En ocasiones, la percepción de un encuentro de fútbol por parte de un aficionado parcial puede ser inexacta y hasta exagerada, eso me ha ocurrido a mí al ver el partido inaugural entre los seleccionados nacionales de mi país y Canadá en la noche del jueves pasado.
Seguramente el saber que la selección albiceleste cuenta con un gran juego colectivo llevado adelante por jugadores extraordinarios hace pre suponer que el triunfo está asegurado y que debe ser por amplio margen.
Generalmente la realidad se encarga de desmentir esa apreciación de superioridad manifiesta, se puede perder el encuentro, como le sucedió a Argentina en el mundial de Qatar contra la selección de Arabia Saudita o en caso de ganar, hace que el espectador se quede con gusto a poco y la percepción de un mal partido. Eso ocurrió ese jueves.
Por eso me gusta observar las estadísticas luego de concluido el match, los números fríos y concluyentes muestran la realidad de lo ocurrido, pese a que esos datos pueden no llevar al resultado esperado. No será la primera ni la última vez en que los datos demuestran una superioridad grande y evidente de un equipo respecto a otro y luego el resultado no concuerda con esos mismos guarismos. Como en muchos otros deportes, dominio no significa ganar, sabemos que gana el que más goles hace, aunque esto sea una verdad de Perogrullo, no deja de ser cierta.
Sin embargo, estadísticamente hablando, aunque sea una redundancia, generalmente el que gana las estadísticas es el que a la postre, gana el encuentro.
La Argentina en las estadísticas fue muy superior a Canadá, en posesión del balón los datos muestran un 64,4% para los albicelestes, en remates 19 contra 10 pero si se reduce en tiros al arco son 9 para los campeones del mundo contra solo 2 de los de la hoja de arce. En tiros de esquina, la Argentina contó con 7 a favor y 4 en contra y en ocasiones salvadas solo sufrió 2 en su arco contra 6 de Canadá.
Al leer estos datos se me hizo evidente que las ansias de ver jugar a mi selección de la mejor manera, no me dejan disfrutar de un encuentro que se ganó bien, ni siquiera lo vi como una producción tan superior, hasta dije en aquella publicación anterior que nunca estuvimos cómodos ni seguros.
Esto hace evidente que el corazón puede más que la razón cuando se trata de los colores patrios y la imparcialidad se pierde totalmente, no nos deja pensar con claridad.
Pero eso no me detendrá, seguiré viendo los encuentros, sufriendo y penando y si ganamos continuaré estudiando las estadísticas, si perdemos no, ¿para qué?
Perception and statistics
Sometimes, the perception of a soccer match by a biased fan can be inaccurate and even exaggerated, that happened to me when watching the opening match between the national teams of my country and Canada last Thursday night.
Surely knowing that the Albiceleste team has a great collective game carried out by extraordinary players makes one assume that victory is assured and must be by a wide margin.
Generally, reality is responsible for denying this appreciation of manifest superiority, the match can be lost, as happened to Argentina in the World Cup in Qatar against the Saudi Arabian team, or in case of winning, it makes the spectator gladly stay behind. little and the perception of a bad game. That happened that Thursday.
That's why I like to look at the statistics after the match is over, the cold and conclusive numbers show the reality of what happened, even though these data may not lead to the expected result. It will not be the first or the last time in which the data demonstrates a large and evident superiority of one team over another and then the result does not agree with those same figures. As in many other sports, dominance does not mean winning, we know that the one who scores the most goals wins, although this is a truism, it is still true.
However, statistically speaking, although it is redundant, generally the one who wins the statistics is the one who ultimately wins the match.
Argentina in the statistics was much superior to Canada, in possession of the ball the data shows 64.4% for the albicelestes, in shots 19 against 10 but if it is reduced in shots on goal there are 9 for the world champions against only 2 of those of the maple leaf. In corner kicks, Argentina had 7 in favor and 4 against, and in saved occasions, they only suffered 2 in their goal against 6 for Canada.
When reading this data, it became evident to me that the desire to see my team play in the best way does not allow me to enjoy a match that was well won, I did not even see it as such a superior production, I even said in that previous publication that we were never comfortable or safe.
This makes it evident that the heart is stronger than the reason when it comes to the national colors and impartiality is lost, it does not allow us to think clearly.
But that won't stop me, I will continue watching the matches, suffering and sorrowing and if we win, I will continue studying the statistics, if we lose no, what's the point?
Héctor Gugliermo
@hosgug