_{Rio Apure bathed in sunshine.}.

Times have changed, the grandparents used to say, and now I join in that belief and affirm it without retracting.

It is very nice to go for a walk when there is no sun, but no rain either, when there is a cool breeze blowing against my face, I like that very much.

For some time now I have been taking care of myself from the sun, I wear a hat, but preferably an umbrella. This was forbidden to me because of a basal cell carcinoma, which had been bothering my skin for a long time. The paradoxical thing was that the last one, operated almost three years ago, appeared in the groin, an area that never gets sun.

The rains cause problems in the city, one continuous hour of downpour, the streets are flooded and public transportation collapses. If the rain stays for more than three hours we can already expect news of disasters and that worries me a lot.

The idea of watching the rain fall while listening to romantic music and drinking hot chocolate has lost its charm. When it rains I get anxious, most likely the power will be cut off and that also makes me uncomfortable, just the threat of rain in the afternoon makes me tense.

It is necessary that it rains, the plants are full of green and the crops grow and give their fruits, but everything in its right balance.

Rainy days have an impact on my mood, I like myself better when there is sunshine, the colors that the light brings fill me with joy. I know that I will be able to go out without any inconvenience and there will always be a tree on the road to refresh myself.

I have to make a decision, so I prefer the sun, I forgive it as a cause of injury and I accept it for the energy it brings. Going to the beach or a river and it not being there is sad. Welcome the sun.

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Spanish Version

_{Río Apure bañado de sol.}

Los tiempos han cambiado decían los abuelos y ahora yo me sumo a esa creencia y lo afirmo sin retractarme.

Es muy agradable salir a caminar cuando no hay sol, pero tampoco lluvia, que haya una brisa fresca que choque contra mi rostro, eso me gusta mucho.

Desde hace un tiempo me cuido bastante del sol, uso gorras, pero preferiblemente una sombrilla. Este me fue prohibido por un carcinoma basocelular, que estuvo fastidiado mi piel por mucho tiempo. Lo paradójico fue que el último, operado hace casi tres años, apareció en la ingle, una zona que no lleva sol nunca.

Las lluvias ocasionan problemas en la ciudad, una hora continua de aguacero, las calles se inundan y el transporte público colapsa. Si la lluvia se mantiene por más de tres horas ya podemos esperar las noticias de los desastres ocurridos y eso me preocupa mucho.

La idea de ver la lluvia caer mientras escucho música romántica y tomo chocolate caliente perdió su encanto. Cuando llueve me inquieto, lo más probable es que nos quiten la energía eléctrica y eso también me incomoda, nada más que se ponga la tarde con amenaza de lluvia me tensa.

Es necesario que llueva, las plantas se llenan de verde y los sembradíos crecen y dan sus frutos, pero todo en su justo equilibrio.

Los días de lluvia repercuten en mi ánimo, me gusto más a mí misma cuando hay sol, los colores que aporta la luz me llenan de alegría. Sé que podré salir sin que haya inconvenientes y siempre habrá un árbol en el camino para refrescarse.

Hay que tomar una decisión, entonces prefiero el sol, lo perdono como causante de lesiones y le acepto por la energía que aporta. Ir a la playa o a un río y que no esté presente es triste. Bienvenido el sol.

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