¡Saludos a todos en la comunidad de Ladies of Hive! El día de hoy me uno al concurso de la semana #194, con algunas preguntas bastante interesantes y en especial me siento identificada con una de ellas, la primera pregunta, pues siento cómo totalmente encaja con la situación que estoy viviendo. Invitaré a @aliciarodriguez, @lenkealfonzo y @brujita18 a participar en el concurso. Así que sin más que decir, comencemos con ello.
Este año comenzó de forma bastante intensa pues sucedieron varias cosas que cambiaron de forma drástica mi estilo de vida y mi forma de pensar. Algunos problemas familiares y algunos problemas económicos. En Venezuela, el país dónde vivo, esas dos situaciones suelen ser especialmente duras de atravesar pues el contexto político/social/económico no es realmente bueno, por lo que cualquier problema (por pequeño que parezca) se vuelve un gran problema. Lo que conlleva a que exista un desgaste físico, emocional y psicológico, al tener que medir entre resolver los asuntos propios y lidiar con el día a día de nuestras vidas (por ejemplo: llevar comida a la mesa).
Eso ha generado ciertas disputas que ponen en juego la comodidad y estabilidad que relativamente habíamos creado y existía en nuestro hogar (mi esposo y yo). Siempre soñé con una vida tranquila en mí país: una casita propia, un puesto laboral que se relacione a mí profesión, tener hijos, mascotas, tener a mi familia cerca y un pequeño negocio (pensando en cuando ya no podamos trabajar por fuera, tendríamos algo propio). Sin embargo, eso ahora mismo está en juego pues es muy probable que tenga que despedirme de esos sueños. Una de las decisiones más difíciles de ese proceso (de ese cambio) es dar en adopción a varias de mis mascotas. Lo hemos meditado por todos lados y es lo más indicado, pero sigue siendo doloroso pues son nuestra familia.
Ese gran reto que tengo ahora mismo (y que representa un gran riesgo), es dejar mí país y comenzar una nueva vida en Chile. Mi papá era chileno y gracias a ello tengo la nacionalidad, por lo que es una gran ventaja pero eso no lo hace una decisión más fácil. Lo que significa dejar mi casa en Venezuela, mis mascotas, mi familia y quizás no verlos por mucho tiempo. Nunca pensé llegar a contemplar ese panorama porque ya veía hecha mi vida aquí, pero sinceramente, las cosas no parecen mejorar y he sentido un miedo real que no me deja descansar. Se que puede sonar muy fatalista pero me da miedo volver a tener hambre, que alguien de mi familia enferme y no pueda hacer algo respecto, perder mi hogar, etc.
Por los momentos este es mí gran riesgo y espero solventar esta situación con toda la consciencia y sabiduría que tenga en mis manos. Por otro lado, mi menor riesgo en estos momentos es perder un poco la noción sobre mis conocimientos en Educación y Artes, pues aunque para mí el desarrollo personal y profesional es importante, no he tenido cabeza para ello ahora mismo. Por ejemplo, sentarme a repasar varios textos que, anteriormente cuando era estudiante, podía leerlos sin tanto problema. Quisiera poder dedicarme a repasar esa información y aprender sobre nuevos temas que tengo en mente. De no hacerlo, corro el riesgo de que queden en el olvido o se vuelva información obsoleta. Finalmente amigos míos, esta ha sido mi experiencia. Sin más que decir, muchísimas gracias por pasar.
Las fotografías son de mí propiedad/The photos are my property