La espesa bruma
La intensa bruma era tan densa que incluso ver nuestras propias extremidades se tornaba demasiado difícil mis amigos y yo nunca debimos adentrarnos más ya que, al parecer no poder ver no será nuestro único problema.
Al parecer el tiempo pasa distinto aquí, pues, siento que tal solo han pasado algunas horas, pero la última vez que vi mi celular había pasado ya medio día. Hace rato no escucho a mis amigos, lo último que escuche fue a mi amigo Julio diciendo que algo lo había agarrado, cada vez estoy más seguro que no estamos solos en este lugar.
No me queda comida y tampoco agua ya ni sé cuanto tiempo llevo aquí, solo siento que cada vez hace más frío y toda la ropa que llevo puesta no logra abrigarme, siento que me observan y me asechan desde esta espesa bruma.
Me he resignado, no me quedan fuerzas para seguir caminando en busca de la salida, no me queda más remedio que acostarme y esperar a que llegue mi muerte, veo a lo lejos que algo se acerca, es verde y alto con forma de planta y me toma esto, fue quien se llevó a julio.