Anoche después de la ventolera loca la tarde caía en una cascada de colores intensos, que me hicieron correr a buscar el móvil. No se muevan les dije a mis compañeras de juego, ya regreso, ladren todo lo que quieran, pero no muerdan a nadie.
Normalmente son los amaneceres los que me recargan al lado de mi taza de café y aunque la vida no es perfecta y tiene sus corre corre, la vamos llevando.
Es por eso que cuando vemos las redes sociales de otros con sus placidas tertulias sabemos que no todo es color de rosa. Pero que son personas que prefieren resaltar las cosas positivas de sus días y dejar como experiencias de vida las más difíciles de contar.
Aunque imágenes iguales las separan segundos de clip que solo ojos expertos diferencian al escrutar entres sus espacios y colores.
No es la luna por si te lo has preguntado, es solo el farol de la calle que ilumina nuestras vidas, pero colocado allí por las circunstancias parece un haz de luz lunar.
Son momentos para aprovechar la vida y reflexionar sobre los afortunados que somos.