últimos minutos fueron una pesadilla, empataron de penal faltando poco para el final y nos ganaron en el último instante con una escapada del puntero derecho a quien nadie pudo seguir.
Como el Barcelona o el Real Madrid, pasamos de un triunfo floreado a navegar por un mar tempestuoso en una cáscara de nuez. Como el HIVE que tres días atrás era un campeón imbatible y hoy parece el colista de la liga birmana, sin desmerecer al fútbol que se practica en ese país, que desconozco por completo.
Nuestro equipo se quedó sin as de espadas y pese a tener buenas cartas, el castillo de naipes cayó ante el primer soplo de una suave brisa del Río de la Plata.
The ace of spades
In my country, a very popular card game is played with Spanish cards, called "Truco" and normally 4 players take part, sometimes 6, there are also variants for a smaller number of participants.
I did some research on this game. It is played here and in several other Latin American countries and in Spain, where it originated, although it has now fallen into almost total oblivion.
In each country where it is played, some rules vary according to local customs, in Venezuela, there is a game called Venezuelan truco that is quite different from the one we usually play here, I do not want to get into something I do not know, surely some friend of the #fulldeportes community who has that origin, which there are and in quantity, will clarify the issue for us.
In this game the most powerful card is the ace of spades, the "ancho of spades" we usually say around here, using that old custom of calling things in different ways, just to complicate things.
As a logical continuation, we also tend to say ace of spades to a very important member of a football team or another collective sport, to clarify, Messi is the "ace of spades" of the national team.
Many teams do not have an "ace of spades", at least not one that with his mere presence can make the team win a game, not just once, but many times. Because one swallow does not make a summer, my grandmother used to say.
We have all had a game where we felt like the ace of spades, only to find out in the next game that we were once again the "four of cups", the most reviled card in the game of truco for being the lowest value, although curiously it is worth the same as the four of clubs, the four of gold or the four of spades. As in school, many normal children do not stand out in anything, but the rest choose one to be the object of their mockery, so, in that way, it is the four cups.
But I completely went off the rails, let's see if I can get back on the sports track.
On a soccer team that we formed at my first job after finishing high school, we had an "ace of spades." The team was called Satan/370, in clear allusion to the devil (who knows why), and to the IBM operating system VSE/370, which we had in the computing center.
The best player was Jorge, and he worked with me. He was a semi-professional midfielder in a club called Deportivo Armenio, which came from the promotional categories of Argentine soccer and surprised everyone by ascending in two consecutive seasons, from the C division to the B division and then to the first A division. It was an extraordinary performance from a team that was not in anyone's consideration.
But it was a very small team, and Jorge, like most of the players on it, did not earn enough to live off of soccer; hence, they were semi-professionals.
One day we faced the champion of the previous year, the Lions of Treasure, a team formed mainly by young players who worked in the quartermaster's office and looked after the bank's treasure, all with an enviable athletic condition and with a load of years noticeably less than ours. The game could not have started better and all thanks to Jorge who that day played like a god, he scored 2 goals in a few minutes and assisted me magnificently so that I could score the third, the first half ended 3-0. The Lions looked like kittens before the great game we had been playing since Satan/370, the second half began exactly as the first had ended and after 2 minutes Jorge eluded several rivals and gave the pass to the penalty spot so that our center forward could raise the shot over the crossbar. Bad luck, we could have finished everything there, but no. And it was not the only misfortune, in that play our ace of spades felt discomfort and preferred to ask for a change, he had a real game the following Sunday.
From that moment on, everything changed. The team fell apart, and in a few minutes, they scored two goals against us. We all looked at each other without understanding what was happening, and the worst thing was that we didn't know how to contain the rival team's young players, who now looked like lions. Our coach ordered the only two changes he had left, and he took me off, who was exhausted.
The last minutes were a nightmare. They tied the game on a penalty with little time left and beat us at the last moment with a breakaway by the right winger, who no one could keep up with.
Like Barcelona or Real Madrid, we went from a flourishing triumph to sailing through a stormy sea in a nutshell. Like HIVE, which three days ago was an unbeatable champion and today seems to be the bottom of the Burmese league, without detracting from the football played in that country, which I know nothing about.
Our team was left without an ace of spades and despite having good cards, the house of cards fell at the first breath of a gentle breeze from the River Plate.
Héctor Gugliermo
@hosgug