En el día de ayer me sorprendió un poco un comentario de un lector de mis publicaciones, sobre el artículo donde anunciaba la llegada de Franco Colapinto a la F1, esta persona decía que la Argentina no era un país con tradición en el automovilismo, o algo parecido. Por supuesto no tiene la obligación de estar informado sobre este deporte, sin embargo, me hizo reflexionar acerca de que la enorme mayoría de los seguidores del automovilismo actual no conocen lo que ocurría en la F1 en sus albores, quizás no tanto por los años transcurridos sino más que nada porque en esos tiempos no había redes sociales y ni siquiera la TV poseía el desarrollo actual y las facilidades técnicas necesarias como trasmitir un evento deportivo a todo el orbe en directo y mientras ocurría el acontecimiento.
La crónica y la memoria de aquellos primeros corredores que colaboraron de la mejor manera para que hoy esta categoría sea lo que es, solo ha quedado en el recuerdo de los mayores y de aquellos fanáticos y estudiosos que les gusta hurgar en las profundidades de la historia y la tradición deportiva.
En nuestro país se celebra el día del piloto de autos de carrera el 24 de junio de cada año, coincidentemente con el día del natalicio de Juan Manuel Fangio el quíntuple campeón mundial de la Fórmula Uno.
Hace ya un tiempo, pude ver por primera vez en una de las más famosas plataformas de streaming un documental llamado "Fangio, el hombre que domaba las máquinas", luego lo volví a ver varias veces más. Entre tantas hazañas y anécdotas me quedé con el recuerdo de la carrera que lo elevó a la categoría de leyenda inmortal, Nürburgring en 1957, donde obtuvo su quinto y último campeonato.
Para poner en contexto a los amigos amantes del automovilismo deportivo, digamos que ese circuito tiene poco que ver con el actual, en aquel tiempo su pista principal llamada Nordschleife y sobre la que se corría el gran premio de Alemania, poseía un largo de 22,8 kilómetros, casi equivalente a la suma del largo total de unos cinco circuitos de los que se corren en la actualidad. En su recorrido poseía 182 curvas, algunas en bajada, otras en subida y unas pocas totalmente ciegas, varias rectas, la principal de más de 3 kilómetros de extensión, donde los autos de aquel momento con 280 CV podían desplegar su velocidad máxima que superaba los 300 km/h. Un recorrido tan largo que era muy factible que en alguna parte del circuito lloviera y en otro estuviera totalmente seco. Un autódromo que por su extrema peligrosidad fue bautizado por el escoses volador, Jackie Stewart, como "el infierno verde".
Corría el año 1957 y Fangio se había impuesto en tres de las cinco carreras disputadas hasta el momento en ese campeonato: Argentina, Mónaco y Francia y en campeonatos de tan solo 8 carreras como las que se disputaban en aquellos años, el argentino sabía que un triunfo en Alemania le daría muy probablemente su quinto campeonato.
Fangio sabía que en una carrera tan larga (más de 500 km.) sus cubiertas Pirelli estaban en desventaja con las Englebert que utilizaban las Ferrari, sus principales adversarios. Por lo tanto, junto a su jefe de mecánicos idearon la estrategia de salir con medio tanque de combustible y tratar de obtener la mayor ventaja posible, calcularon que con 30 segundos sería suficiente para parar en boxes, hacer el recambio de cubiertas y cargar el combustible necesario para llegar al final por delante de las Ferrari que no necesitaban parar. Como puede ocurrir, pese a las prácticas realizadas, la parada durante la carrera no fue lo suficientemente rápida y pese a ingresar en el giro número 12 con 28 segundos de ventaja, volvió a la pista 48 segundos detrás de ambos coches del Cavallino Rampante. A partir de ese momento Fangio produjo lo mejor de su ya brillante trayectoria, rompió el récord de vuelta en 9 giros consecutivos y faltando poco menos de una vuelta para el final pasó a Peter Collins primero y a Mike Hawthorn después para triunfar con 3.6 segundos de ventaja.
Las tribunas deliraban y ambos pilotos de Ferrari lo esperaron en el podio para felicitarlo y festejar con el como si hubieran ganado. Tenía en ese momento 46 años de edad, algo menos del doble de Collins y Hawthorn.
Juan Manuel Fangio corrió 8 temporadas completas en la máxima categoría del automovilismo mundial, se impuso en 5 y terminó segundo en otras dos. Ganó dos títulos con Mercedes Benz, uno con Maserati, uno con Ferrari y uno con Alfa Romeo. 51 carreras corridas, 24 triunfos, 35 podios y 23 poles. Entre sus rivales estaban Stirling Moss, Jack Brabham, Giuseppe Farina, Alberto Ascari, Maurice Trintignant, todos grandes campeones.
Racing driver's day
Yesterday I was a little surprised by a comment from a reader of my publications, about my article where I announced the arrival of Franco Colapinto to F1, this person said that Argentina was not a country with a tradition in motor racing, or something similar. Of course, he is not obliged to be informed about this sport, however, it made me reflect on the fact that the vast majority of motor racing fans today do not know what was happening in F1 in its early days, perhaps not so much because of the years that have passed but more than anything because in those times there were no social networks and not even TV had the current development and technical facilities necessary to broadcast a sporting event to the entire world live and while the event was happening.
The chronicle and memory of those first drivers who collaborated in the best way so that today this category is what it has only remained in the memory of the older ones and those fans and scholars who like to delve into the depths of history and sporting tradition.
In our country, the day of the racing car driver is celebrated on June 24 of each year, coinciding with the birthday of Juan Manuel Fangio, the five-time Formula One world champion.
Some time ago, I was able to see for the first time on one of the most famous streaming platforms a documentary called "Fangio, the man who tamed machines", then I watched it again several times. Among so many feats and anecdotes, I was left with the memory of the race that elevated him to the category of immortal legend, Nürburgring in 1957, where he won his fifth and last championship.
To put it in context for friends who love motorsports, let's say that this circuit has little to do with the current one; at that time its main track called Nordschleife on which the German Grand Prix was run, was 22.8 kilometers long, almost equivalent to the sum of the total length of about five circuits that are run today. It had 182 curves, some downhill, others uphill, and a few completely blind, several straights, the main one more than 3 kilometers long, where the cars of that time with 280 HP could reach their maximum speed of over 300 k/h. So long that it was very likely that in some part of the circuit, it would rain and in another, it would be completely dry. A racetrack that due to its extreme danger was called by the flying Scotsman, Jackie Stewart, "the green hell".
It was 1957 and Fangio had won three of the five races contested up to that point in that championship: Argentina, Monaco, and France in championships of only 8 races like those contested in those years, the Argentine knew that a victory in Germany would very probably give him his fifth championship.
Fangio knew that in such a long race (over 500 km) his Pirelli tires were at a disadvantage compared to the Englebert tires used by the Ferraris, his main rivals. Therefore, together with his chief mechanic, he devised the strategy of starting with half a tank of fuel and trying to gain the greatest possible advantage. They calculated that 30 seconds would be enough to stop in the pits, change tires, and load the necessary fuel to reach the finish ahead of the Ferraris, which did not need to stop. As can happen, despite the practice sessions, the stop during the race was not quick enough and despite entering lap 12 with a 28-second lead, he returned to the track 48 seconds behind both Prancing Horse cars. From that moment on, Fangio produced the best of his already brilliant career, breaking the lap record in 9 consecutive laps, and with just under a lap to go he passed Peter Collins first and then Mike Hawthorn to win with a 3.6-second lead.
The stands were delirious and both Ferrari drivers waited for him on the podium to congratulate him and celebrate with him as if they had won. He was 46 years old then, less than twice as old as Collins and Hawthorn.
Juan Manuel Fangio raced for 8 full seasons in the world's top motor racing category, winning 5 and finishing second in two others. He won two titles with Mercedes Benz, one with Maserati, one with Ferrari, and one with Alfa Romeo. 51 races, 24 wins, 35 podiums, and 23 pole positions. Among his rivals were Stirling Moss, Jack Brabham, Giuseppe Farina, Alberto Ascari, and Maurice Trintignant, all great champions.
Héctor Gugliermo
@hosgug