ESPAÑOL
En un antiguo pueblo, se rumoreaba que la antigua mansión de los Maikels estaba embrujada. Muchos lugareños afirmaban haber escuchado gritos y lamentos provenientes de la casa en medio de la noche. La policía había recibido numerosas denuncias, pero nunca encontraron evidencia de actividad paranormal.
Un día, el detective Thompson fue asignado al caso de la mansión Maikels. A pesar de ser escéptico respecto a lo sobrenatural, decidió investigar a fondo. Al llegar a la casa, sintió una extraña sensación de opresión y escalofríos recorriendo su espalda. Decidió adentrarse en la mansión en busca de respuestas.
Mientras exploraba las habitaciones polvorientas y desgastadas, Thompson descubrió un diario antiguo perteneciente a la familia Maikels. En él, se relataba la historia de una joven llamada Esther, quien había sido acusada injustamente de brujería y condenada a muerte en la hoguera. La familia Maikels había sido testigo de su ejecución y desde entonces, la mansión estaba maldita por el espíritu vengativo de Esther.
A medida que Thompson profundizaba en la historia, comenzó a experimentar sucesos inexplicables. Luces parpadeantes, objetos que se movían solos y sombras que parecían acecharlo en cada esquina. El detective se sentía cada vez más perturbado, pero se negaba a rendirse.
Finalmente, durante una noche tormentosa, Thompson presenció una manifestación sobrenatural en la mansión. La figura fantasmal de Esther apareció ante él, con ojos llenos de ira y sed de venganza. El detective comprendió que debía poner fin a la maldición para liberar el alma atormentada de la joven.
Con valentía, Thompson enfrentó a Esther, enseñándole lo que ocurrió en su pasado y logró descubrir la verdad detrás de su condena injusta. Con lágrimas en los ojos, la joven espíritu finalmente encontró paz, en su pecho creció una luz blanca y desapareció en la oscuridad. La mansión Maikels quedó en silencio, liberada de su terrible pasado.
El detective Thompson abandonó la casa con un sentimiento de alivio y respeto por lo desconocido. Nunca olvidaría la experiencia paranormal y policial que lo llevó al límite del terror, pero también le enseñó que a veces, la verdad más aterradora reside en la historia oculta detrás de las sombras.
ENGLISH
In an old town, the Maikels' old mansion was rumored to be haunted. Many locals claimed to have heard screams and cries coming from the house in the middle of the night. The police had received numerous complaints, but never found evidence of paranormal activity.
One day, Detective Thompson was assigned to the Maikels mansion case. Despite being skeptical about the supernatural, he decided to investigate thoroughly. Upon arriving at the house, he felt a strange sensation of oppression and chills running down his spine. He decided to enter the mansion in search of answers.
While exploring the dusty and worn rooms, Thompson discovered an old diary belonging to the Maikels family. In it, the story of a young woman named Esther was told, who had been unjustly accused of witchcraft and sentenced to death at the stake. The Maikels family had witnessed his execution and since then, the mansion was cursed by Esther's vengeful spirit.
As Thompson delved deeper into the story, he began to experience unexplained events. Flickering lights, objects that moved on their own, and shadows that seemed to stalk him around every corner. The detective felt increasingly disturbed, but he refused to give up.
Finally, during a stormy night, Thompson witnessed a supernatural manifestation at the mansion. The ghostly figure of Esther appeared before him, her eyes filled with anger and a thirst for revenge. The detective understood that he had to end the curse to free the young woman's tormented soul.
Bravely, Thompson confronted Esther, teaching her what happened in her past and managed to discover the truth behind her wrongful conviction. With tears in her eyes, the young spirit finally found peace, a white light grew in her chest and she disappeared into the darkness. The Maikels mansion fell silent, freed from its terrible past.
Detective Thompson left the house with a feeling of relief and respect for the unknown. He would never forget the paranormal and police experience that took him to the edge of terror, but he also taught him that sometimes, the most terrifying truth lies in the story hidden behind the shadows.