Con el presente post quiero relatar algunos sueños que he tenido con mi padre después que falleció, especialmente, los relacionados con el trabajo de llano. Con ellos explico la naturaleza del trabajo de llano, su atractivo pero también lo exigente y peligroso que resulta, las habilidades y destrezas que manifiestan los llaneros en sus faenas.
A LOS CABALLOS
Con el presente post quiero relatar algunos sueños que he tenido con mi padre después que falleció, especialmente, los relacionados con el trabajo de llano. Con ellos explico la naturaleza del trabajo de llano. Su atractivo pero también lo exigente y peligroso que resulta. Las habilidades y destrezas que manifiestan los llaneros en sus faenas.
Mi padre tenía por costumbre, durante los trabajos de llano, levantarse a las cinco de mañana y su primera orden en voz alta era:
-¡Buenos días señores, ya es hora de levantarse!.
Al rato gritaba:
-¡Al café y a ensillar los caballos!
Siempre hay alguien que se levanta bien temprano y lo primero que hace es recoger los caballos y encerrarlos en el corral para que cada llanero se encargue de amarrar y ensillar su caballo. El proceso también incluye amarrar la soga a la cola del caballo y a la silla de una manera que sea fácil soltarla cuando la situación requiera usarla. Eso ocurre, por ejemplo, cuando una res sale del lote a gran velocidad y el llanero la persigue y en la carrera suelta la soga y prepara el lazo al mismo tiempo que avanza tratando de alcanzar el animal a una distancia que le permita acertar cuando lance el lazo.
El proceso de enlazar a caballo requiere mucha habilidad, destreza y fortaleza por parte del llanero para mantenerse en la silla mientras realiza su hazaña. Durante la carrera puede ocurrir que el caballo salte inesperadamente para evitar una mata de espinas o un hueco. Los peligros son muchos pero el llanero los ve como algo natural.
Después que todos los llaneros habían ensillados sus caballos, se escuchaba su siguiente orden:
-¡A desayunar señores. Todos a comer!
Los que terminan de desayunar se van ubicando cerca der sus caballos esperando la nueva orden:
-¡A los caballos. Todos a los caballos!. ¡Vamonos!
Cuando los llaneros salían a la sabana a cumplir sus faenas, los que se quedaban en el Hato expresaban sus buenos deseos diciendo:
-¡Que les vaya bien! ¡Que Dios los acompañe y proteja!
Mi padre siempre iba adelante acompañado del encargado y de uno de los llaneros veteranos y conocedores de la zona a los que consultaba cuando requería tomar una decisión compleja. Los demás íbamos detrás en un improvisado orden jerárquico. Los novatos como en mi caso no llevábamos soga. En una oportunidad intente imitar a los expertos y resulta que se me enredó la soga con el caballo y tuve de pararme a desenredarla. Afortunadamente el que me siguió se hizo cargo del animal y logró enlazarlo.
Perseguir y enlazar una res que corre a gran velocidad, es una tarea que exige de quien la ejecuta destreza y habilidad para mantenerse en la silla y ejecutar el lazo de manera acertada.
En este post relato cinco de todos los sueños que he tenido con mi padre, desde que falleció.
¿DE QUÉ MORÍ?
El primer sueño que tuve con mi padre fue en la madrugada del tercer día de los rezos. Soñé que él me llamaba y al contestarle enseguida me preguntó de manera directa:
- ¿Hijo, de qué morí?
Yo le contesté dándole el nombre técnico que aparecía en el acta de defunción. Y él me preguntó:
-¿Qué es eso?
Yo le respondí que era una infección de los pulmones ocasionada por el golpe que le propinó la vaca y la perforación del pulmón por una de las costillas fracturadas. Los medicamentos que utilizaron los médicos resultaron ineficientes para vencer la neumonía.
Luego le pregunté por el dinero que, según comentarios de mis hermanos, había dejado en el Fundo Guafita.
Me respondió de manera enojada:
- ¡Eso no me interesa!
Luego me desperté. Miré a todos lados y no vi a nadie. Su respuesta indica, para mí, que no tenía apego por las cosas materiales. Algunos dicen que eso es bueno para una persona que abandona el plano terrenal.
SALIENDO A LA SABANA
Con mi padre he soñado varias veces. De todos los sueños me gustan cuando salimos a recoger ganado, lo que llamamos los llaneros trabajo de llano. El adelante yo a la derecha y el pariente Pablos Márquez a la izquierda. Los demás hermanos detrás junto con el resto de llaneros. Todos en caballos hermosos, mansitos pero veloces. Yo que no sé enlazar a caballo siempre llevaba una bonita soga arrebiatada y la sensación de que si lo sabía hacer.
Acompañar a mi padre me producía una enorme emoción de alegría. También sentía alegría cuando miraba hacia atrás y veía a mis hermanos y el resto de llaneros que nos seguían en amena conversación y caras radiantes de felicidad. Cabalgábamos como si no hubiera obstáculos en la sabana. Todo era tan bonito. La sabana parecía que se le hubiese colocado una alfombra de pasto artificial. Los esteros adornados de flores azules y rosadas y de aves de diferentes tipos y colores.
Me cuestionaba en silencio al preguntarme qué sucedió que la sabana esta desprovista de los obstáculos naturales que abundan y que dificultan el trabajo del llanero al recoger el ganado y ponen en peligro su vida. Hasta el ganado parecía que lo habían amansado.
Cuando pasábamos frente a un rebaño de reses se paraba mirando al ganado y comentaba algo con Pablos Márquez que yo no alcanzaba escuchar con claridad.
En una oportunidad me le acerqué a Pablos Márquez y le interrogué:
-Primo, ¿Qué le dijo mi papá?
Cuando me iba a responder, salió un toro del rebaño y él arranco soga en mano para enlazarlo, con lo que se interrumpió la conversación y también el sueño.
RECONOCIMIENTO DEL GANADO
En este sueño, mi padre y yo estábamos frente a un rebaño grande de ganado. De repente me dijo
-Mire hijo, ese toro, esas vacas y esos becerros son del Hato, -refiriéndose al Fundo Guafita-, pero el hierro y la señal no lo son.
-¿De quién son? Le pregunté y él me dijo:
-De los muchachos, refiriéndose a los hijos pero no los nombró.
Pablos Márquez se me acercó y los identificó.
Le comenté a Pablos Márquez:
-Con razón no salen becerros en el trabajo de llano. Salen de todos menos del hato. Me desperté sintiéndome un poco disgustado.
¡ES TUYO, ENLAZALO!
En otro sueño, ya habíamos recogido el ganado estábamos todos alrededor del rebaño. Mi padre dentro del rebaño revisando y sacando las reses que pertenecían a otros hatos. De repente salió un toro grande, mañoso y orejano por donde yo estaba. En ese momento alguien gritó:
*-¡Es tuyo, enlázalo!.
Lo perseguí y lo alcancé rápidamente porque el caballo parecía que iba por el aire. Lo enlacé, luego mi padre y Pablos Márquez lo tumbaron y lo maniataron. Mientras yo recogía la soga vi como mi padre y Pablos Márquez se alejaban en dirección opuesta a la del rebaño. Miré hacia el rebaño y observé que iba rumbo al Fundo. Mientras amarraba la soga a la silla pensé: tengo que galopar para alcanzarlos. Me desperté sintiendo la emoción de haber vivido la experiencia realmente. Así son los sueños.
DE VISITA EN GUAFITA
En otra oportunidad soñé que llegaba a Guafita. Saludé a todos los presentes, hermanos y amigos. Sabía que mi papá estaba ahí pero yo no lo veía. Luego escuché su voz que le decía a mi hermano Alirio:
-Mande a servir la comida y después de la cena saque la mesa y el dominó hoy le vamos a meter zapato al profesor, refiriendose a mi.
Me acuerdo que era de tardecita. El sol estaba a punto de ocultarse. Reinaba un ambiente armónico. Todos con caras risueñas. Yo me sentía con una alegría interna sentado en una de las sillas que estaban en el patio. Todos los que hablaban decían cosas bonitas, agradables al oído. Observé que todos al terminar de hablar usaban la expresión:
-¡Gracias Dios!
Cuando me desperté, medité un poco sobre el sueño. Concluí que hay que expresar gratitud por todo y mejor si sale del corazón acompañada de una elevada emoción. Como todavía faltaba para amanecer, cambié de posición y me fui quedando dormido repitiendo mentalmente: gracias Dios por todo. Gracias por el sueño.
En la vida real es completamente diferente a como sucede en los sueños. La vida en el llano y los trabajos de llano tienen su parte bonita, encantadora, pero también encierra peligros y dificultades. Lo que pasa es que el llanero no piensa en peligros ni en dificultades, para él todo forma parte del quehacer diario. El llanero tiene un arma poderosa que lo acompaña siempre: su fe. Cada vez que sale a una faena de cualquier naturaleza se encomienda a su Dios, está convencido, porque lo ha vivido, que le da fuerza, protección, orientación y sabiduría en los trabajos a realizar.
LLegaste hasta aquí, gracias por leerme
Pronto la continuación
English version
With the present post I want to relate some dreams that I have had with my father after he passed away, especially those related to plain work. With them I explain the nature of plain work. Its attractiveness but also how demanding and dangerous it is. The skills and abilities that the llaneros manifest in their work.
TO HORSES
My father used to get up at five o'clock in the morning and his first order in a loud voice was: "Good morning, gentlemen:
-Good morning gentlemen, it is time to get up!!!!
After a while he would shout:
-To the café and to saddle the horses!
There is always someone who gets up very early and the first thing he does is to gather the horses and lock them in the corral so that each "llanero" is in charge of tying and saddling his horse. The process also includes tying the rope to the horse's tail and saddle in such a way that it is easy to release it when the situation calls for it. This happens, for example, when a cattle leaves the lot at high speed and the llanero chases it and in the race releases the rope and prepares the lasso at the same time that he advances trying to reach the animal at a distance that allows him to hit it when he throws the lasso.
The process of lassoing on horseback requires a lot of skill, dexterity and strength on the part of the llanero to stay in the saddle while performing his feat. During the race it may happen that the horse jumps unexpectedly to avoid a thorn bush or a hole. The dangers are many but the llanero sees them as something natural.
After all the llaneros had saddled their horses, their next order was heard:
-At breakfast gentlemen. Everybody eat!
Those who have finished breakfast take their places near their horses waiting for the next order:
-To the horses. Everyone to the horses, let's go!
When the llaneros went out to the savannah to do their chores, those who stayed at the Hato would express their good wishes by saying: -Good luck!
-God be with you and protect you!
My father always went ahead accompanied by the foreman and one of the veteran and knowledgeable "llaneros" of the area whom he consulted when he needed to make a complex decision. The rest of us would follow behind in an improvised hierarchical order. The novices, as in my case, did not carry a rope. On one occasion I tried to imitate the experts and it turned out that my rope got tangled with my horse and I had to stand up to untangle it. Fortunately, the one who followed me took care of the animal and managed to tie it up. The next job I participated in I never did it again.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
WHAT DID I DIE OF?
The first dream I had with my father was in the early morning of the third day of prayers. I dreamt that he called me and when I answered he immediately asked me in a direct way:
- Son, what did I die of?
I answered him by giving him the technical name that appeared on the death certificate. And he asked me:
-What is that?
I answered that it was an infection of the lungs caused by the blow that the cow gave him and the perforation of the lung by one of the fractured ribs. The medications the doctors used were ineffective in overcoming the pneumonia.
Then I asked him about the money that, according to my brothers' comments, he had left in Fundo Guafita.
He replied angrily:
- That does not interest me!
Then I woke up. I looked around and saw no one. Her answer indicates, to me, that she had no attachment to material things. Some say that this is good for a person leaving the earthly plane.
GOING OUT INTO THE SAVANNAH
I have dreamed several times with my father. Of all the dreams I like when we go out to collect cattle, what we llaneros call "trabajo de llano" (work on the plains). He ahead of me on the right and the relative Pablos Marquez on the left. The other brothers behind with the rest of the llaneros. All on beautiful horses, gentle but fast. I don't know how to rope on horseback, but I always carried a nice rope and the feeling that I knew how to do it.
Accompanying my father gave me an enormous thrill of joy. I also felt joy when I looked back and saw my brothers and the rest of the llaneros who followed us in pleasant conversation and radiant faces of happiness. We rode as if there were no obstacles in the savannah. Everything was so beautiful. The savannah looked as if it had been laid with a carpet of artificial grass. The marshes were adorned with blue and pink flowers and birds of different types and colors.
I silently wondered what happened that the savannah was devoid of the natural obstacles that abound and that hinder the work of the llanero when gathering the cattle and put his life in danger. Even the cattle seemed to have been tamed.
When we passed in front of a herd of cattle he would stop and look at the cattle and comment something to Pablos Márquez that I could not hear clearly.
On one occasion I approached Pablos Márquez and asked him:
-Cousin, what did my father tell you?
When he was about to answer me, a bull came out of the herd and he pulled out a rope in his hand to rope it, which interrupted the conversation and also the dream.-
IT'S YOURS, LINK IT UP!
In another dream, we had already gathered the cattle and we were all around the herd. My dad was inside the herd checking and taking out the cattle that belonged to other herds. Suddenly a big, crafty, big-eared bull came out where I was. At that moment someone shouted:
-That's yours, rope him up!
I chased him and caught up with him quickly because the horse seemed to be going through the air. I roped him, then my father and Pablos Márquez knocked him down and tied him up. As I picked up the rope I watched as my father and Pablos Marquez walked away in the opposite direction of the herd. I looked towards the herd and saw that it was heading towards the Fundo. As I tied the rope to the saddle I thought: I have to gallop to catch up with them. I woke up feeling the emotion of having really lived the experience. That's what dreams are like.
VISITING GUAFITA
Another time I dreamt that I arrived in Guafita. I greeted everyone present, siblings and friends. I knew my dad was there but I didn't see him. Then I heard his voice telling my brother Alirio:
-Send to serve the food and after dinner take out the table and the dominoes today we are going to put shoe in the teacher, referring to me.
I remember it was late afternoon. The sun was about to set. There was a harmonious atmosphere. Everyone with smiling faces. I felt an inner joy sitting on one of the chairs in the courtyard. Everyone who spoke was saying nice things, pleasant to the ear. I noticed that when they finished speaking, they all used the expression: "Thank you God!
-Thank you God!
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You made it this far, thank you for reading me
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