Cuando el miedo golpea a tu puerta, es difícil decirle que no, así que solo lo dejas pasar, pues parece inofensivo y te dices a ti mismo que nada va a pasar si lo tienes como compañía.
Lauren estaba segura de que no habría problema si tenía tan solo un poco de miedo. Después de todo, toda su vida le habían enseñado a vivir con miedo. Miedo a los extraños, miedo a los adultos que le querían regalar golosinas para secuestrarla, miedo a ser escuchada, miedo a hacer el ridículo, miedo a que se rían de ella.
De tanto miedo que tenía, se había olvidado de vivir su propia vida, el miedo le había robado sus sueños, al menos eso era lo que le decían sus amigas a veces, pero Lauren también tenía miedo de que le estuvieran mintiendo, así que siempre desconfiaba un poco de todos.
Pero había un miedo que superaba a todos los demás. Lauren tenía miedo de quedarse sola.
Un día, quiso verse de cara con sus miedos, enfrentarlos. Pero se dio cuenta de que ya el miedo formaba parte de ella, así que le toco verse al espejo, ver dentro de sus mismos ojos, dentro de su alma.
Inicio un viaje de descubrimiento hacia su interior y se encontró con cada una de esas palabras que le había dicho, de todos los sentimientos que provocaban en su interior, formando una barrera que le impedía llegar a ella misma.
Había descubierto que la única manera de vencer sus miedos era con amor, con aceptación. Así que se fue abriendo paso poco a poco entre ellos y fue comprendiendo que formaban parte de su ser, así que abrazo sus miedos y comprendió que los había necesitado para vivir su vida, pero ya era momento de dejarlos atrás, que solo la podrían acompañar si no interferían.
Mientras seguía su camino, vio que en el interior de su alma, estaba ella de pequeña, abrazada con el más grande de sus miedos, abrazada con su miedo a estar sola. A pesar de sus intentos, no sabía como enfrentar este miedo, pues este mismo era el que siempre le había acompañado.
Así que se sentó frente a frente con su niña interior y le prometió que nunca más estaría sola, porque ahora ella se encargaría de cuidarla y le prometió que nunca se olvidaría de abrazarla y estar a su lado.
Dentro de cada uno de nosotros existen los miedos, vivimos diariamente con ellos, son los que nos mantienen vivos, son los que evitan que algo malo nos suceda, pero no podemos dejar que ellos sean los que controlen nuestra vida.
Debemos retomar el control de nuestras vidas y desactivar el piloto automático, porque la vida es eso que pasa mientras nos la pasamos pensando y no tomamos acción.
Seamos como Lauren, abracemos nuestros miedos, abracemos a nuestro niño interios y no nos olvidemos que nosotros somos la persona más importante en nuestra vida.
English
Lauren's fears
When fear comes knocking at your door, it's hard to say no, so you just let it go, because it seems harmless and you tell yourself that nothing will happen if you have it for company.
Lauren was sure it wouldn't be a problem if she was just a little afraid. After all, all her life she had been taught to live in fear. Fear of strangers, fear of adults who wanted to give her treats to kidnap her, fear of being overheard, fear of making a fool of herself, fear of being laughed at.
From so much fear she had forgotten to live her own life, fear had stolen her dreams, at least that's what her friends sometimes told her, but Lauren was also afraid that they were lying to her, so she was always a little suspicious of everyone.
But there was one fear that trumped all others. *Lauren was afraid of being left alone.
One day, she wanted to see herself face to face with her fears, to face them. But she realized that fear was already part of her, so she had to look in the mirror, to see inside her own eyes, inside her soul.
She began a journey of discovery into her inner self and found herself with each of those words she had said to her, all the feelings they provoked inside her, forming a barrier that prevented her from reaching herself.
She had discovered that the only way to overcome her fears was with love, with acceptance. So she gradually made her way through them and understood that they were part of her being, so she embraced her fears and understood that she had needed them to live her life, but it was time to leave them behind, that they could only accompany her if they did not interfere.
As she continued on her way, she saw that inside her soul, there she was as a little girl, embraced with the greatest of her fears, embraced with her fear of being alone. In spite of her attempts, she did not know how to face this fear, for this same fear was the one that had always accompanied her.
So she sat face to face with her inner child and promised her that she would never be alone again, because now she would take care of her and promised her that she would never forget to hug her and be by her side.
Within each one of us there are fears, we live daily with them, they are what keep us alive, they are what prevent something bad from happening to us, but we cannot let them control our lives.
We must take back control of our lives and deactivate the automatic pilot, because life is what happens while we spend our time thinking and not taking action.
Let's be like Lauren, let's embrace our fears, let's embrace our inner child and let's not forget that we are the most important person in our life.