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QUINTA PARTE
ENTROPÍA
Al ver aquella horripilante escena, me fui en vómito, en cambio, el doctor Siniestro estaba como si nada. Miró el cuerpo destrozado de la enfermera con detenimiento: ella era Carla, una de las empleadas más antiguas del hospital. No teníamos mucha relación; ni siquiera sabía si estuvo casada con hijos, solo recuerdo haber sentido una profunda pena por ella, era el resultado de un exceso de un silencio y una derrota que el doctor Siniestro no estaba dispuesto a aceptar.
Él miró por la entrada del ducto de ventilación y señaló de que Marta entró por allí.
—¡Debemos atraparla antes de que ocurra algo más! —Increpó el doctor ignorando el cadáver.
—¡Doctor, alguien ha muerto! —Exclamé con mucho coraje— ¡Debemos alertar al hospital!
En ese momento, la alarma sonó en todos los pasillos del edificio, los ductos de ventilación se apagaron y el personal acudió rápidamente a la habitación para ver qué pasaba. Todos se quedaron pasmados al ver el cadáver de Carla, el doctor se quedó en completo silencio y salió de la habitación. Raúl y yo fuimos tras él, esperando alguna solución para lo que había pasado.
—¡Doctor! —le grité para detenerlo— Aunque encontremos a Marta, lo que acaba de pasar no podemos cambiarlo. Esto tendrá consecuencias muy graves.
—¡Cállate, Romano! —Respondió encolerizado— Sé lo que tengo que hacer, pero necesito que te calmes para poder pensar.
De repente, el director del hospital apareció. Raúl se apartó de nosotros para evitar toparse con él. Sin pestañear, el señor Columbus confrontó al doctor Siniestro de una vez.
—¿Qué está pasando? —Preguntó con pánico en su voz— Doctor Siniestro, ¿es verdad lo que acaban de decirme?
El doctor puso una cara fría sin dejar que ningún signo de emoción se escapara a la superficie. —Es cierto, director Columbus, pero debemos resguardar la calma si queremos hacer algo.
—¿Qué sugiere? Sabía que algo iba a salir mal cuando mis dudas empezaron a salir a flote. Le di demasiada libertad y ahora… ¡Ahora una persona está muerta!
Unos enfermeros pasaron a un lado de nosotros llevando el cadáver de Carla cubierto por un edredón negro. Mis ojos no dejaban de enfocarse en ella, perdí por completo la abrasante conversación que sostenía el doctor Siniestro con el director Columbus, y solo llegué escuchar el final.
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—¡Más vale que lo resuelva ahora mismo o será el fin de su carrera! —Amenazó el director antes de marcharse enojado. El doctor Siniestro dio media vuelta y pasó a un lado de mí rápidamente. Yo entré en razón y lo seguí.
—¿Qué vamos a hacer? —Le pregunté.
—Pues vamos a buscar a Marta, no pudo haber salido del hospital; aún no, sé dónde podemos encontrarla.
—Doctor Siniestro… —Susurró Raúl apareciendo de la nada—, déjeme acompañarlo. En parte me siento responsable por lo que ha ocurrido y quiero ayudar en lo que pueda.
—Gracias, Raúl, con tu ayuda sé que podremos detenerla —Afirmó el doctor.
—¿Qué haremos entonces? —Pregunté— Es decir, una vez que atrapemos a Marta, ¿qué será lo siguiente?
—Debemos llevarla al laboratorio y adormecerla, luego veremos qué hacer con ella.
Nos dirigimos hacia la parte más desolada del hospital, donde se hallaban los pasillos y habitaciones en mal estado. Esta zona estaba en desuso después de que un incendio lo consumió casi todo. Muchos pacientes, que estaban encerrados en estas habitaciones, murieron calcinados mientras dormían. El hospital tardó mucho tiempo en recuperarse de este accidente.
—¿Está seguro de que ella está por aquí? —Murmuró Raúl asustado.
—Este era su lugar favorito los primeros meses desde que la internaron —Afirmó el doctor Siniestro— Ella solía dibujar en esas paredes cubiertas de hollín, decía que la ayudaba a capturar las alucinaciones que atormentaban su cabeza.
Un ruido se escuchó de repente y todos quedamos pasmados.
—¿Qué fue eso? —Dije apretándome las manos.
—¡No se muevan!, creo que logro captar algo en la oscuridad —Musitó el doctor mientras señalaba hacia el frente.
Enfoqué mi vista y pude detectar algo blanco que se movía en medio de la negrura. Era pequeño y, a medida que se iba acercando a nosotros, pudo definirse su forma.
—¡Es Marta! —Manifesté.
—No se le acerquen —advirtió el doctor Siniestro—, puede ser muy peligrosa.
—¿Doctor? ¿Raúl? ¿Qué está pasando? —dijo Marta con la voz ronca— ¿Por qué estoy manchada de sangre? Siento mucho dolor de cabeza… las piernas me tiemblan, yo… yo…
Unos brazos que emanaron de la oscuridad de repente, tomaron a Marta y la jalaron con brutalidad. Todos, incluyendo a Raúl, gritamos despavoridos y huimos hacia la zona iluminada del hospital. El horror nos dominó tanto, que no nos detuvimos a preguntarnos que acababa de pasar, pero el caos no paraba allí, pues el hospital se estaba convirtiendo en un hacinamiento de horror.
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Los pacientes se volvieron brutalmente hostiles y comenzaban a atacar al personal del hospital. Miraba a mí alrededor y solo veía desastre y muerte, no sabíamos para donde correr. Nos abrimos el camino a puñetazos, y en uno de esos forcejeos violentos contra los pacientes, Raúl quedó herido.
—¡Raúl, no! ¡Toma mi mano! —Le grité estirando mi brazo, pero fue vano. El hombre fue arrastrado como una sábana sobre el suelo y varios pacientes lo llevaron a la habitación. Lo último que escuché emanando de él fueron sus gritos desgarradores.
Petrificado por el horror de haber perdido al pobre Raúl, el doctor Siniestro me tomó del brazo y me metió con él forzosamente al laboratorio e inmediatamente cerró la puerta con llave.
—¿¡Qué… qué está pasando!? —pregunté aterrado— ¿Por qué los pacientes se volvieron agresivos de repente? Tiene que ver con el Neuroparásito, ¿no es así?
El doctor tardó unos segundos en responder. Estaba desencajado y nervioso. Se peinaba le cabello con las manos mientras gruñía.
—Parece que adquirió una habilidad que no predijimos. Ahora el Neuroparásito se ha replicado y por lo que veo es contagioso. El hospital se ha convertido en un edificio peligroso, y lo peor, ¡estamos atrapados!
Me coloqué las manos en la cabeza después de escuchar lo que dijo. Me negaba a creer que ese era nuestro final, tenía que haber una salida…
—¡Todo porque usted no me escuchó, doctor!, ahora, ¡mire! ¿Cómo vamos a salir de esta? Si hubiéramos extraído el Neuroparásito del cuerpo de Marta después de ver que se puso violenta, nada de esto estuviera pasando.
—¡Ya no hay tiempo para lamentarnos por eso! —vociferó el doctor— La única solución que veo es incendiar este hospital con todo y los pacientes.
—¡¿Se volvió loco?!
—Si detener una masacre que se puede convertir en pandemia me vuelve un loco, entonces sí, ¡me he vuelto desquiciado! Si quieres sobrevivir, Romano, haz lo que te digo. Si mis deducciones son ciertas, el Neuroparásito se inactivará y todos los pacientes dejarán de ser hostiles; tal y como pasó con Marta.
—Pero eso pasó porque usted la sedó, ¿cómo sabemos que va a suceder en cualquier momento?
—Porque recuerda que el Neuroparásito está para alimentarse de las anomalías dañinas del sistema nervioso, una vez que quede satisfecho, se colocará en un estado de reposo; es allí deberemos estar preparados para lo que sigue.
—Doctor, ¿matar a todos los pacientes infectados? ¿De verdad deberemos ser tan drásticos?
—Si tienes una mejor idea, entonces dila.
No se me ocurrió nada, la verdad estaba aterrado por los gritos que se escuchaban afuera del laboratorio. Negué con la cabeza y permití que el doctor prosiguiera.
—Bien, este es el plan.
CONTINUARÁ...
FIVE PART
ENTROPY
When I saw that horrifying scene, I left in vomit, but Dr. Siniestro was as if nothing had happened. He looked at the nurse's mangled body carefully: she was Carla, one of the oldest employees of the hospital. We didn't have much of a relationship; I didn't even know if she was married with children, I only remember feeling a deep sorrow for her, it was the result of an excess of silence and a defeat that Dr. Siniestro was not willing to accept.
He looked through the entrance of the ventilation duct and pointed out that Marta had entered there.
-We must catch her before something else happens! -The doctor said, ignoring the corpse.
-Doctor, someone is dead! -I exclaimed bravely, “We must alert the hospital!
At that moment, the alarm sounded in all the building corridors, the ventilation ducts were turned off and the staff rushed to the room to see what was going on. Everyone was stunned to see Carla's corpse, the doctor was completely silent and left the room. Raul and I went after him, hoping for some solution to what had happened.
-Doctor! -Even if we find Marta, we can't change what just happened. This will have very serious consequences.
-Shut up, Romano! -I know what I have to do, but I need you to calm down so I can think.
Suddenly, the hospital director appeared. Raul turned away from us to avoid running into him. Without batting an eye, Mr. Columbus confronted Dr. Sinestro at once.
-What's going on? -He asked with panic in his voice. “Doctor Siniestro, is it true what you just told me?
The doctor put on a cold face without letting any sign of emotion escape to the surface. -That's true, Director Columbus, but we must remain calm if we want to do anything.
-What do you suggest? I knew something was going to go wrong when my doubts began to surface. I gave him too much leeway and now... now a person is dead!
Nurses passed by us carrying Carla's corpse covered by a black comforter. My eyes kept focusing on her, I completely missed the searing conversation Dr. Sinestro was having with Director Columbus, and only got to hear the end.
-You better figure it out right now or it will be the end of your career! -The director threatened before storming off in a huff. Dr. Sinestro turned around and walked past me quickly. I came to my senses and followed him.
-What are we going to do? -I asked him.
-Well, let's go look for Marta, she couldn't have left the hospital; not yet, I know where we can find her.
-Doctor Siniestro... -Raul whispered, appearing out of nowhere, -let me come with you. I feel partly responsible for what has happened and I want to help in any way I can.
-Thank you, Raul, with your help I know we can stop it, -said the doctor.
-What are we going to do then? -I asked, “I mean, once we catch Marta, what's next?
-We should take her to the lab and put her to sleep, then we'll see what to do with her.
We headed towards the most desolate part of the hospital where the corridors and rooms were in disrepair. This area was in disuse after a fire had consumed most of it. Many patients, who were locked in these rooms burned to death in their sleep. The hospital took a long time to recover from this accident.
-Are you sure she's around here? -Raul muttered in fright.
-This was her favorite place for the first few months since she was hospitalized,- said Dr. Siniestro. -She used to draw on those soot-covered walls, she said it helped her capture the hallucinations that tormented her head.
A noise was suddenly heard and we were all stunned.
-What was that? -I said, clasping my hands.
-Don't move, I think I can pick up something in the dark, -the doctor muttered as he pointed to the front.
I focused my eyes and could detect something white moving in the middle of the blackness. It was small, and as it came closer to us, its shape became clearer.
-It's Marta! -I said.
-Don't go near her,” warned Dr. Siniestro, -she could be very dangerous.
-Doctor? Raul? What's happening? -Why am I stained with blood? I feel a lot of headaches... my legs are trembling, I... I...
Arms suddenly emanated from the darkness, grabbed Marta, and pulled her brutally. All of us, including Raul, screamed in terror and fled towards the lighted area of the hospital. Horror overpowered us so much that we did not stop to wonder what had just happened, but the chaos did not stop there, for the hospital was becoming an overcrowded horror.
The patients became brutally hostile and started to attack the hospital staff. I looked around and saw only disaster and death, we didn't know where to run. We punched our way through, and in one of these violent struggles against the patients, Raul was wounded.
-Raul, no! Take my hand! -I shouted, stretching out my arm, but in vain. The man was dragged like a sheet on the floor and several patients carried him to the room. The last thing I heard emanating from him was his piercing screams.
Petrified by the horror of having lost poor Raul, Dr. Sinestro took me by the arm forced me with him into the laboratory, and immediately locked the door.
-What's... what's going on? -I asked terrified. -Why did the patients become aggressive all of a sudden? It has to do with the neuroparasite, doesn't it?
The doctor took a few seconds to answer. He was unhinged and nervous. He was combing his hair with his hands while grunting.
-It seems to have acquired an ability we didn't predict. Now the Neuroparasite has replicated and from what I see it is contagious. The hospital has become a dangerous building, and worse, we're trapped!
I put my hands on my head after hearing what he said. I refused to believe that this was the end of us, there had to be a way out.....
-All because you wouldn't listen to me, Doctor, now look, how are we going to get out of this? If we had extracted the Neuroparasite from Marta's body after we saw her become violent, none of this would have happened.
-We don't have time to regret that now! -The only solution I see is to burn down this hospital with everything and the patients.
-Are you out of your mind?
-If stopping a massacre that could turn into a pandemic makes me crazy, then yes, I've gone insane! If you want to survive, Romano, do as I say. If my deductions are true, the Neuroparasite will be inactivated and all the patients will stop being hostile; just as it happened with Marta.
-But that happened because you sedated her, how do we know it's going to happen at any moment?
-Because remember that the Neuroparasite is there to feed on the harmful anomalies of the nervous system, once it is satisfied, it will go into a resting state; it is there that we must be prepared for what follows.
-Doctor, kill all the infected patients? Do we have to be so drastic?
-If you have a better idea, then say so.
I couldn't think of anything, I was terrified by the screams outside the lab. I shook my head and allowed the doctor to continue.
-Okay, here's the plan.
TO BE CONTINUED...
Texto traducido con Deepl | Text translated with Deepl
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