Confesiones de una suicida/ Confessions of a suicide

in #hive-196487last year

Nunca confíes en que nadie malinterpreta lo que dices... Una palabra o una acción que consideres insignificante, puede desatar en una mente perturbada, la peor catástrofe que puedas imaginarte...

Amanda desde pequeña notó que no era una niña regular. Sus gustos por las cosas complejas resultaba algo difícil de manejar para su madre, una mujer para quien la vida solo tenía dos matices: blanco o negro, bueno o malo.

Cada intento desesperado por parte de Amanda, de salir de ese cajón creado por su madre, era frenado de la manera más brusca posible: una palabra que pasó a ser el gatillo para muchos comportamientos erráticos.

Disfrazó su impotencia con el traje de la timidez, y se replegó a tratar de ser quien su madre quería, todo por lograr la aceptación de alguien que se suponía la debía amar sin condiciones, pero que a su vez le recordaba reiteradas veces el hecho de lo infortunado que resultó para ella la noticia de su embarazo.


Image by Aamir Mohd Khan from Pixabay

Pero esto tampoco le funcionó a Amanda, así que iba por la vida con ganas de no vivirla, fingiendo una sonrisa cuando así se lo pedían, pues realmente no sabía como hacerla de manera natural.

A los 5 años, ya sabía que ese no era su lugar, y pensaba que realmente no había uno para ella. Pasaba el tiempo viendo cómo los demás podían tener eso que anhelaba, y que parecía no ser tan difícil de tener.

Se consideraba defectuosa, sucia e incompleta, viviendo solo por malgastar aire y porque nadie le decía cómo se podía terminar con eso.

Comenzó a pincharse los dedos con los alfileres del distintivo que llevaba en la camisa del uniforme escolar. Era para ella una manera de drenar todo lo que vivía a diario, y un autocastigo por no ser la hija perfecta.

Un par de años después, encontró en la papelera una hojilla de la afeitadora de su padre y la guardó. Ya los pinchazos no le producían el mismo efecto. Tampoco el remedio para la fiebre que mamá escondía en el gabinete de arriba y que robaba cada vez que se sentía ansiosa. Así que la hojilla, con cortes en los tobillos, fue el siguiente paso.

A los 11, un desconocido abusó de ella. Se enteró que había sido un abuso luego de todo, pues ni sabía lo que estaba pasando. No opuso resistencia. Su mente estaba disociada de su cuerpo desde hacía mucho tiempo, así que lo que pasaba con su físico, no llegaba a su mente.

Desde los 10 años, se hizo un personaje paralelo, una gemela llamada Rebecca, que era todo lo contrario. Viviendo como ella, la existencia era mucho más llevadera, así que por qué no ser mejor Rebecca y dejar en el olvido a Amanda?


Gustavo Lanes - Unsplash

Pero los momentos de crisis no distinguían quien era quien, solo aparecían y ella se cortaba. Lo hacía en lugares que nadie podía ver a simple vista. Así se ahorraba dar explicaciones, aunque cada vez habían más cicatrices, y también más sangre.

Un día, mientras veía una película en la Tv, el personaje principal, un mafioso que estaba por ser descubierto, tomó un cuchillo y lo llevó consigo al baño. Se dispuso a tomar una ducha, pero al contrario decidió llenar la bañera, se sumergió en ella y con el cuchillo hizo un corte limpio en su vena femoral y luego en la otra pierna, a la misma altura, para dejar caer el arma y morir desangrado antes de que llegara la policía.

Su madre apagó la tv bastante molesta con el desenlace, se esperaba una película "mejor", para Amanda, esa escena final fue la respuesta que tanto había estado esperando. Si bien no quería seguir viviendo, tampoco quería una muerte con sufrimiento.

"Ya he sufrido bastante, no? se contestaba a si misma.

Esa misma noche, luego de lavar los platos de la cena, se llevó un cuchillo a su habitación y lo escondió debajo de la almohada.
Cuando todos ya estaban dormidos, emuló la escena sin ningún remordimiento. Era como llevar su rutina de cortes a un nivel superior.


Hassan Rafhaan - Unsplash

Un charco de sangre se fue formando en el colchón, para luego empezar a gotear al piso.

A la mañana siguiente, cuando su madre fue a despertarla para ir a la escuela, notó el cuerpo sin vida de Amanda, quien parecía sonreír genuinamente. Solo así logró que su sonrisa no fuera fingida.

Never trust that anyone misinterprets what you say... A word or an action that you consider insignificant, can trigger in a disturbed mind, the worst catastrophe you can imagine...

Amanda noticed from a young age that she was not a regular girl. Her taste for complex things was something difficult to handle for her mother, a woman for whom life only had two shades: black or white, good or bad.

Every desperate attempt by Amanda to get out of that box created by her mother, was stopped in the most abrupt way possible: a word that became the trigger for many erratic behaviors.

She disguised her impotence with the costume of shyness, and retreated to try to be who her mother wanted, all in order to achieve the acceptance of someone who was supposed to love her unconditionally, but who in turn repeatedly reminded her of the fact of how unfortunate it was for her the news of her pregnancy.


Image by Aamir Mohd Khan from Pixabay

But this did not work for Amanda either, so she went through life wanting not to live it, faking a smile when they asked her to, because she really did not know how to do it naturally.

At 5 years old, she already knew that this was not her place, and she thought that there really was not one for her. Time passed watching how others could have what she yearned for, and that it did not seem so difficult to have.

She considered herself defective, dirty and incomplete, living only to waste air and because no one told her how to end it.

She began to prick her fingers with the pins of the badge she wore on her school uniform shirt. It was for her a way to drain everything she lived through every day, and a form of self-punishment for not being the perfect daughter.

A couple of years later, she found a razor blade in the trash and kept it. The punctures no longer produced the same effect. Nor did the fever remedy that mom hid in the cabinet upstairs and that she stole every time she felt anxious. So the blade, with cuts on her ankles, was the next step.

At 11, a stranger abused her. She found out it had been an abuse after all, because she did not even know what was happening. She did not resist. Her mind had been dissociated from her body for a long time, so what happened to her physically, did not reach her mind.

Since she was 10 years old, she created a parallel character, a twin sister named Rebecca, who was the complete opposite. Living as her, existence was much more bearable, so why not be better Rebecca and forget Amanda?


Gustavo Lanes - Unsplash

But the crisis moments did not distinguish who was who, they only appeared and she cut herself. She did it in places that no one could see at first sight. This way she saved herself from having to explain, although there were more and more scars, and also more blood.

One day, while watching a movie on TV, the main character, a mobster who was about to be discovered, took a knife and took it with him to the bathroom. He got ready to take a shower, but instead decided to fill the tub, he submerged in it and with the knife made a clean cut in his femoral vein and then in the other leg, at the same height, to let the weapon fall and die of blood loss before the police arrived.

Her mother turned off the TV quite annoyed with the outcome, a "better" movie was expected, for Amanda, that final scene was the answer she had been waiting for so long. If she did not want to continue living, she did not want a death with suffering either.

"Haven't I suffered enough?" she asked herself.

That same night, after washing the dinner dishes, she took a knife to her room and hid it under the pillow. When everyone was already asleep, she emulated the scene without any remorse. It was like taking her cutting routine to a higher level.


Hassan Rafhaan - Unsplash

A pool of blood began to form on the mattress, and then began to drip to the floor.

The next morning, when her mother went to wake her up to go to school, she noticed Amanda's lifeless body, who seemed to genuinely smile. Only then did she manage to make her smile not fake.


Foto/Photo by: Gustavo Lanes & Hassan Rafhaan (Unsplash) and Aamir Mohd Khan (Pixabay)
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.

Sort:  

Que fuerte lo que relatas, y lo peor, es que es algo que pasa. Me identifique con Amanda solo que no llegue a ese extremo, bueno casi.

Es increíble lo que hacen los traumas de la niñez que alimentan los padres sin darse cuenta o, en ocasiones, se dan cuenta pero les vale... triste.. me dejaste un nudo en la garganta. Excelente relato y muy aterrador.

Cada vez son más personas las que pasan por esto, en silencio. Por eso siempre he creído necesario que hayan psicólogos en las escuelas y secundarios, pero no en oficinas, sino que vayan a los salones, observen e interactúen. Muchas vidas y muchas explosiones de ira con graves consecuencias se ahorrarían en el mundo.

Una historia con mucho realismo cargado, está es una de las situaciones más comunes en nuestros días. El desenlace fue muy trágico y triste.

Gracias por compartir.
Una excelente noche.👻

Fuerte esta realidad, porque es lo que es, muchos niños están creciendo justo así y eso es lo que lo hace más aterrador. Que es verdad.

Increíble relato me gusta mucho y espero leer más en el futuro ❤️

Es una realidad que se pierde entre todo el resto de cosas a las que si le dan valor: moda, vanidad, medios, popularidad...
Gracias por tu comentario. Cada miércoles tengo fija una entrega en esta comunidad, así que espero verte por acá también.

Hay amiga que terrible historia, me duele tanto leerla.

untitled.gif

Ay no! das miedo tu también!

Ooooooomg😱
Very very very waaaooozss!

Muchas veces no sabemos el costo o el peso que pueda tener algunas palabras en algunos momentos, y tal como Manda vamos creciendo con ello, es lamentable como toda su vida fue fingir y buscar la forma de ser la hija perfecta, y que sólo el día de su muerte logró encontrar paz!

Te felicito por esta increíble historia Marluyy✨❤️❤️

Son tristes vivencias de las que he sido testigo amiga. Muy cruda la realidad de muchos, que a veces no conocemos aunque los tengamos cerca.

Increíble historia Marlu!
Hay padres que son así y que prácticamente, controlan a los hijos sin importar lo que ellos quieran o sin dejarlos expresar sus sentimientos.

Por otra parte, por eso hay que cuidar mucho lo que ven los chicos, puede que ellos estén pasando una mala situación y al ver ese tipo de imágenes, pensar que esa puede ser la forma de acabar con sus problemas.

Oyee, una historia bastante cruda 😨
Sentía escalofríos de seguir leyendo, pero seguía adelante esperando el desenlace.

¡Muuy buena historia!

Si sentiste escalofríos, entonces logré mí cometido y no me equivoqué de comunidad!