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Saludos amigos, en el capítulo anterior de Mesmer habíamos quedado en una habitación con una especie de esfera sobre un pedestal en lo que parecía ser una parte secreta de esta biblioteca bajo la tierra.

Luego de discutir, Garret, Nait y yo decidimos explorar las otras habitaciones.

Garret decidió ir a la habitación de la izquierda y yo fui a la habitación de la derecha, para luego ir a la del centro.

En la habitación de la derecha me encontré con un pedestal que tenía una esfera de color verde con inscripciones en un lenguaje que no lograba entender.

Inmediatamente le pedí a Nait que por favor me tradujera o intentara ver qué decía allí. Después de varios intentos, logró descifrar que decía: "El verde crece con la fuerza de la tierra".

Nos dimos cuenta de que estábamos frente a un acertijo relacionado con las otras esferas de diferentes colores: azul, roja y ahora verde.

Poco después, Garret llegó con un libro rojo en la mano que había encontrado. Me lo mostró y me lo entregó.

Intenté leerlo y pedí a Nait que lo descifrara. Él me dijo que era un antiguo conjuro de brujo que me permitía crear un portal para desplazarme a cualquier lugar en el que hubiera estado o conociera.

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El libro, conocido como "El Libro de los Espíritus", resultó ser muy antiguo y poderoso, pero Nate no sabía mucho más al respecto.

Mientras intentaba descifrarlo, encontré otro conjuro de invocación que me permitía crear una sombra en forma de árbol, la cual podía vigilar o infligir daño bajo mi comando durante aproximadamente medio minuto.

Así que aprendí estos nuevos conjuros gracias al libro.

Después de deliberar sobre qué hacer, decidimos levantar la esfera verde en esa habitación.

Al hacerlo, se materializó un golem de tierra, quien se presentó como el guardián del lugar. Nos preguntó quiénes éramos y le explicamos que éramos exploradores que buscábamos resolver el problema de la oscuridad en el mundo y que tal vez él pudiera ayudarnos.

El golem nos advirtió que este lugar se construyó para proteger los manuscritos ancestrales y que nosotros no deberíamos estar allí, ni siquiera ellos.

Nos mostró los cadáveres de otros intrusos y le pregunté quiénes eran. El golem me dijo que eran intrometidos, al igual que nosotros.

Intenté convencer al golem de que no éramos intrometidos, sino guardianes del reino, pero él no me creyó.

Según él, no había guardianes en el reino desde hace más de 100 años, y él era el único guardián de la biblioteca ancestral.

Después de discutir durante mucho tiempo, el golem decidió que no nos permitiría salir y menos si teníamos el Libro de los Espíritus.

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El golem se desintegró y desapareció, pero la puerta que se había abierto detrás de él se cerró nuevamente.

Luego de dialogar e intentar diferentes opciones, llegamos a la conclusión de que debíamos dirigirnos a la habitación del centro y activar el mecanismo que allí se encontraba.

La habitación del centro tenía tres pedestales, cada uno con una esfera.

Después de varios intentos y pruebas, nos dimos cuenta de que existía una especie de dimensión alterna y necesitábamos la ayuda de alguien para activar el mecanismo.

Nait, Garrett y yo colocamos las esferas al mismo tiempo para lograr activarlo.

Invoqué a mi sucubo Nocta para que explorara la dimensión alterna y nos informara sobre lo que veía.

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Ella vio unas sombras, lo que nos llevó a descubrir que podíamos activar el mecanismo pidiendo ayuda a mi cuervo Mister C.

Mister C se posicionó en uno de los pedestales y, con su peso y picoteo, logró activar el mecanismo mientras nosotros estábamos en la realidad alterna.

Al hacer esto, se creó una especie de realidad alterna y nos encontramos en una habitación con un gran trono y adivinen, que ante nosotros estaba nada más y nada menos que un ser de dos metros de estatura.

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Él era el devorador de secretos, quien me dijo que bueno, por fin que no valió de nada lo que yo había hecho.

A final de cuentas, él estaba aquí y yo tenía que darle lo que él me había pedido:

la gota de mi sangre para poder completar el ritual y ascender como dios.