Saludos amigos de Hive Pets,
Hoy quiero hablarles del apetito voraz de mi perrita Muñeca. He visto que los gatos no parecen llenarse nunca, por más que comen siempre quieren más. Aclaro que nunca los he criado en casa, pero si he tenido la oportunidad de tenerlos cerca por la visita que les he hecho a amigos y conocidos, entonces, ¿será que mi perrita tiene apetito de gato?. Los otros perros que he tenido han rechazado la comida si recién han comido, es perfectamente normal. No obstante, Muñeca a toda hora quiere comer, incluso, acabando de comer, de verdad no se llena, cualquiera que la ve piensa que ella no come y no es cierto.
Muñeca come dos veces al día, desayuna en la mañana una ración pequeña, luego a las 14:00 horas vuelve a comer, la ración es más grande. Ella controla el tiempo, si me he pasado de las 14:00 horas, me lo recuerda, se pone a llorar y si la puerta de madera está cerrada, le da golpes con sus patitas. Esto puede ser normal, ya se acostumbró a un horario, pero últimamente ha estado muy ansiosa, si nos ve comer se desespera aunque ya haya comido. Suelo almorzar entre las 12:30 pm y las 13:00 horas aproximadamente, entonces, ella comienza a quejarse. Pese a ello, yo espero su hora habitual de comida para dársela. Si ella acabó de comer y luego nos ve merendando, cenando o almorzando (a veces por trabajo como fuera de horario), hace un escándalo para que le den comida. Muñeca come de todo, mi padre dice “si le tiras una piedra se la traga entera” .
A pesar de alimentarse bien aquí en casa, ella no parece llenarse jamás. Cuando llegó aquí, Muñeca tenía su pelaje sano, no tenía enfermedades en la piel, lo que si tenía eran algunas garrapatas y estaba muy delgada, se podían ver sus costillas. La verdad no sé si estuvo viviendo en una casa y luego la abandonaron, el buen estado de su pelaje indicaba que no siempre vivió en la calle, al menos eso es lo que creo yo.
En principio, a pesar de haberla tenido viviendo conmigo en casa por algunos meses, estuvo delgada por mucho tiempo, se alimentaba bien, solo que compartía las raciones con otros perros en condición de calle a quien yo ayudaba. No era sencillo alimentar a tres perros, darle comida dos veces al día. Con el tiempo, uno de ellos se fue al arcoíris, se llamaba Tormenta, después solo quedó Muñeca y Perrito. Cuando Perrito acompañó a Tormenta en su viaje, Muñeca comenzó a tener la comida para ella sola, fue un cambio total, aumentó de peso, se puede ver la diferencia.
Pese a ello, mi perrita no se llena, es más, me sorprendía ver como Perrito que vivía en la calle comía con moderación, mientras que Muñe lo hacía con desesperación, como si fuera la primera vez que comiera en años. Cuando le doy un trozo de pan en la boca, ella casi me arranca la mano, tengo que previamente hacerle gestos, la única manera de hacerla entender que debe agarrar el pan con cuidado. En cambio Perrito, primero olía el pan, a veces no lo quería y otras veces si lo agarraba lo hacía con mucho cuidado, una gran diferencia.
A veces Muñeca llora indicando que quiere salir al jardín, cuando sale es a buscar la ventana del cuarto de mi padre, porque resulta que él está comiendo allí. Increíble, esta perrita huele la comida así esté lejos. Ha pasado que quiere salir al jardín y va directo a recoger un trozo de pan que la vecina le ha dejado entre las plantas y yo me pregunto, ¿Cómo lo supo?. Conoce el ruido de la bolsa de galletas, a penas suena se me acerca y claro ella quiere su ración.
Hice el video para mostrar cómo se pone Muñeca a la hora de la comida. Comienza a correr de un lado a otro, eufórica, ladra, quien sabe que me estará diciendo, a lo mejor que me apure. Cuando ya le voy a servir la comida, comienza a dar vueltas y vueltas sin parar, me hace recordar al anime de Tazmania, que siempre tiene hambre y se mueve dando vueltas por todos lados, la verdad es que verla así me causa mucha gracia.
Esa actitud de ella a veces me desespera, me estresa un poco cuando comienza a correr y a ladrar, ya saben, no siempre se está de ánimo, lo que hago es regañarla y mandarla al patio. Es gracioso verla, cuando pasa eso, ella se asoma y se esconde de manera repetitiva. La hora de la comida es su locura, solo una vez no la vi en ese estado, fue en una ocasión que tuve que
cuidar a un macho Pincher por un fin de semana, ella se sintió invadida, cohibida, pero eso fue solo el primer día, después que agarró confianza volvió a ser la misma de siempre.
En el video también vemos la manera de comer que tenía Perrito. Para Muñeca no fue su mejor escena, la he visto más desesperada. Parece que nunca superó eso del hambre, así como la mala costumbre que tiene de
hurgar en el basurero cuando se ha escapado de la casa. En algunos programas de TV dedicados a los perros dicen que no se le debe dar la comida cuando el perro está muy desesperado, hay que esperar un poco a que se le pase la euforia, de lo contrario, aprenderá una mala costumbre que después es difícil de controlar. Yo aplico es te consejo en Muñe, pero su reacción sigue siendo la misma.
Gracias por leer
Todas las fotografías son originales, tomadas con mi celular Xiaomi Redmi 9.
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