Pocos días atrás, caminando hacia mi casa, fui testigo de una escena de amor entre un padre y su pequeña hija, estaban ambos agachados tirando con unas figuritas redondas hacia la parte baja de un escalón de un negocio que a la sazón era una panadería, en ese lugar había varias otras figuritas, esta vez rectangulares, apoyadas entre el suelo y la pared del escalón, la idea era acertarles con las redondas y tirarlas.
Ambos reían y se divertían a lo grande.
A continuación, nuevamente llamó mi atención una gran bolsa plástica conteniendo diversos objetos y ropa que estaba apoyada en la pared, al observar el piso vi el inconfundible símbolo de los cartoneros, un hierro doblado en la punta formando un ángulo recto y un mango de madera insertado en su otro extremo. El padre y la hija eran personas humildes que revolvían los grandes contenedores de basura en busca de objetos para vender, en algunos casos comida desechada.
Pero evidentemente, ese destino desgraciado no impedía que ambos jugaran y se divirtieran sin que en ese instante de dicha infinita, nada ni nadie los distraiga.
El objeto de la diversión eran las figuritas y eso me hizo recordar la publicación de @soylegionario que luego elegí para nuestra revista lo mejor de la semana.
Las figuritas han sido desde muchos años atrás un motivo de diversión e ilusión para los niños, también para los no tan niños y esta última aseveración viene de recordar el entusiasmo de mi padre por comprarme los paquetes, ayudarme a abrirlos y descubrir que suerte habíamos tenido en obtener algunas que en mi álbum todavía faltaban. Si hasta recuerdo una oportunidad en que llegó a casa con toda una caja entera, conteniendo 100 paquetes de aquellas figuritas para tratar de completar el álbum y ganar la pelota de cuero que la firma Starosta había puesto como premio para todos aquellos que lo lograran. Por supuesto recuerdo su alegría al abrir uno de los paquetes que contenía una de las "difíciles" y su desazón al terminar de abrir e inspeccionar el contenido de todos ellos para llegar a la cuenta que de las tres que faltaban solo obtuvimos una. Nunca le dije nada, pero es seguro que, si el dinero invertido en la compra de esa caja lo guardaba como ahorro, en un par de meses hubiéramos podido adquirir la pelota.
Como soy curioso y quizás un poco obsesionado con la historia y sus historias, fui a buscar algo más sobre estas figuritas.
Por supuesto sabía que las más antiguas o para mejor decir, la costumbre más arraigada de las colecciones de imágenes impresas de deportistas proviene de los Estados Unidos y de su extraordinaria pasión por el deporte nacional: el beisbol. Con asombro me entero que las primeras figuras a las que en el país del norte les llaman "cromos", fueron impresas en el año 1868 por la firma de equipos deportivos especializados en beisbol Peck & Snyder, eran una especie de tarjetas de visitas o de presentación con la fotografía de los equipos de aquel entonces, eran promoción para el negocio, bastante alejado del concepto de figuras coleccionables que luego irrumpió en el mundo de los niños.
Luego de esa primera aproximación surgieron otras empresas que imprimieron cromos hasta llegar al año 1887 cuando Goodwin & Co. mandó a imprimir 129 cromos, esta firma es considerada como el primer fabricante de tarjetas de beisbol coleccionables.
Aquí en mi país el deporte por antonomasia es el fútbol y por supuesto las primeras imágenes impresas con el objetivo de coleccionarlas fueron sobre jugadores y equipos de ese deporte. Aún con la escasa información disponible, pude constatar que las primeras figuritas coleccionables surgieron en la década de 1910, algo sorprendente ya que ese deporte recién comenzó a tener organización y ser difundido hacia fines del siglo XIX cuando se crearon allá por 1889 las primeras asociaciones en Dinamarca y Holanda, hoy en día Países Bajos. Que del otro lado del mundo hubiera imágenes de fútbol apenas un par de décadas después, realmente sorprende, esto probablemente explique y ponga en contexto el por qué en estas latitudes este deporte se lleve en la sangre.
Por una razón de edad yo solo puedo dar fe de mis primeras experiencias con las figuritas coleccionables en los años 1960 y en aquel momento los álbumes incluían algunas que todos los niños conocíamos como "difíciles", con un neto espíritu comercial, los fabricantes de ex profeso imprimían una escasa cantidad de algunas pocas para que las colecciones no se completaran rápidamente y de esa manera obligar a los padres a comprar más y más paquetes. En mi caso la experiencia con las difíciles fue horrible, frustrante y económicamente dolorosa. Jamás pude completar un álbum mientras fui niño.
Algo muy distinto ocurrió con el mayor fabricante actual de figuritas deportivas en todo el mundo, las famosas Panini que jamás tuvieron colecciones que incluyeran figuritas difíciles, bravo por la familia Panini quienes comenzaron con su negocio de coleccionables en el año 1961 y a la fecha son los mayores fabricantes y distribuidores de coleccionables que comenzó con el fútbol y se ha extendido a otros deportes, además crean álbumes para las principales ligas de fútbol del mundo y por supuesto para los eventos internacionales como la Copa América, la Eurocopa y el mundial.
Podría continuar hablando sobre esta simpática costumbre, como jugábamos con las figuritas y la buena variedad de juegos que inventábamos con ellas, pero esta publicación se extendería demasiado.
Basta saber que no solo se coleccionan, también colaboran en los juegos y la diversión de los niños, hasta los hacen soñar con ser dueños, por ejemplo, de Messi o Cristiano Ronaldo.
Playing and collecting athletes
A few days ago, walking towards my house, I witnessed a love scene between a father and his little daughter. They were both crouched and pulling some round figures towards the bottom of a step in a business that at the time was a bakery, In that place there were several other figurines, this time rectangular, resting between the floor and the wall of the step, the idea was to hit them with the round ones and throw them.
They were both laughing and having a great time.
Next, a large plastic bag containing various objects and clothes that was leaning against the wall caught my attention again. When I looked at the floor, I saw the unmistakable symbol of the cartoneros, an iron bent at the tip forming a right angle and a wooden handle. inserted at its other end. The father and daughter were humble people who rummaged through large garbage containers looking for objects to sell, in some cases discarded food.
But evidently, that unfortunate fate did not prevent them both from playing and having fun without anything or anyone distracting them in that moment of infinite joy.
The object of fun was the figurines and that reminded me of @soylegionario's publication that I later chose for our magazine as the best of the week.
For many years, the figurines have been a source of fun and elusiveness for children, also for those not so children, and this last statement comes from remembering my father's enthusiasm for buying me the packages and helping me open them and discovering how lucky we had been. in getting some that my album didn't have yet. I even remember one occasion when he came home with a whole box, containing 100 packages of those figurines to try to fill the album and win the leather ball that the Starosta company had put as a prize for all those who completed it. Of course, I remember his joy when he opened one of the packages that contained one of the "difficult" ones and his disappointment when he finished all of them and realized that of the three that were missing, we only got one. I never told him anything, but it is certain that if I saved the money invested in the purchase of that box as savings, in a couple of months we would have been able to buy the ball.
Since I am curious and perhaps a little obsessed with history and its stories, I went to look for something more about these figurines.
Of course, I knew that the oldest or, rather, the most deeply rooted custom of collections of printed images of athletes comes from the United States and its extraordinary passion for the national sport: baseball. To my astonishment, I learned that the first figures, which in the northern country are called "cards", were printed in 1868 by the firm of sports teams specialized in baseball, Peck & Snyder. They were a kind of business cards or cards. presentation with the photograph of the teams of that time, was a promotion for the business, quite far from the concept of collectible figures that later burst into the world of children.
After that first approach, other companies emerged that printed cards until 1887, when Goodwin & Co. ordered 129 cards to be printed. This firm is considered the first manufacturer of collectible baseball cards.
Here in my country, the sport par excellence is football and of course, the first images printed to collect them were of players and teams of that sport. Even with the limited information available, I was able to confirm that the first collectible figurines emerged in the 1910s, something surprising since this sport only began to be organized and spread towards the end of the 19th century when the first associations in Denmark and Holland, today the Netherlands. That on the other side of the world there were images of football just a couple of decades later is truly surprising, this probably explains and puts into context why in these latitudes this sport is carried in the blood.
For reasons of age, I can only attest to my first experiences with collectible figurines in the 1960s and at that time the albums included some that all of us children knew as "difficult", with a clear commercial spirit, the manufacturers expressly They printed a small quantity of a few so that the collections would not be completed quickly and thus force parents to buy more and more packages. In my case, the experience with the difficult ones was horrible, frustrating, and financially painful. I was never able to complete an album while I was a child.
Something very different happened with the current largest manufacturer of sports figurines in the world, the famous Panini who never had collections that included difficult figurines, bravo to the Panini family who started their collectibles business in 1961 and to date are the largest manufacturers and distributors of collectibles that began with soccer and have spread to other sports, they also create albums for the main soccer leagues in the world and of course for international events such as the Copa América, the Euro Cup, and the World Cup.
I could continue talking about this nice custom, how we played with the figurines, and the good variety of games we invented with them, but this post would go on for too long.
It is enough to know that they are not only collected, but they also collaborate in children's games and fun, they even make them dream of owning, for example, Messi or Cristiano Ronaldo.
Héctor Gugliermo
@hosgug