Esta semana, el 24 de mayo para ser exactos, cumplió 81 años el cantautor más influyente de la música popular, el poeta, pintor, trovador, con más de seis décadas de carrera musical, muchos premios en su haber (incluyendo el Nobel de Literatura en 2016), records de ventas, infinidad de versiones, atrevimientos que marcaron tendencias y silencios tan importantes como su inconfundible voz. Hablamos del Maestro Robert Allen Zimmerman, mejor conocido como Bob Dylan.
This week, May 24 to be exact, was the 81st birthday of the most influential singer-songwriter in popular music, the poet, painter, troubadour, with more than six decades of musical career, many awards to his credit (including the Nobel Prize for Literature in 2016), sales records, countless covers, daring trend-setters and silents as important as his unmistakable voice. We are talking about Master Robert Allen Zimmerman, better known as Bob Dylan.
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Hacer un resumen biográfico de Bob Dylan es tarea de largo aliento, puesto que hablamos de varias décadas llenas de momentos cruciales para la historia de la música, que van desde el primer sencillo en la historia del rock con más de seis minutos de duración, una grabación que muchos consideran el primer videoclip de la historia, hasta la composición de temas de culto que parecen rejuvenecer con el tiempo, en la voz de músicos y bandas de varias generaciones; eso por no hablar de una evolución musical y poética digna de muchas horas (y papers) de investigación académica que le hicieron un referente literario en el idioma de Shakespeare, James Joyce y Virginia Wolf.
Por eso, para celebrar con la comunidad de Hive la vida y obra de este genio, dejaré mis cinco canciones favoritas de este gran maestro de la palabra y la melodía, suerte de involuntario gurú espiritual de un fin de siglo habitado por fantasmas de lo que pudo ser y jamás fue, sobreviviente de todas las vanguardias derribadas (reales o ficticias) y anciano habitante de un nuevo milenio empeñado en seguir su rastro por más que él le dé la espalda.
De más está decir que la lista no aspira a establecer cuáles son las 5 mejores canciones de Dylan (tarea casi imposible, además de vana), se trata de una selección muy personal que acompañaré con una breve reseña de los méritos de cada una. Dicho esto, dejemos que hable la música y ¡Feliz Cumpleaños, Querido Viejo Bob!
To make a biographical summary of Bob Dylan is a long task, since we are talking about several decades full of crucial moments for the history of music, ranging from the first single in the history of rock with more than six minutes long, a recording that many consider the first video clip in history, to the composition of cult songs that seem to rejuvenate over time, in the voice of musicians and bands of several generations; Not to mention a musical and poetic evolution worthy of many hours (and papers) of academic research that made him a literary reference in the language of Shakespeare, James Joyce and Virginia Wolf.
Therefore, to celebrate with the Hive community the life and work of this genius, I will leave my five favorite songs of this great master of words and melody, sort of involuntary spiritual guru of a end of century inhabited by ghosts of what could have been and never was, survivor of all the demolished vanguards (real or fictitious) and old inhabitant of a new millennium determined to follow his trail even if he turns his back on it.
Needless to say that the list does not aspire to establish which are the 5 best Dylan songs (an almost impossible task, as well as vain), it is a very personal selection that I will accompany with a brief review of the merits of each one. That said, let the music do the talking and Happy Birthday, Dear Old Bob!
N° 5: Knockin' On Heaven's Door
Versionada por U2, Bon Jovi, Roger Waters, Eric Clapton, Grateful Dead, Antony and the Johnsons, Avril Lavigne, Lana del Rey y Luis Eduardo Aute, entre tantos otros, la canción fue un súper éxito en el repertorio de la banda Guns N' Roses, quienes la incluyeron en su álbum Use Your Illusion II, de 1991. Fue publicada originalmente en 1973 como parte del disco Pat Garrett & Billy the Kid, el décimo segundo álbum de estudio de Dylan, que alimentó la banda sonora de la película homónima, dirigida por Sam Peckinpah, en la que el músico participó, además, como actor.
La canción captura el momento en el cual un ayudante de sheriff cae herido y termina falleciendo por un disparo. Los cuatro acordes que componen la música (Sol, Re, La7 y Do, con una breve variación al final del tema), confieren a la melodía la elegancia de lo sencillo; mientras que su letra, sumergiéndose en el umbral de la muerte, aborda el misticismo de la renuncia y nos eleva, soportada por el aire góspel del sencillo coro: “Mamá, pon mis pistolas en el suelo / No puedo dispararlas más / Esa larga nube negra está bajando / Siento que estoy tocando a la puerta del cielo / Tocando a la puerta del Cielo…”. Simplemente, genial.
Versioned by U2, Bon Jovi, Roger Waters, Eric Clapton, Grateful Dead, Antony and the Johnsons, Avril Lavigne, Lana del Rey and Luis Eduardo Aute, among many others, the song was a super hit in the repertoire of the band Guns N' Roses, who included it in their 1991 album Use Your Illusion II. It was originally released in 1973 as part of the album Pat Garrett & Billy the Kid, Dylan's twelfth studio album, which fed the soundtrack of the movie with the same name, directed by Sam Peckinpah, in which the musician also participated as an actor.
The song captures the moment in which a deputy sheriff falls wounded and ends up dying from a gunshot. The four chords that make up the music (G, D, A7 and C, with a brief variation at the end of the song), confer to the melody the elegance of the simple; while its lyrics, immersing themselves in the threshold of death, approach the mysticism of renunciation and lift us up, supported by the gospel air of the simple chorus: "Mama, put my guns in the ground / I can't shoot them anymore / That long black cloud is comin' down / I feel I'm knockin' on heaven's door / Knock, knock, knockin' on heaven's door...". Simply great.
N° 4 Blowin' in the Wind
Aunque empezó a cantarla en vivo desde 1962, la canción fue publicada en agosto de 1963 e incluida en el álbum The Freewheelin' Bob Dylan, su segundo disco, con el que se consagraría como un importante protagonista de la escena folk de su país. Blowin' in the Wind se considera un himno del movimiento por los Derechos Civiles en la década de los sesenta y nos confronta como sociedad, a través de una serie de preguntas sobre cuestiones como la Libertad, la Guerra y la Paz y cuánto hacemos por merecerlas. Para el momento de escribirla, Dylan tenía veintiún años.
Hoy, como en los días de la Marcha sobre Washington, la duda permanece intacta: “¿cuántos caminos debe recorrer un hombre antes de que lo llames un hombre?” y la respuesta parece seguir allí, frente a nosotros, “soplando en el viento”.
Although he began to sing it live since 1962, the song was released in August 1963 and included in the album The Freewheelin' Bob Dylan, his second album, with which he would be consecrated as an important protagonist of the folk scene of his country. Blowin' in the Wind is considered an anthem of the Civil Rights movement in the sixties and confronts us as a society, through a series of questions about issues such as Freedom, War and Peace and how much we do to deserve them. At the time of writing, Dylan was twenty-one years old.
Today, as in the days of the March on Washington, the doubt remains intact: "How many roads must a man walk down before you call him a man?" and the answer seems to still be there, right in front of us, "blowing in the wind."
N° 3 Forever Young
Una de sus canciones más populares y poco más que una muy hermosa bendición de un padre a su hijo. Suerte de canción de cuna, declaración de amor y conjuro para la buena suerte, su letra y música crean, como muchas canciones de este genio, un aura mística en la cual el alma consigue salir a flote. Dylan la incluyó en su álbum de 1974, Planet Waves, con el que regresaría a las giras, después de ocho años fuera de los escenarios, tras un accidente de motocicleta en 1966.
Como otras de su repertorio ha sido versionada por muchísimos artistas de distintas generaciones; Joan Báez, Harry Belafonte, Johnny Cash, Billy Corgan, Rod Stewart, Patti LaBelle, The Pretenders, Diana Ross, Grateful Dead junto a Neil Young, entre muchos más. Pero, de todas, mi favorita, que confieso logra conmoverme hasta sacarme alguna lágrima, es la de Audra Mae, utilizada en el episodio 12 de la primera temporada de la serie Hijos de la Anarquía. Por eso la incluiré como ñapa, junto a la versión original.
"Que tus manos siempre estén ocupadas / que tus pies sean siempre veloces / que tengas una base fuerte / cuando corran los vientos de cambio"… Hermoso, ¿No?
One of his most popular songs and little more than a very beautiful blessing from a father to his son. A sort of lullaby, declaration of love and incantation for good luck, its lyrics and music create, like many songs of this genius, a mystical aura in which the soul manages to emerge. Dylan included it in his 1974 album, Planet Waves, with which he would return to touring, after eight years away from the stage, after a motorcycle accident in 1966.
Like others of his repertoire, it has been covered by many artists of different generations; Joan Baez, Harry Belafonte, Johnny Cash, Billy Corgan, Rod Stewart, Patti LaBelle, The Pretenders, Diana Ross, Grateful Dead with Neil Young, among many others. But, of all of them, my favorite, which I confess manages to move me to tears, is Audra Mae's, used in episode 12 of the first season of the series Sons of Anarchy. That's why I'll include it as a bonus, along with the original version.
"May your hands always be busy / May your feet always be swift / May you have a strong foundation / When the winds of changes shift"... Beautiful, isn't it?
N° 2 Hurricane
El 17 de junio de 1966, Rubi “Huracán” Carter, boxeador de los pesos medianos de 29 años, fue arrestado, junto a su amigo John Artis, como sospechosos de un triple asesinato, ocurrido en el Lafayette Bar and Grill de Nueva Jersey. Al año siguiente Carter y Artis fueron condenados injustamente a cuatro cadenas perpetuas, en un juicio claramente manipulado por la policía, plagado de prejuicios raciales, con un jurado integrado solo por blancos y basados en los testimonios de dos ladrones convictos y confesos, presionados por las autoridades, que después se retractaron. La condena fue ratificada en 1976, en un nuevo juicio que se abrió tras el revuelo que levantó la canción Hurricane, de Bob Dylan, incluida en el disco Desire, de ese mismo año.
Dylan se impactó tanto al leer las memorias de Carter, que fue a visitarlo y, tras conocerlo, decidió escribir y grabar el tema. Con gran calidad narrativa, Dylan nos presenta una película cantada de ocho minutos, en la que deja clara la injusticia y el racismo sobre el que se sustenta el sistema judicial norteamericano, sirviendo de chispa para una campaña y movilización nacional (e internacional) que terminó por forzar la oportunidad de que se revisara el caso en 1985 y se presentaran nuevas pruebas de la inocencia de Carter. Ante el peso de la evidencia, el juez le concedió la libertad inmediatamente, concluyendo que los derechos del exboxeador habían sido violados y que la condena respondió "más al racismo que a la razón”.
23 años después de la publicación de la canción, y catorce años después de la absolución de Carter, se estrenó la película Hurricane, dirigida por Norman Jewison y protagonizada por Denzel Washington. La historia detrás de este tema demuestra lo importante que puede ser una canción cuando ésta responde al clamor de quienes no tienen voz. Dylan respondió al llamado de su conciencia (y de la conciencia de una comunidad que clamaba por justicia) y terminó siendo con su canto, el más potente altavoz de una víctima (entre muchas) de un sistema injusto y prejuicioso. Por eso la tengo entre las fundamentales.
On June 17, 1966, Rubi "Hurricane" Carter, a 29-year-old middleweight boxer, was arrested, along with his friend John Artis, on suspicion of a triple murder, which occurred at the Lafayette Bar and Grill in New Jersey. The following year Carter and Artis were wrongly condemned to four life sentences, in a trial clearly manipulated by the police, plagued by racial prejudice, with an all-white jury and based on the testimonies of two convicted and confessed robbers, pressured by the authorities, who later recanted. The conviction was ratified in 1976, in a new trial that was opened after the uproar caused by the song Hurricane, by Bob Dylan, included in the album Desire, of the same year.
Dylan was so shocked to read Carter's memoirs that he went to visit him and, after meeting him, decided to write and record the song. With great narrative quality, Dylan presents us with an eight-minute sung film, in which he makes clear the injustice and racism on which the American judicial system is based, serving as a spark for a national (and international) campaign and mobilization that ended up forcing the opportunity for the case to be reviewed in 1985 and new evidence of Carter's innocence to be presented. Faced with the weight of the evidence, the judge immediately granted him his freedom, concluding that the former boxer's rights had been violated and that the conviction responded "more to racism than to reason."
Twenty-three years after the song's release, and fourteen years after Carter's acquittal, the film Hurricane, directed by Norman Jewison and starring Denzel Washington, was released. The story behind this piece demonstrates how important a song can be when it responds to the cries of the voiceless. Dylan answered the call of his conscience (and the conscience of a community crying out for justice) and ended up being, with his song, the most powerful speaker for one victim (among many) of an unjust and prejudiced system. That's why I have it among the fundamental ones.
N° 1 Like a Rolling Stone
¿Qué se puede decir sobre esta canción, si sobre ella ya se ha dicho casi todo? Marca, sin duda, un antes y después en la carrera de Dylan, pero también en la historia del rock, en la industria musical y en el espíritu de un proyecto generacional que hervía con la sangre de la juventud en los años 60.
Muchas teorías se han escrito y manoseado acerca de la identidad de la “Señorita Solitaria”, caída en desgracia, después de haber disfrutado lujos, popularidad y buena fortuna. Esas elucubraciones van desde Joan Báez, con quien el músico tuvo una relación amorosa, que terminó al escoger cada quien caminos muy distintos para sus carreras; hasta Edie Sedgwick, la modelo y actriz, musa de Andy Warhol, a la que atribuyen ser la fuente de tensión entre ambos artistas por el recurrente maltrato de Warhol hacia ella. Otros afirman que el personaje es completamente una autorreferencia, para retratar el cansancio de Dylan por las expectativas de todos sobre su obra y destino.
Lo cierto es que esta suerte de catártico grito, sobre el desengaño y el encuentro con una realidad hostil para la que no se está preparado, rompió muchísimos esquemas. Confirmó el alejamiento de Dylan de la escena folk y su inmersión en experiencias más eléctricas y abrió las puertas del rock hacia letras profundas, descarnadas y cínicas, con los pies plantados en vidas comunes y reales, más que en idílicos ensueños e historias de amor eterno.
Lanzada en 1965, como parte de su sexto álbum de estudio, Highway 61 Revisited, ha sido versionada por grandes íconos de la música como Judy Collins, The Four Seasons, The Rascals, Johnny Winter, Cher, The Rolling Stones, Mick Ronson con David Bowie, Spirit, Michael Bolton, David Gilmour, The Wailers y Green Day, entre muchos otros. En 1967, el mítico guitarrista Jimi Hendrix grabó una histórica versión en vivo, junto a su banda The Jimi Hendrix Experience, en el Monterrey Pop Festival. Hendrix, quien se confesó gran fanático de Dylan y, en especial, de Like a Rolling Stone, opinó sobre el tema: “Me hizo sentir que no era el único que se sentía tan deprimido”.
Es, tal vez, la canción más elogiada de la historia. En 2004, La Revista Rolling Stone la colocó en el número 1 de su lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. En 2014, volvió a romper records, al subastarse su manuscrito original y terminar vendiéndose por dos millones de dólares, una cifra inédita para el primer soporte de la letra de una canción popular. Casi 60 años después, el contundente mensaje sigue allí, vigente, retumbando las paredes de una adormilada conciencia colectiva, suscitando todavía más preguntas que respuestas… How does it feel?
What can be said about this song, if almost everything has already been said about it? It marks, undoubtedly, a before and after in Dylan's career, but also in the history of rock, in the music industry and in the spirit of a generational project that boiled with the blood of youth in the 60s.
Many theories have been written and bandied about the identity of the "Miss Lonely Lady", fallen in disgrace, after having enjoyed luxury, popularity and good fortune. These lucubrations range from Joan Baez, with whom the musician had a love affair, which ended when each one chose very different paths for their careers; to Edie Sedgwick, the model and actress, Andy Warhol's muse, who is said to be the source of tension between the two artists due to Warhol's recurrent mistreatment of her. Others claim that the character is entirely self-referential, to portray Dylan's weariness with everyone's expectations of his work and destiny.
What is certain is that this sort of cathartic scream, about disillusionment and the encounter with a hostile reality for which no one is prepared, broke many schemes. It confirmed Dylan's departure from the folk scene and his immersion in more electric experiences and opened the doors of rock towards deep, stark and cynical lyrics, with feet planted in common and real lives, rather than in idyllic reveries and stories of eternal love.
Released in 1965, as part of his sixth studio album, Highway 61 Revisited, it has been covered by great music icons such as Judy Collins, The Four Seasons, The Rascals, Johnny Winter, Cher, The Rolling Stones, Mick Ronson with David Bowie, Spirit, Michael Bolton, David Gilmour, The Wailers and Green Day, among many others. In 1967, the legendary guitarist Jimi Hendrix recorded a historic live version, along with his band The Jimi Hendrix Experience, at the Monterrey Pop Festival. Hendrix, who confessed himself to be a great fan of Dylan and, especially, of Like a Rolling Stone, said about the song: "It made me feel that I was not the only one who felt so depressed".
It is perhaps the most praised song in history. In 2004, Rolling Stone Magazine placed it at No. 1 on its list of the 500 greatest songs of all time. In 2014, it broke records again, when its original manuscript was auctioned and ended up selling for two million dollars, an unprecedented figure for the first support of the lyrics of a popular song. Almost 60 years later, the powerful message is still there, still in force, reverberating the walls of a sleepy collective conscience, still raising more questions than answers... How does it feel?
Y así cerramos esta cuenta regresiva con mis canciones favoritas del Maestro de Maestros, Bob Dylan. ¿Qué hay de ti? ¿Cuál agregarías? ¿Cuáles son las tuyas y por qué? Te invito a compartirlas en los comentarios para seguir celebrando la larga vida y carrera de un auténtico artista, merecedor de una inmortalidad ganada a pulso desde hace muchos años, como Músico y como Poeta. Si deseas saber más acerca de Bob Dylan y su influyente obra, dejaré al final varios enlaces que me sirvieron de fuentes para esta publicación y por donde puedes iniciar tu investigación. Hasta la próxima Hivers.
And so we close this countdown with my favorite songs by the Master of Masters, Bob Dylan. What about you? What would you add? What are yours and why? I invite you to share them in the comments to continue celebrating the long life and career of an authentic artist, deserving of a hard-earned immortality for many years now, as a musician and as a poet. If you want to know more about Bob Dylan and his influential work, I will leave at the end several links that I used as sources for this post and where you can start your research. Until next time Hivers.
Bob Dylan: el niño de fuego, el viejo de barro. por Salvador León en Público
'Hurricane': La historia de racismo e injusticia detrás del éxito de Bob Dylan
Bob Dylan | Biography, Songs, Albums, & Facts | Britannica