LOS 15 AÑOS DE MI NIETA ISABELLA POLENTINO RONDON
Llegó el día esperado. Mi nieta era una mezcla de alegría y preocupación pues se presentaron simultáneamente dos eventos ineludibles para ser realizados a la misma hora y día: Las clases de catecismo que estaba recibiendo para cumplir con el Sacramento de la Confirmación y el inicio del curso de inglés Nivel X Upper-Intermediate 1 Adolescente en la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) y como se trataba de la primera clase es obligatorio asistir para recibir las orientaciones metodológicas sobre el desarrollo del curso así como las estrategias para la evaluación que va utilizar el profesor, además de otras informaciones que son importantes para garantizar el éxito por parte de los alumnos. Lo que le causaba angustia y preocupación era que si el Catequista le permitía hacer la exposición que tenía asignada para ese sábado ocho de octubre del 2022 de primero y retirarse para asistir a dos de las cuatro horas del curso de inglés.
Mi nieta ISABELLA POLENTINO RONDON le explicó al catequista que estaba cumpliendo quince años y le agradecía que le permitiera hacer su presentación de primero y le diera permiso para retirarse para asistir a la UNET al curso de inglés que comenzaba ese mismo día y a la misma hora de las clases de catecismo. El catequista aceptó e Isabella sintió un alivio al superar unos de los obstáculos que se estaba imaginando por la rigurosidad que los instructores manifiestan.
Cuando la llevaba para la UNET, iba poseída de un inusitado silencio, pero al observar su rostro se dibujaba la presencia de un intenso diálogo interno ocasionado por pensar cuál sería la reacción de la profesora por llegar tarde. Intuyendo que todo eso estuviera pasando le recomendé que planificara una estrategia para justificar la inasistencia a las dos primeras horas de clases. Le recomendé que la saludara, se presentara y explicara los motivos de llegar tarde en inglés. Ella me contestó que en eso era que venía pensando. Luego me preguntó si le iban hacer algo para celebrar sus quince años. Yo le mentí. Le dije que sólo sabía de la torta y que su papá y su esposa no se han reportado y que no se preocupara que a lo mejor la llevan a almorzar a un restaurant de su agrado. De ahí deduce que la otra causa de su diálogo interno eran las expectativas, las sorpresas que le tenían para cuando saliera de clases.
El otro motivo de su diálogo interno estaba centrado en lo que le iban hacer para celebrar sus quince años, pues, ella lo único que observaba era el silencio. Sus abuelos la felicitamos en la mañana y su abuela le preguntó sobre la hora de salida del curso para ella tenerle listo el almuerzo que le había ofrecido y que ella quería para ese día. También la felicitó su hermano mayor quien tampoco soltó prenda. Antes de llegar a las clases de catecismo su tía y demás familiares maternos la llamaron y le enviaron muchos mensajes de felicitación; los de parte del padre se reportaron después.
Isabella Polentino Rondón vino al mundo un ocho de octubre del año dos mil siete. Su llegada la celebramos en el Centro Clínico San Cristóbal su abuelo paterno y una prima de su padre con sus hijas, su papá, sus abuelos maternos, su tía y varios familiares más. Su abuela paterna no pudo asistir físicamente por encontrarse en delicado estado de salud. Ella murió diez meses después. Isabella quedó huérfana de madre cuando le faltaban 34 días para cumplir los trece años. Su madre presintiendo el desenlace fatal, quizás, le pidió a su exesposo, que por favor, así fuera modestamente, le celebrara los quince años de su hijo Alessandro y a su hija Isabella. Cuando Marisela falleció, así se llamaba su madre, ya tenían un poco más de cinco años de haberse divorciado. La ausencia del padre no fue tan traumática porque lo veían al menos una vez a la semana y Marisela hizo todo lo posible para llenar ese vacío. Ahora, la falta de la madre la cubren el padre y sus abuelos y su tía en un alto porcentaje.
Su padre Jorge Fernando junto con su esposa Cémida María y su hijo Alessandro la fueron a buscar a la UNET para acompañarla a compartir el almuerzo que le había hecho su abuela Ana Mireya y su tía Carolina. Cuando llegaron a la casa el primero que entró fue Alessandro para informar a todos los presentes que habían llegado. Cuando ella tocó el timbre Alessandro abrió la puerta del garaje cuando se asomó se encontró con la sorpresa que los familiares de Rubio, estaban presentes y así como los de San Cristóbal y lo que más la alegró fue un grupo de jóvenes músicos que empezaron a cantarle y tocar las piezas musicales que ella siempre decía que le gustan. Luego vinieron las felicitaciones acompañadas de abrazos y regalos. Le impactó como el local había sido decorado con sillas y mesas muy lindas y un escenario con su nombre alusivo a los quince años y una torta de tres pisos acompañada de una variedad de pasapalos dulces y un boll grande lleno de sangría. De momento sus ojos bellos de inundaron de lágrimas, pienso que producto de la emoción del inesperado momento que estaba viviendo y de un ligero recuerdo de la madre.
A partir de las tres de la tarde empezaron a llegar los familiares que faltaban, los compañeros de estudio invitados y algunas vecinas y amigas invitadas. Para esa hora se habían ido los músicos, su ausencia fue cubierta por el equipo de sonido con música exclusiva para los jóvenes, quienes empezaron a bailar y algunos no tan jóvenes también lo hicieron
A las ocho de la noche se cantó el cumpleaños feliz, se repartió la torta, muy sabrosa por cierto, y se continuó con el ambiente bailable por una hora. Cuando los invitados y familiares se despedían expresan gratitud por invitarlos y señalaban que “todo estuvo muy bonito y la cumpleañera muy bella”. Al preguntarle sobre la celebración respondió que: “Todo muy bonito, por encima de las expectativas. Mejor de lo que yo me había imaginado. Me sentí muy bien. Gracias a todos”
LLegaste hasta aquí, gracias por leerme
Pronto la continuación
🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟
English version
🌟 🌟 🌟 🌟 🌟 🌟
THE FIFTEEN YEARS OF MY GRANDDAUGHTER ISABELLA POLENTINO RONDON
The expected day arrived. My granddaughter was a mixture of joy and concern because two unavoidable events took place simultaneously to be held at the same time and day: The she was receiving to fulfill the Sacrament of Confirmation and the start of the Level X English course Upper-Intermediate 1 Adolescent at the National Experimental University of Táchira (UNET) and since it was the first class, it is mandatory to attend to receive the methodological guidelines on the development of the course as well as the evaluation strategies that the teacher will use, in addition other information that is important to ensure student success. What caused her anguish and concern was that if the Catechist allowed her to make the presentation that she had assigned for that Saturday, October 8, 2022, first year and withdraw to attend two of the four hours of the English course.
My granddaughter ISABELLA POLENTINO RONDON explained to the catechist that she was turning fifteen and thanked him for allowing her to make her presentation first and for giving her permission to withdraw to attend the UNET English course that began that same day and at the same time as catechism classes. The catechist accepted and Isabella felt relieved to overcome one of the obstacles that she was imagining due to the rigor that instructors show.
When she took her to the UNET, she was possessed by an unusual silence, but when she observed her face, the presence of an intense internal dialogue caused by thinking about what the teacher's reaction would be for being late. Sensing that all this was happening, I recommended that he plan a strategy to justify his absence for the first two hours of class. I recommended that he greet her, introduce himself and explain the reasons for being late in English. She replied that that was what she had been thinking about. She then asked me if they were going to do something for her to celebrate her fifteenth birthday. I lied to him. I told her that she only knew about the cake and that her father and her wife had not reported and that she should not worry that maybe they would take her to lunch at a restaurant she liked. From there she deduces that the other cause of her internal dialogue was the expectations, the surprises they had for her when she got out of class.
Isabella Polentino Rondón came into the world on October 8, 2007. Her arrival was celebrated at the San Cristóbal Clinical Center by her paternal grandfather and a cousin of her father with her daughters, her father, her maternal grandparents, her aunt and several more relatives. Her paternal grandmother could not attend physically because she was in a delicate state of health. She died ten months later. Isabella lost her mother when she was 34 days short of her thirteenth birthday. Her mother, sensing the fatal outcome, perhaps, asked her ex-husband to please her, even modestly, to celebrate her son Alessandro's fifteenth birthday and her daughter Isabella's. When Marisela died, that was her mother's name, they had been divorced for a little over five years. The absence of her father was not so traumatic because they saw him at least once a week and Marisela did everything possible to fill that void. Now, the lack of her mother is covered by her father and her grandparents and her aunt in a high percentage.
Hers, her father, Jorge Fernando, together with her wife, Cémida María, and hers, her son, Alessandro, went to look for her at the UNET to accompany her to share the lunch that her grandmother had made for her. her Ana Mireya and her aunt Carolina. When they arrived at the house, the first to enter was Alessandro to inform everyone present that they had arrived. When she rang the bell, Alessandro opened the garage door, when she looked out, she was surprised that Rubio's relatives were present, as well as those from San Cristóbal, and what made her happiest was a group of young musicians who began to sing to her. and play the musical pieces that she always said she likes. Then came the congratulations accompanied by hugs and gifts. She was struck by how the place had been decorated with very nice chairs and tables and a stage with her name alluding to her at fifteen years old and a three-tier cake accompanied by a variety of sweet appetizers and a large bowl filled with sangria. . At the moment her beautiful eyes flooded with tears, I think that product of the emotion of the unexpected moment that she was living and of a slight memory of her mother.
Starting at three in the afternoon, the missing relatives began to arrive, the invited classmates and some invited neighbors and friends. By that time the musicians had left, their absence was covered by the sound equipment with exclusive music for the young people, who began to dance and some not so young also did.
At eight o'clock at night, happy birthday was sung, the cake was distributed, very tasty by the way, and the dance atmosphere continued for an hour. When the guests and relatives said goodbye, they expressed gratitude for inviting them and pointed out that "everything was very nice and the birthday girl very beautiful." When asked about the celebration, she replied that: “Everything is very nice, above expectations. Better than I had imagined. I felt very well. Thank you all"
🔼 Banner y footer hecho en / Banner and footer made in canva.
🔽 Texto traducido en / Text translated in Deepl.
🔼 Separador hecho en / Separador made in canva.