Siempre me han gustado esos trazos de alguna serie o película en las que la música toma el grado de protagonismo, no a modo de un musical pero si un punto en el que el protagonista y la música dan vida a una escena bien interesante. ¿A cuál me refiero en particular? Pues a esa en la que alguien desea expresar algún sentimiento por otra persona a través de una canción, una dedicatoria con la etiqueta de “Serenata”.
¿Serenata? ¿Acaso existirá algo así en tiempos modernos? Parece que no, o por lo menos en mi caso todavía no encuentro alguien con semejante experiencia. Para muchas personas esto podría ser algo tonto y sin sentido, pero para personas como yo esto es una prueba de valor, confianza y por supuesto de mucho amor, ya que no debe ser nada fácil pararse frente a esa persona especial y dedicarle directamente una o varias canciones. Ir a su casa y cantarle a la ventana mientras esperas a que siquiera se asome esa persona, esto es un acto de caballero enamorado sin temor a expresar sus sentimientos por alguien más.
Solo un par de años atrás, pude compartir con un amigo una experiencia relacionada con dicho tema, algo que surgió de la nada y luego nos dio mucho para hablar y recordar con mucha felicidad. Y aquí hago un paréntesis para honrar a esos amigos que se convierten en algo más que eso, con el cariño y el apoyo que siempre están dispuestos a compartir y que a través de la vida te regalan momentos que por siempre recordarás, vivencias que al traerlas a tu presente hasta te roban una carcajada de verdadera emoción y satisfacción.
Todo empezó en una fiesta a la cual fuimos invitados varios de mis amigos y yo. Realmente solo éramos cuatro personas, ya que casi a la media noche las muchachas que estaban con nosotros se fueron a casa. La fiesta pintaba a extenderse hasta el amanecer, y es que incluso había un arreglo de irnos al río al amanecer. El anfitrión de la fiesta era alguien de mucha confianza, así que a mediados de la madrugada teníamos la libertad de colocar la música a nuestro gusto. Ya con pocos invitados y muchos otros cansados de tanto bailar, llegó la hora de colocar las baladas y el vallenato.
I have always liked those lines of some series or movie in which the music takes the degree of protagonism, not as a musical but a point in which the protagonist and the music give life to a very interesting scene. Which one I am referring to in particular? Well, the one in which someone wants to express some feeling for another person through a song, a dedication with the label "Serenade".
Serenade? Does such a thing exist in modern times? It seems not, or at least in my case I have yet to find someone with such an experience. For many people this could be something silly and meaningless, but for people like me this is a test of courage, confidence and of course a lot of love, because it must not be easy to stand in front of that special person and dedicate one or several songs directly to him or her. Going to their house and singing to the window while you wait for that person to even look out, this is an act of a gentleman in love without fear of expressing his feelings for someone else.
Just a couple of years ago, I was able to share with a friend an experience related to this topic, something that came out of nowhere and then gave us a lot to talk about and remember with great happiness. And here I make a parenthesis to honor those friends who become something more than that, with the love and support that they are always willing to share and that through life give you moments that you will always remember, experiences that when you bring them to your present even steal a laugh of true emotion and satisfaction.
It all started at a party to which several of my friends and I were invited. Actually there were only four of us, since at almost midnight the girls who were with us went home. The party was supposed to last until dawn, and there was even an arrangement to go to the river at dawn. The host of the party was someone we trusted a lot, so in the middle of the morning we were free to set the music to our liking. With few guests and many others tired of dancing, it was time to play the ballads and vallenato.
Y es que en tierras bolivarense el vallenato es un tipo de música bastante arraigado, música que no llega a faltar hasta en una fiesta. Quizás no sea algo para bailar, o por lo menos no lo veo así, pero parece que en las fiestas puede faltar todo, menos un vallenato. Resulta que en uno de esos temas, uno de mis amigos comentó:
-Esa canción se la dediqué a mi novia-
-¿Cómo así? ¿Le cantaste esa canción?- Le pregunté
-No. Solo le dije que cuando la escuchara se acordara de mí.
Recuerdo que en ese instante empezamos a hablar de muchas cosas, hasta que en medio de dicha conversación se me ocurrió decir algo por lo cual luego me arrepentiría, o por lo menos desearía no haberlo dicho en ese momento. “No hay mejor dedicatoria que cantarle frente a frente a esa persona”. Y aquello fue un detonante para mí amigo que ya se sentía con el alma bastante alegre. Y es que no solo me dio la razón, sino que también planteó algo que nadie había pensado:
-Vamos a la casa de mi novia para dedicarle una canción-
-¿Una serenata?- preguntaron algunos con tono de burla.
Y así ahora mi amigo se empeñaba en que debíamos ir a darle una serenata a su novia. Al principio nadie aceptó, pero después de tanto rogar y apelar a nuestra amistad decidimos apoyarlo en semejante disparate, pensando que en el camino él mismo se acobardaría.
-¿Y que canción le vas a cantar?- le pregunté.
-“Olvídala”, del binomio de oro.
And the fact is that in the Bolivarian lands vallenato is a type of music that is deeply rooted, music that is not missing even at a party. Maybe it is not something to dance to, or at least I don't see it that way, but it seems that at parties everything can be missing, except a vallenato. It turns out that in one of those songs, one of my friends commented:
-That song I dedicated to my girlfriend-
-What do you mean? Did you sing that song to her?- l asked him.
-No. I just told her to remember me when she heard it.
I remember that at that moment we started talking about many things, until in the middle of that conversation it occurred to me to say something for which I would later regret, or at least I wish I had not said it at that moment. "There is no better dedication than singing in front of that person". And that was a trigger for my friend who was already feeling quite happy in his soul. Not only did he agree with me, but he also suggested something that no one had thought of:
-Let's go to my girlfriend's house to dedicate a song to her.
-A serenade?- asked someone in a mocking tone.
And so now my friend was insisting that we should go and serenade his girlfriend. At first no one agreed, but after so much begging and appealing to our friendship we decided to support him in such nonsense, thinking that on the way he himself would chicken out.
-And what song are you going to sing for her? I asked him.
-"Olvídala", by "El binomio de oro".
Aquí si debo decir que la cosa se complicó más de lo que ya estaba, y es que no se necesita ser un intérprete especial para notar que la letra de esa canción no encajaba con la serenata. Mi amigo quería tener un detalle especial con su novia, pero si cantaba esa canción creo que la cosa podía salir un poco mal. Al principio el no quería desistir del tema, pero desde el lugar de la fiesta hasta la casa de la muchacha era como un kilómetro más o menos, distancia y tiempo suficiente para hacerle cambiar de opinión.
La cosa con la canción es que tenía que ser un vallenato sí o sí, y si no había un plan b pues teníamos que apegarnos a la primera canción. En cuestión de segundos uno de mis amigos pensó en otro tema llamado “No podrán separarnos” de Jorge Celedón, y justo dio en el clavo porque era un tema que todos conocíamos y encajaba más con la dedicatoria. Mi amigo aceptó, y todo estaba listo para una serenata improvisada.
Por fin llegamos a casa de la muchacha, y extrañamente todas las luces en casa estaban apagadas. Obviamente no pensábamos que debían estar esperándonos, y mucho menos si ya casi eran las cuatro de la mañana. No teníamos radio, teléfono ni fondo musical como apoyo, así que todo sería a capela. Por momentos mi amigo pensó en empezar a cantar, pero luego decidió llamar a su novia con fuertes gritos. Curiosamente nadie salía, incluso hasta sonando el timbre en varias ocasiones, pero después de tantos intentos nos dimos cuenta que no había nadie en casa.
No fue sino mucho después que nos enteramos de que la muchacha y su familia no estaban en casa esa noche, y por eso la operación serenata no llegó a cumplirse. Aún así aquella chica se enteró del intento fallido, y aunque lo vio como un lindo detalle, también aquello se prestó para una confusión ya que alguien notó que yo andaba en ese grupo y pensaron que la idea de la serenata era de parte mía para su hermana.
Todavía me pregunto que habría pasado si hubiesen estado ellas en casa. ¿Habría cantado mi amigo? Y si en vez de salir ella hubiese salido su hermana, ¿Habría cantado yo? Incluso después de tanto tiempo seguimos tomando esta conversación entre amigos, dejando volar la imaginación por aquello que no sucedió. Por cosas de la vida hoy algo así sería difícil de repetir, pero tampoco dejó de considerar en que quizás luego la vida y el tiempo me den la oportunidad de dar una hermosa serenata.
Here I must say that things got more complicated than they already were, and it is not necessary to be a special interpreter to notice that the lyrics of that song did not fit with the serenade. My friend wanted to have a special detail with his girlfriend, but if he sang that song I think it could go a little wrong. At first he didn't want to give up on it, but from the place of the party to the girl's house was about a kilometer or so, distance and time enough to make him change his mind.
The thing about the song was that it had to be a vallenato, and if there was no plan B, we had to stick to the first song. In a matter of seconds one of my friends thought of another song called "No podrán separarnos" by Jorge Celedón, and he hit the nail on the head because it was a song we all knew and it fit better with the dedication. My friend agreed, and everything was ready for an impromptu serenade.
We finally arrived at the girl's house, and strangely all the lights in the house were off. Obviously we didn't think they should be waiting for us, much less if it was almost four o'clock in the morning. We had no radio, telephone or background music to back us up, so everything would be a cappella. At times my friend thought about starting to sing, but then decided to call his girlfriend with loud shouts. Oddly enough no one came out, even ringing the doorbell several times, but after so many attempts we realized that no one was home.
It was not until much later that we found out that the girl and her family were not at home that night, and that is why the serenade operation was not carried out. Even so, that girl found out about the failed attempt, and although she saw it as a nice gesture, it also lent itself to confusion since someone noticed that I was in that group and thought that the idea of the serenade was from me to her sister.
I still wonder what would have happened if they had been at home. Would my friend have sung? And if instead of her going out, would I have sung? Even after all this time we continue to have this conversation among friends, letting our imagination run wild for what didn't happen. For things of life today something like that would be difficult to repeat, but I also did not stop considering that maybe later life and time will give me the opportunity to give a beautiful serenade.
Gracias por darle valor a esta publicación con tu tiempo y atención.
Hasta pronto.
Thank you for adding value to this publication with your time and attention.
See you soon.