Seguramente están pensando en que voy a hablar de carreras de autos o de bicicletas, quizás de sky, de hockey sobre patines o skateboard. Nada de eso, estoy hablando de fútbol, y de primera categoría como el que suponemos estamos presenciando en la Eurocopa y en la Copa América.
Anoche viendo el encuentro entre Estados Unidos y Uruguay por la última fecha de la rueda de grupos, se definían cosas importantes, principalmente con el equipo local que necesitaba ganar para pasar a la siguiente ronda, su rival, el equipo uruguayo, estaba mucho más cómodo y solo una serie de resultados demasiado forzados podría privarlos del primer lugar en el grupo C y de esa manera evitar a Brasil en cuartos de final, por supuesto que el equipo carioca todavía no tiene asegurada esa primera posición en el grupo D aunque se descuenta que lo logrará.
Se presentó un partido muy intenso, rápido, aunque desordenado y con poca precisión. Tan veloz era el juego y los cruces para interceptar o recuperar la pelota que provocaron varias lesiones, inclusive una que pudo ser muy grave de Maximiliano Araujo; este juego imprudente motivó que hubiera un cambio por equipo apenas con la mitad del primer tiempo jugados.
Pero no ha sido el único encuentro donde se vio un juego vertiginoso y brusco con escasa precaución a la hora de tratar de quitarle la pelota al rival, en los días previos tuvimos situaciones similares, por ejemplo, en el partido entre Chile y Canadá o más recientemente entre México y Ecuador. En ocasiones sorprende la rudeza con la que se va a los cruces, sin medir posibles lesiones ajenas o propias.
Ciertamente el buen estado físico de los jugadores hace que haya muchas menos lesiones, imaginen a cualquier persona común, recibir una patada, un choque de cuerpos o un revolcón como los que estamos presenciando en estas competencias, la internación en un centro médico de alta complejidad es segura.
En la Eurocopa no se quedan cortos, pese a que allí hay mejores campos de juego y en general tienen un mayor control emocional, también el juego rápido y por momentos rudo ha provocado varios inconvenientes, como, por ejemplo, la grave lesión que sufrió Barnabás Varga, el jugador húngaro que cayó en el área de Escocia y se comprobó luego que sufrió la fractura de varios huesos de la cara y una conmoción cerebral. Hasta Mbappé tuvo una fractura en los huesos de su nariz al chocar en el área rival. El encuentro entre Portugal y Eslovenia de ayer por la tarde fue una sinfonía de velocidad y rudeza, 7 tarjetas amarillas y una roja.
Se entiende que todos juegan por cosas importantes, también que no hay que regalarle nada al rival, pero todos los jugadores deben pensar que hay un riesgo evitable si se actúa con algo más de prudencia. El que está enfrente no es un enemigo sino solo un rival ocasional, que podría ser un compañero en el próximo equipo que los contrate, además todos son trabajadores y su herramienta de trabajo es su propio físico.
La violencia y el vértigo impuesto en los partidos no es garantía de triunfo, para nada, puede hasta ser contraproducente y provocar que el equipo se quede con un jugador menos en cualquier momento, eso le ocurrió a Ecuador con Venezuela cuando su principal exponente, Enner Valencia, dejó a su equipo en inferioridad numérica al ser expulsado antes de los 30 minutos de juego por una entrada imprudente y evitable sobre José Martínez. Chile, también acostumbrado a ser un equipo de gran presión y despliegue, tuvo un problema similar con un jugador expulsado tempranamente que lo llevaron a jugar dos tercios del encuentro con uno menos.
La pregunta es, cuantas de estas expulsiones pueden evitarse si los jugadores no se desesperaran por cortar o recuperar la pelota en la intrascendencia del medio campo, no hablo de las faltas tácticas cuando se pretende evitar que un rival se posicione con buenas posibilidades de gol, allí es una decisión rápida y muchas veces se cometen esas infracciones, no digo que esté bien, pero al menos hay un objetivo concreto de bloquear una posible anotación, pero las infracciones violentas y tontas en medio del campo de juego, eso es un tema para hablarlo y analizarlo durante mucho tiempo. También los tiros de esquina traen peligro para el físico de los jugadores, lo vemos todo el tiempo, se juega con tal vehemencia que las lesiones son cada vez más frecuentes. No hay necesidad de ser brusco e imprudente todo el tiempo.
Lo cierto que la velocidad y la rudeza mal entendida no son buenas en un partido de fútbol, si la de pases rápidos ocupando posiciones ofensivas o entre medio de la línea rival para provocar una situación de gol, jugar rápido y con precisión en 3/4 de cancha rival es sinónimo de buen juego, correr a todo lo que da el cuerpo para barrer pelota y jugador rival a 50 o 70 metros del arco rival es tontería pura.
Speed can be dangerous
Surely you think I will talk about car or bicycle racing, maybe sky, roller hockey, or skateboarding. None of that, I'm talking about football and top-class football like the one we assume we are witnessing in the Euro Cup and the Copa América.
Last night watching the match between the United States and Uruguay for the last date of the group round, important things were defined, mainly with the local team that needed to win to advance to the next round, its rival, the Uruguayan team, was much more comfortable and only a series of results that are too forced could deprive them of first place in group C and thus avoid Brazil in the quarterfinals. Of course, the Rio team has not yet secured that first position in Group D, although it is assumed that you'll make it.
It was a very intense, fast game, although disorderly and with little precision. The game and the crossings to intercept or recover the ball were so fast that they caused several injuries, including one that could have been very serious; This reckless play led to a team change with barely half of the first half played.
But it was not the only match where we saw a dizzying and abrupt game with a little caution when trying to take the ball from the rival, in the previous days we had similar situations, for example, in the match between Chile and Canada or more recently between Mexico and Ecuador. Sometimes you are surprised by the rudeness with which you go to intersections, without considering possible injuries to others or your own.
Certainly, the good physical condition of the players means that there are many fewer injuries, imagine any ordinary person, receiving a kick, a collision of bodies, or a roll like the ones we are witnessing in these competitions, being hospitalized in a highly complex medical center. It's safe.
In the Euro Cup, they do not fall short, even though there are better playing fields there, and in general, they have greater emotional control, also the fast and at times rough play has caused several inconveniences, such as, for example, the serious injury suffered by Barnabás Varga, the Hungarian player who fell in the Scotland area and was later found to have suffered a fracture of several bones in his face and a concussion. Even Mbappé had a fracture in the bones of his nose when he collided in the rival area. The match between Portugal and Slovenia yesterday afternoon was a symphony of speed and toughness, 7 yellow cards and one red.
It is understood that everyone plays for important things, also that you should not give anything to your opponent, but all players must think that there is an avoidable risk if they act with a little more prudence. The one in front of them is not an enemy but just an occasional rival, who could be a teammate on the next team that hires them. Furthermore, they are all workers and their work tool is their physique.
The violence and vertigo imposed in the matches are not a guarantee of victory, not at all, they can even be counterproductive and cause the team to be left with one less player at any time, which happened to Ecuador with Venezuela when its main exponent, Enner Valencia left his team numerically inferior when he was sent off before 30 minutes of play for a reckless and avoidable tackle on José Martínez. Chile, also used to be a team of great pressure and deployment, had a similar problem with a player sent off early that led them to play two-thirds of the match with one less.
The question is, how many of these expulsions can be avoided if the players did not become desperate to cut or recover the ball in the inconsequential nature of the midfield, I am not talking about tactical fouls when the aim is to prevent an opponent from getting into positions with good chances of scoring, There it is a quick decision and many times those infractions are committed, I am not saying that it is right, but at least there is a specific objective of blocking a possible score, but violent and stupid infractions in the middle of the playing field, that is a topic for talk about it and analyze it for a long time. Corner kicks also bring danger to the players' physique, we see it all the time, it is played with such vehemence that injuries are becoming more and more frequent. There is no need to be abrupt and reckless all the time.
The truth is that speed and misunderstood rudeness is not good in a soccer game, but rather quick passes occupying offensive positions or between the middle of the rival line to provoke a goal situation, playing quickly and with precision in 3/4 rival court is synonymous with good play, running with all your body gives to sweep the ball and rival player 50 or 70 meters from the rival goal is pure nonsense.
Héctor Gugliermo
@hosgug