Last Friday was a perfect day to receive good news. At 11 o'clock in the morning the awards gala of a literature event in which I was participating began, and there I was attentive to everything that was about to happen.
As usual, I arrived half an hour early so that I could chat with the other participants and guests who were present. The beginning of the show took a little while, but all that time was properly invested to connect with many people. I think the most important thing about any event is the amount of good vibes you get from the people you meet.
This event is a competition between literary workshops: each workshop presents one work per contestant in the modalities of children's literature, poetry for adults and narrative. Then, in a first meeting, the works are discussed in order to make suggestions for the authors and their tutors, while the second day is dedicated to the awards.
This year the event was dedicated to the poet Gertrudis Gómez de Avellaneda. For this reason, at a certain moment of the gala, I had to read together with other young poets, several selected verses of the poet.
But let's get to the most important thing: the awards. They began with the collateral prizes, awarded by institutions linked to the work of literary promotion in the city. I was lucky enough to be selected by the Oriente Publishing House as a laureate, through my poem "Banquet". After receiving the recognition I had to read for the public, and I was filmed in a report that was broadcast on national television.
I was very happy because a friend belonging to my literary workshop also applied, and received not one, but two collateral awards. She and I couldn't stop laughing because we had nowhere to take so many gifts that we received.
The moment I was most looking forward to came: the poetry genre awards. As the mentions were highlighted, insecurity took over me. I knew that my poem had a chance of winning, however one never stops wondering and debating between yes and no. However, the result was better than I expected. I got the first place! And I automatically went to celebrate it with the teacher who was accompanying me the whole time.
Other of my friends also received awards, which made my happiness even greater. I was very happy because until now I had never won a first prize in any contest, and I have been writing seriously for three years now. I received what I needed to prove that the effort, even if it is slowly, always has fruits.
I hope you liked this post. Until next time!
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El viernes pasado fue un día perfecto para recibir buenas noticias. A las 11 de la mañana comenzaba la gala de premiaciones de un evento de literatura en el que estaba participando, y allí estaba yo atento a todo lo que estaba por suceder.
Como de costumbre, llegué media hora antes para así poder conversar con los otros participantes e invitados que estaban presentes. El comienzo del espectáculo tardó un poco, pero todo ese tiempo fue invertido apropiadamente para conectar con muchas personas. Creo que lo más importante de todo evento es la cantidad de buenas vibras que te llevas de las personas que conoces.
Este evento es una competición entre talleres literarios: cada taller presenta una obra por concursante en las modalidades de literatura infantil, poesía para adultos y narrativa. Luego, en un primer encuentro, se debaten las obras en pos de hacer sugerencias para los autores y sus tutores, mientras que el segundo día se dedica a las premiaciones.
Este año el evento estuvo dedicado a la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda. Por esta razón, en determinado momento de la gala, tuve que leer junto a otros jóvenes poetas, varios versos seleccionados de la poetisa.
Pero llendo a lo más importante: las premiaciones. Comenzaron por los premios colaterales, otorgados por instituciones ligadas al trabajo de la promoción literaria en la ciudad. Tuve la suerte de ser seleccionado por la Editorial Oriente como galardonado, a través de mi poema "Banquete". Tras recibir el reconocimiento tuve que leer para el público, y fui filmado en un reportaje que se llegó a transmitir en televisión nacional.
Estuve muy contento porque una amiga perteneciente a mi taller literario también se presentó, y recibió no uno, sino dos premios colaterales. Ella y yo no podíamos parar de reírnos porque no teníamos en dónde llevar tantos regalos que recibimos.
El momento que más esperaba llegó: las premiaciones del género de poesía. Conforme iban resaltando las menciones, la inseguridad se apoderó de mí. Sabía que mi poema tenía posibilidades de ganar, sin embargo uno nunca deja de preguntarse y debatirse entre el sí y el no. No obstante, el resultado fue mejor que el que esperaba. ¡Obtuve el primer lugar! Y automáticamente fui a celebrarlo junto a la profesora que me estuvo acompañando todo el tiempo.
Otras de mis amistades también recibieron premios, lo que hizo mi dicha aún más grande. Estuve muy contento pues hasta ahora jamás había conseguido un primer premio en ningún concurso, y he estado escribiendo seriamente desde hace tres años. Recibí lo que necesitaba para comprobar de que el esfuerzo, aunque sea lentamente, siempre tiene frutos.
Espero que les haya gustado este post. ¡Hasta la próxima!
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