Por lo general cuando andamos por la calle estamos muy atentos, porque el mal nos acecha. Desde diferentes formas tamaños y colores, con dientes y sin dientes, con dos ruedas y hasta con cuatro. Simplemente no sabemos cuando seremos golpeados por los cambios inesperados de la vida.
A veces uno va por la vida con su carro y se encuentra una calle llena de palomas, uno baja la velocidad y uno espera que ellas se vayan quitando al avanzar el vehículo, hasta que escuchas el crack de un sonido inesperado. Uno de tus hijos te dice la atropellaste mamá, con un grito desesperado del que ha cometido un delito y no quiere ser cómplice de la perdida de una vida emplumada.
En teoría para mi cabeza solo resonaba una idea: pero ellas debían quitarse una y otra vez. Es simplemente lo natural al sonido y movimiento del carro. Tratando de ver por el espejo retrovisor el delito cometido. Avanzando despacio y mirando casi pierdo el horizonte y cometo otro choquicidio .
Uno metros más y el remordimiento pesaba tanto como la culpa misma y las excusas de ellas debieron moverse no fueron suficiente para calmar mi alma, ni mi mente. Simplemente regrese a la escena del crimen. Por unos momentos simplemente no se veía nada en especial, ellas habían vuelto a la calle en busca del pan molido que le habían lanzado. Ninguna se veía herida o muerta. Carros venían y ellas se quitaban una y otra vez.
Al otro lado de la calle un mal mayor las acechaba una y otra vez sin éxito alguno, ya ellas estaban entrenadas a picotear y huir, mirando de reojo a su gato-enemigo.
¿Pero que pise que sonó crack en mi carro? No lo sé, no lo pude averiguar en aquel momento. Solo un mes después, al llevar al carro a realizarle un servicio de lavado y colocarle grafito en el chasis, descubrieron un esqueleto de paloma pegado debajo del carro.
ENGLISH VERSION
Generally when we walk down the street we are very attentive, because evil stalks us. From different shapes, sizes and colors, with teeth and without teeth, with two wheels and even four. We simply don't know when we will be hit by life's unexpected changes.
Sometimes you go through life with your car and you find a street full of pigeons, you slow down and you wait for them to disappear as the vehicle moves forward, until you hear the crack of an unexpected sound. One of your children tells you you ran over her, mom, with a desperate cry of someone who has committed a crime and does not want to be complicit in the loss of a feathered life.
In theory, only one idea resonated in my head: but they had to be removed again and again. It is simply what is natural to the sound and movement of the car. Trying to see the crime committed in the rearview mirror. Moving slowly and looking I almost lost the horizon and committed another crash.
One more meter and the remorse weighed as much as the guilt itself and the excuses they should have moved were not enough to calm my soul or my mind. Simply return to the crime scene. For a few moments there was simply nothing special to be seen, they had returned to the street in search of the ground bread that had been thrown at them. None looked injured or dead. Cars came and they were taken away again and again.
On the other side of the street, a greater evil stalked them again and again without any success, and they were trained to peck and flee, looking askance at their cat-enemy.
But did I think that crack sounded in my car? I don't know, I couldn't find out at the time. Just a month later, when they took the car for a wash service and put graphite on the chassis, they discovered a pigeon skeleton stuck under the car.
Esta es mi participación en el Concurso. Observa Piensa Escribe. organizado en la comunidad de TopFamily por el profesor @lanzjoseg.
This is my participation in the Contest. Observe Think Write. organized in the TopFamily community by professor @lanzjoseg.
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