Juan Griego, es la capital del Municipio Marcano del estado Nueva Esparta, y desde su bahía puedes ver las más increíbles puestas de sol.
Es un pueblo que se encuentra bastante alejado de nuestra casa, por lo que no lo visitamos frecuencia, de hecho solo vamos hasta allá cuando Miranda tiene presentaciones de Ballet o ensayos especiales, ya que ahí se encuentra la sede principal de la academia a la que asiste.
Y el día de ayer tenía un ensayo especial, por lo que nos lanzamos un viaje de casi una hora para llegar hasta allá, y aunque fue bastante cansón esperar por dos horas y medias dentro del carro, al final tuvimos nuestra recompensa, pues decidimos dar un paseo rapidito por la bahía para tomar algunas fotografías, y disfrutar de la belleza de Juan Griego.
Mientras tomaba las fotos pude ver a lo lejos la iglesia. Una edificación que de inmediato llamó mi atención, por su belleza, a pesar de ser una iglesia relativamente pequeña, y por supuesto no podía dejar de acercarme y tomar algunas fotos para el recuerdo, y para llegar hasta ella solo tenía que caminar dos cuadras por unas calles que aunque recuerdo, ya no son ni la sombra de lo que eran.
Esas calles, antes llenas de grandes tiendas, con los mejores precios de toda la isla, y que eran visitadas por miles de personas, ahora lucen solas y tristes, exhibiendo una cantidad de locales cerrados, y las pocas que pude ver, tenían muy poca mercancía.
La verdad fue una sensación agridulce esta visita a Juan Griego. Por un lado, la bahía, simplemente imponente, y por el otro la decadencia del que un día fue el lugar preferido por los turistas para hacer sus compras. Un lugar que pareciera haberse detenido en el tiempo hace mucho, pero que, aun así, conserva su encanto.
Español
Juan Griego is the capital of the Marcano Municipality of Nueva Esparta state, and from its bay you can see the most incredible sunsets.
It is a town that is quite far from our home, so we do not visit it often, in fact we only go there when Miranda has Ballet presentations or special rehearsals, since there is the main headquarters of the academy she attends.
And yesterday she had a special rehearsal, so we took a trip of almost an hour to get there, and although it was quite tiring to wait for two and a half hours in the car, in the end we had our reward, because we decided to take a quick walk around the bay to take some pictures, and enjoy the beauty of Juan Griego.
While I was taking the pictures I could see the church in the distance. A building that immediately caught my attention, for its beauty, despite being a relatively small church, and of course I could not help but get closer and take some pictures for the memory, and to get to it I only had to walk two blocks through some streets that although I remember, are no longer even the shadow of what they were.
Those streets, once full of big stores, with the best prices of the whole island, and that were visited by thousands of people, now look lonely and sad, displaying a number of closed shops, and the few that I could see, had very little merchandise.
The truth is that this visit to Juan Griego was a bittersweet sensation. On the one hand, the bay, simply imposing, and on the other hand, the decadence of what was once the favorite place for tourists to shop. A place that seems to have stopped in time long ago, but still retains its charm.
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