Hola, querido hiver.
Me descubro haciendo cosas innecesarias a diario, perdiendo un tiempo precioso que podría invertir en lo que me acerca a mi propósito y a la tranquilidad. Incluyendo el simple y preciso descanso.
El verano y su descenso de actividad general están ayudándome a recuperar ese tiempo, probándome que mi valor como persona no es exclusivo de lo que hago, que mi esencia va más allá de mis labores y que, para variar, me equivocaba al confundirlos.
Mis reflexiones estoicas, además, contribuyen a reafirmar mis conclusiones. Nos suceden muchos menos problemas de los que inventa nuestra mente. Es buena costumbre prever los diferentes escenarios que pudieran suceder, preparar alternativas aunque sean nada más que bosquejos que nos guíen. Siempre y cuando no deriven en una parálisis por análisis o nos impida disfrutar de lo positivo, que sucede a menudo aunque pasa más desapercibido. Prevenir, sí. Obsesionarse, no.
Trato de que la filosofía dirija mi rumbo y me ayude a permanecer en calma manteniendo la compostura. Los últimos días esto se hace muy cuesta arriba porque tenemos a Rocky enfermo y por ser un puente festivo en España tenemos que esperar a mañana lunes para llevarlo a su veterinario. No podrán hacerle gran cosa debido a su edad, pero el simple hecho de ponerle nombre a lo que le ocurre nos dará sensación de certidumbre.
Alterna ratos de mejoría con otros de empeoramiento. Durante un par de días dejó de comer y apenas reaccionaba, ahora admite comida suave y cuando percibe movimiento nos sigue. También vuelve a ejercer de guardián, manteniéndose vigilante. Son buenas señales, él está luchando por recuperarse.
Por hoy no tengo ánimos de seguir escribiendo, la falta de sueño y descanso de estos últimos días empieza a pasar factura. Menos mal que es domingo y puedo dedicarlo a recuperar fuerzas.
Hasta la próxima publicación. Mientras tanto, ¡cuídate!
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©️Copyright 2024 Paloma Peña Pérez. Todos los derechos reservados.
Hi, dear hiver.
I find myself doing unnecessary things on a daily basis, wasting precious time that could be spent on what brings me closer to my purpose and peace of mind. Including simple and precise rest.
Summer and its general decline in activity is helping me to reclaim that time, proving to me that my value as a person is not exclusive to what I do, that my essence goes beyond my labours and that, for a change, I was wrong to confuse them.
My stoic reflections, moreover, contribute to reaffirming my conclusions. Far fewer problems happen to us than our minds invent. It is a good habit to foresee the different scenarios that could happen, to prepare alternatives even if they are nothing more than sketches to guide us. As long as they do not lead to paralysis by analysis or prevent us from enjoying the positive, which often happens but goes unnoticed. Preventing, yes. Obsessing, no.
I try to let philosophy steer my course and help me stay calm while maintaining my composure. The last few days it is very difficult because Rocky is ill and because it is a bank holiday in Spain we have to wait until tomorrow Monday to take him to his vet. They won't be able to do much to him due to his age, but the simple fact of putting a name to what is happening to him will give us a sense of certainty.
He alternates between times of improvement and times of worsening. For a couple of days he stopped eating and barely reacted, now he accepts soft food and when he senses movement he follows us. He is also back to being a guardian again, keeping a watchful eye. These are good signs, he is struggling to recover.
For today I don't feel like writing any more, the lack of sleep and rest of the last few days is starting to take its toll. Thank goodness it's Sunday and I can devote it to recovering my strength.
See you next time. In the meantime, take care!
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