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While we wait for God to work in our lives, let us ask Him to help us grow in faith and patience.
3 As His divine power has given to us everything that pertains to life and godliness, through the knowledge of Him who called us by glory and goodness, 4 through which He has given us His very great and precious promises, so that through these you may be partakers of the divine nature, having escaped the corruption that is in the world caused by lust;
2 Peter 1:3-4
God's promises are impressive, they are beautiful, that is, they remind us of God's desire for our good, it helps us understand that God really cares about our lives, in turn all this fills us with hope and encourages us in the most difficult moments of our lives.
When contemplating God's promises, we must first take into account two very important aspects: first, faith and also patience. Faith consists of fully trusting in Jesus Christ as our personal savior, as our substitute. And after this, we rely on those promises and there is an action in response to that faith, which is patience, since at certain times God's work takes time; it is God's plan and not ours.
There are times when we wait and for us that divine promise is not being fulfilled. When that is happening, let's turn again to the word of God and look for the answer, let's verify if we are applying this required faith, if we are really convinced that this promise applies to our life, reformulate our request, let's remember that we must ask for what we need and it is not convenient to ask for our own pleasure only. God's promises are conditional, we can only access them by faith.
Reviewing the situation, examining the word, examining ourselves, learning to ask, all this undoubtedly helps us to develop and grow spiritually, this is the fundamental purpose of the Christian life, after this everything else is added, we get to know our Lord better, we fall more in love and we learn to depend more on his love and grace.
Let us not forget that the Holy Spirit is always in the middle, He is acting through the word, in those difficult situations where it seems that there is no hope, the Holy Spirit strengthens us and helps us to wait patiently to receive the promises of God. DO NOT DESPAIR!!!.
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Mientras esperamos que Dios obre en nuestras vidas, pidámosle que nos ayude a crecer en fe y paciencia.
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
2 Pedro 1:3-4
Las promesas de Dios son impresionantes, son hermosas o sea que nos traen a memoria ese deseo de Dios por nuestro bien, nos ayuda entender que Dios realmente le interesa nuestras vidas, a su vez todo esto nos llena de esperanza y nos alienta en los momentos más difíciles de nuestras vidas.
Al contemplar las promesas de Dios en primer lugar debemos tener en cuenta dos aspectos muy importantes: primero la fe y también la paciencia, la fe consiste en confiar plenamente en Jesucristo como nuestro salvador personal, como nuestro sustituto. Y después de esto nos apoyamos en esas promesas y hay una acción en respuesta a esa fe que es la paciencia ya que en determinados momentos la obra de Dios lleva tiempo, es el plan de Dios y no en nuestro.
Hay veces que esperamos y para nosotros esa promesa divina no se está cumpliendo. Cuando eso esté sucediendo recurramos nuevamente la palabra de Dios y busquemos así la respuesta, verifiquemos si estamos aplicando esta fe requerida, si estamos realmente convencidos que esa promesa se aplica a nuestra vida, reformular nuestra petición, recordemos que debemos pedir aquello que necesitamos y no es conveniente pedir para nuestro deleites solamente. Las promesas de Dios son condicionales, sólo podemos acceder a ellas por fe.
Rever la situación, examinar en la palabra, examinarnos a nosotros mismos, aprender a pedir, todo esto sin duda nos ayuda a desarrollarnos y a crecer espiritualmente, este es el propósito fundamental de la vida cristiana, después de esto todo lo demás es añadido, conocemos más a nuestro señor, nos enamoramos más y aprendemos a depender más de su amor y su gracia.
No olvidemos que el espíritu Santo está en medio siempre, está actuando por medio de la palabra, en esas situaciones difíciles donde parece que ya no hay esperanza el espíritu Santo nos fortalece y nos ayuda a aguardar con paciencia para recibir las promesas de Dios. NO DESESPERES!!!.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.