Mariana caminaba una tarde fría de otoño por el parque central de la ciudad. Se sentía triste y estaba perdida en sus pensamientos, cuando, sin querer, pisó algo crujiente. Se detuvo para ver y era una semilla que estaba empezando a germinar.
Rápidamente se agachó para revisar que su pisada no le había roto el tallo. Pero estaba bien, había sobrevivido a aquella pisada. Se sintió muy contenta y decidió llevar la pequeña semilla a casa para plantarla en su jardín.
Cuando llegó a su casa, todos los miembros de la familia se quedaron en total silencio, mirandola. Nadie dijo nada, pero Mariana podía sentir que estaba siendo juzgada con esas miradas. Esto no le importó y tomando sus herramientas de jardinería transplantó la semilla.
-Serás un árbol fuerte y hermoso. Yo te cuidaré- le decía Mariana llena de amor a su pequeña semilla cada mañana cuando salía a regarla.
Pasaron los días y la semilla se convirtió en una pequeña plantita. Era diferente a las demás plantas del jardín, tenía un precioso tono azul entre sus diminutas hojas, era única y Mariana se llenaba de ternura al verla crecer.
-Me siento tan orgullosa de ver en lo que te estás convirtiendo- Comentaba Mariana feliz cuando quitaba la maleza de el rededor de su plantita.
No siempre las cosas fueron sencillas, hubo días en los que Mariana sentía que no podía con toda la responsabilidad y las demandas de su planta. Pero nunca se rindió y cuando todos pensaron que se desmoronaba, ella salía a la ventana y veía a su planta crecer fuerte y hermosa, con sus hojas al sol y esto la llenaba de felicidad y de fuerzas para seguir cuidando de ella.
Los días seguían pasando y Mariana ya no se sentía triste, se sentía acompañada y plena. Cuidó de la planta día y noche. En el invierno y en el verano, siempre atenta de no descuidar a su pequeña plantita.
Siempre le repetía:
"Aunque pase
Una gran tormenta
Tomaré tu mano y en
Instantes
Se calmaran tus
Miedos y
Observaremos juntas como sale el sol"
Mariana nunca se rindió y sin darse cuenta el tiempo pasó. Su pequeña y amada semilla se convirtió en un hermoso árbol azul, fuerte y frondoso. Mariana se sintió bendecida y fortalecida, plena y agradecida por aquel día frío de otoño tropezar con esta maravillosa semilla.
Esta es mi participación en la 1era Fiesta Azul en Hive. Es un relato con todo mi cariño y admiración para todas las mamitas azules que día a día se convierten en guerreras y la palabra rendirse no existe en su diccionario, para ellas mis respetos. Invito a participar en esta fiesta a mis amigos: @jessiencasa @brujita18 @annafenix @ismaelgranados @yole @drhueso. Para todos un abrazo infinito y azul 💙.
A blue blessing
Mariana was walking one cold autumn afternoon through the city's central park. She was feeling sad and was lost in thought, when she inadvertently stepped on something crunchy. She stopped to look and it was a seed that was beginning to germinate.
She quickly bent down to check that her footfall hadn't broken its stem. But it was fine, it had survived that footprint. She was very happy and decided to take the little seed home to plant it in her garden.
When she arrived home, all the members of the family stood in total silence, staring at her. No one said anything, but Mariana could feel that she was being judged with those looks. This didn't bother her and she took her gardening tools and transplanted the seed.
-You will be a strong and beautiful tree. I will take care of you," Mariana said to her little seed every morning when she went out to water it.
Days went by and the seed grew into a little plant. It was different from the other plants in the garden, it had a beautiful shade of blue between its tiny leaves, it was unique and Mariana was filled with tenderness as she watched it grow.
-I feel so proud to see what you are becoming," Mariana commented happily as she removed the weeds from around her little plant.
The days continued to pass and Mariana no longer felt sad, she felt accompanied and fulfilled. She took care of the plant day and night. In the winter and in the summer, always careful not to neglect her little plant.
Things were not always easy, there were days when Mariana felt she could not cope with all the responsibility and demands of her plant. But she never gave up and when everyone thought she was falling apart, she would go out the window and see her plant growing strong and beautiful, with its leaves in the sun, and this filled her with happiness and strength to continue taking care of it.
I always repeated to her:
"Even if a great storm passes by, I will take your hand and in moments your fears will be calmed and we will watch together as the sun rises"
Mariana never gave up and without realizing it, time passed. Her beloved little seed grew into a beautiful blue tree, strong and leafy. Mariana felt blessed and strengthened, fulfilled and grateful for that cold autumn day when she stumbled upon this wonderful seed.
This is my participation in the 1st Blue Party in Hive. It is a story with all my love and admiration for all the blue mommies that day by day become warriors and the word rendirse does not exist in their dictionary, for them my respects. I invite my friends to participate in this party: @jessiencasa @brujita18 @annafenix @ismaelgranados @yole @drhueso. To all an infinite and blue hug 💙.
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