Seguramente habrás escuchado esta expresión bíblica:
Por último, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. (Efesios 6:10).
Hay tormentas que golpean el barco de nuestras vidas, ya sea en el ámbito familiar, económico, laboral, social, enfermedades y otros aspectos de la vida que bloquean nuestro bienestar y salud mental.
Hay crisis financieras que nos roban la paz y la tranquilidad. El desempleo o la pérdida del empleo o la quiebra de un negocio por falta de capital nos deprime y esto convierte nuestra vida en ansiedad y angustia.
La depresión nunca está ausente, cuando las cosas no van bien o simplemente no funciona. Las crisis muchas veces nos llevan a perder el control en la familia y en el matrimonio, lo que en ocasiones nos lleva al fracaso y a la ruptura.
Los problemas emocionales y psicológicos, provocados por los caos, nos debilitan en gran medida, lo que nos hace perder el espíritu de valentía.
En medio de todo este drama descrito en los párrafos anteriores, es bueno recordar que cuando humanamente no tenemos fuerzas para continuar, entonces, aparece esa palabra de aliento de nuestro Dios, invitándonos a fortalecernos en él y en el poder de su fuerza.
Refugiarse en Dios es garantía de renovación, tanto espiritual como emocional. Las fuerzas de Dios nos impulsan a alzar el vuelo como las águilas y recuperar ese espíritu de valentía, que sólo puede renovarse en el poder de las fuerzas de nuestro Dios.
No te rindas, querido amigo. Dios nos ofrece su fuerza para la renovación y un mayor bienestar personal y espiritual.
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Reflections on life: God gives us strength
Surely you have heard this biblical expression:
Finally, my brothers, be strong in the Lord and in the power of his might. (Ephesians 6:10).
There are storms that hit the ship of our lives, whether in the family, economic, work, social, illnesses and other aspects of life that block our well-being and mental health.
There are financial crises that rob us of peace and tranquility. Unemployment or loss of employment or the bankruptcy of a business due to lack of capital depresses us and this turns our lives into anxiety and anguish.
Depression is never absent, when things are not going well or simply not working. Crises often lead us to lose control in the family and in marriage, which sometimes leads to failure and breakup.
Emotional and psychological problems, caused by chaos, greatly weaken us, causing us to lose the spirit of courage.
In the midst of all this drama described in the previous paragraphs, it is good to remember that when humanly we do not have the strength to continue, then that word of encouragement from our God appears, inviting us to strengthen ourselves in him and in the power of his strength.
Taking refuge in God is a guarantee of renewal, both spiritual and emotional. The forces of God impel us to take flight like eagles and recover that spirit of courage, which can only be renewed in the power of the forces of our God.
Don't give up, dear friend. God offers us his strength for renewal and greater personal and spiritual well-being.
