Every day that passes there are more things that I dislike about my environment, I can't lie. "The situation is difficult" has become as common a phrase as saying "good morning". However, there are always small spaces where magic grows and that love I feel for my homeland is revitalized.
This Friday an activity was canceled at the last minute and no one notified me, so suddenly I was left with a lot of free time and I didn't know what to do. Walking back home, I passed by the iconic Céspedes Park and there was something that made me stop, sit down and pay attention.
There are several orchestral music groups in the city, so I can't be sure which one this was. There is also the fact that when I arrived they had already started. The important thing is that I was able to enjoy for more than half an hour very good music.
I used to think instrumental music was boring before. However, having the musicians so close I could appreciate each of the movements, and I even noticed how each one was contributing interesting things to the general melody of each song. Without a doubt it is a wonderful thing!
This type of groups are not often required in theaters and concert halls, since there is a lot of disinterest both on the part of the company that manages them and on the part of society, which makes less and less space for art in their lives. For this reason I love the idea that they are dedicating themselves to exploring unconventional places, where they make their art available to any passerby.
Maybe because of this kind of surprises I like to think that the things that happen can turn out to be convenient, only if you have the patience to see beyond the right moment. I hope you liked this post. Until next time!
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Santiago de Cuba, ciudad musical 🎶🏙️
Versión en Español
Cada día que pasa son más las cosas que me disgustan de mi entorno, no puedo mentir. "La situación está difícil" se ha vuelto una frase tan común como decir "buenos días". Sin embargo, siempre hay pequeños espacios donde la magia crece y se revitaliza ese amor que siento por mi tierra natal.
Este viernes me cancelaron una actividad a última hora y nadie me avisó, así que de repente me quedé con mucho tiempo libre y no sabía qué hacer. Caminando de vuelta a casa, pasé por el icónico Parque Céspedes y allí hubo algo que me hizo detenerme, sentarme y prestar atención.
En la ciudad hay varias agrupaciones de música de orquesta, así que no puedo asegurar cuál era esta. También está el hecho de que cuando llegué ya habían comenzado. Lo importante es que pude disfrutar po más de media hora muy buena música.
Antes solía pensar que la música instrumental era aburrida. Sin embargo, teniendo a los músicos tan cerca pude apreciar cada uno de los movimientos, e incluso me fijé en cómo cada uno iba aportando cosas interesantes a la melodía general de cada canción. ¡Sin dudas es algo maravilloso!
Este tipo de agrupaciones no son requeridas con frecuencia en los teatros y las salas de concierto, ya que hay mucho desinterés tanto por parte de la empresa que las gestiona como por parte de la sociedad, que cada vez hace menos espacio para el arte en sus vidas. Por esta razón me encanta la idea de que se estén dedicando a explorar lugares no convencionales, donde ponen su arte al alcance de cualquier transeúnte.
Quizás por este tipo de sorpresas me gusta pensar que las cosas que suceden pueden resultar convenientes, solo si tienes la paciencia para ver más allá del momento justo. Espero que este post les haya gustado. ¡Hasta la próxima!
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