Las industrias del café y del vino están en peligro de extinción debido a las enfermedades de las plantas, la roya del café y el oidio. La roya del café destruirá la industria del café que proporciona sustento a paises enteros. Y el Oidium puede devastar la industria del vino, amenazando el sustento de más de otros millones de personas que dependen de él para sus ingresos.
Los cambios en las condiciones climáticas harán que las áreas que hoy son óptimas para el cultivo de la vid no sean aptas para este fin. El impacto del cambio climático se siente en muchos sectores, incluida la industria del vino.
Uno de los principales impactos del cambio climático es la creciente vulnerabilidad de la producción de vino. La vid es un cultivo importante que necesita atención en muchas regiones, ya que genera empleos e ingresos para los agricultores. Existe la posibilidad de que lo perdamos todo si nada cambia pronto. Disminuirán las superficies donde se puede cultivar y disminuirá también la calidad del vino producido.
Puede parecer que la respuesta a este problema sería simplemente trasladar la producción a otra parte. El vino no se trata solo de agricultura, también lleva un patrimonio cultural que está profundamente arraigado en la tradición con muchas generaciones de enólogos antes. La ciencia detrás de la producción de vino es muy compleja y ha sido estudiada durante siglos. No se trata solo de cultivar uvas, sino también la composición del suelo y muchos otros factores.
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La producción de vino es un problema sociocultural, ya que cuenta con una infraestructura propia que no es fácil de trasladar. La competencia entre los productores tradicionales y disruptivos puede significar que la producción puede mantenerse. Para ello, será necesario invertir en nuevas infraestructuras para los nuevos entornos, mientras que los productores tradicionales muy probablemente abandonarían las suyas. Un objetivo central para los viticultores es adaptarse y crear variedades tolerantes que sean adecuadas para los nuevos entornos. Esto plantea un desafío sustancial del cual otras industrias agrícolas como la del café o la cannabis podrán aprender lecciones. Por otro lado, el riego puede resultar en un mayor consumo de agua, lo que privará a los ecosistemas de agua dulce del agua potable que tanto necesitan.
El cambio climático hará que el vino sea más problemático para producir, así que aparentemente nos encaminamos hacia una potencial extinción de diversos frutos que actualmente son de consumo masivo.
Estados Unidos es el segundo mayor productor de vino del mundo detrás de Francia. Los microclimas y la composición del suelo únicos de estos países han ido cambiando debido al aumento de la temperatura, los cambios en las precipitaciones y las alteraciones en la duración de la temporada de cultivo. Estos cambios ambientales han sido documentados como perjudiciales para una serie de variedades de uva y podrían resultar en la eventual extinción de ciertas plantas.
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