Una mirada al pasado, un vistazo a la sabiduría de los ancianos, un rostro con arrugas que hablan de una gran trayectoria recorrida, de mucho sonreír, de mucho fruncir, de mucho hablar y también de escuchar. ¿Quién puede escapar? El paso del tiempo es implacable, no hay quien escape, no hay quien burle a la muerte, sino solo uno, el hijo del hombre, el Rey de los que "del camino" son llamados.
Mundo cruel, lleno de irrespeto a la vejez, a los veteranos, a aquellos a los que el tiempo ya les pasó factura, pero también les dio una inyección de sabiduría pura. Cierto es que no todos la recibieron, algunos la rechazaron y ahora son como insensatos con arrugas, pero esto no paso con todos, por lo que disparar excusas sin prudencia, para no considerar sus canas, su cansancio y años caminados, es un claro acto de imprudencia y descaro.
Oh cuan dulce juventud, preciosa y llena de virtud, pero también de insensatez y mucha impaciencia, que eres corta, como la vida de una rosa, que eres memorable, como una canción con melodías que resuenan por generaciones. Más tiempo pasamos siendo viejos, que siendo pequeños, así que es estúpido burlarse del viejo, cuando por el paso del tiempo, es casi un seguro que tenemos, el hecho de que allá estaremos.
Claro está, que no es un seguro 100% certero, pues la muerte no discrimina edades cuando se trata de arrebatar. Que la prudencia te acompañe, seas joven, ya un adulto o uno cuyo cabello denota un gris de experiencia y sueños. Benditos aquellos que comparten sus enseñanzas por el bien de los nuevos, que no ocultan los proverbios, que velan por el bien de los que serán relevo.
Imagen de @lanzjoseg, para el concurso semanal de TopFamily