¿Qué tal todo? He aquí estoy de vuelta para participar en este reto semanal de escritura. Reto que cada vez ha ido creciendo un poco más respecto a los patrocinios y participantes. En esta ocasión un bol con tomates es el centro de la imagen asignada.
Con los tomates he tenido una historia interesante, de pequeño no me gustaba para nada, por alguna razón me resultaba muy desagradable, al igual que el aguacate. No era el estereotipo de niño "mala boca", en el sentido de ser muy quisquilloso para comer, eran contados los platos que rechazaba, de hecho, de niño era muy diferente respecto a mi estado físico actual.
Pero bueno, el tomate comenzó estando en esa corta lista de cosas que rechazaba. Sin embargo, pasado algo de tiempo, el desagrado se redujo bastante hasta ser una comida mucho más pasable, es decir, no era algo que me resultara una esquisitez pero vamos, ya no era algo que afectara mi apetito.
Recuerdo que en el tiempo en el que se dio la migración masiva, un par de amigos empezaron a planear reunirse para hacer unas pizzas. A mi me habían tocado unos tomates "de árbol", que es una especie de tomates más dulce, perfecto para las salsas según me comentaba uno de esos amigos.
Aquel día nos reunimos, preparamos juntos las pizzas, hablamos tonterías, reímos y compartimos como nunca. Fue una experiencia muy agradable que a día de hoy guardo como hermoso recuerdo. Ellos están esparcidos por el mundo, salieron en busca de un mejor porvenir, uno de ellos ha probado suerte en varios países y el otro pues ha tomado un camino de cambios radicales.
La vida da muchas vueltas, por lo que sé que en algún momento les volveré a ver, aunque probablemente las cosas no sean tan cálidas como siempre por todo el tiempo que ha pasado y el poco contacto. Sea como sea, fueron momentos geniales que me vinieron al recuerdo por causa de esta curiosa imagen.
Imagen de @lanzjoseg, para el concurso semanal de TopFamily