Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
Leí estos versos y ví.
La necesidad humana de apostarlo
todo
para empezar de nuevo.
No importa el resultado,
el objetivo
es no quedar inmóvil.
Hay quienes se lanzan al vacío
(metafóricamente hablando)
incapaces de romper la atadura
espacio
lugar
persona
que los asfixia.
Porque se van cien veces
y regresan ciento una.
Quizás sienten no tener otra opción.
Lo más difícil
de su futuro,
es perdonarse a sí mismos.
He estado ahí,
por eso entiendo a quien lo pone todo en una sola jugada de la ruleta.
Quedarse sin nada
es mejor
que ser adictos a la infelicidad.
Para qué escribir un poema si puedo decir tu nombre,
escribí alguna vez.
Viéndonos hoy
en este ciclo infinito,
en que no me entiendes
ni a mí,
ni a la hipérbole de mi resiliencia
me pregunto,
¿para qué escribirte un poema si te puedo mandar pa' la pinga?
La imagen es de mi propiedad.