Desde niña siempre me emocionaba
cuando de lejos podía ver,
un hermoso ejemplar
Y jinete quería ser.
Fueron pasando los años
y en mis años juveniles,
mis amigos coleadores
me llenaron de emoción.
Conocí a la yegua blanca
su nombre era Lambada,
y montando con Pirulo
al suelo fuimos a dar.
La lambada le decían
por sus giros peligrosos,
pero más eran mis ansias
que el miedo que le tenia.
Pero caímos tan fuerte
aunque no salí lesionada,
pero a mí amigo Pirulo
le quedó la clavícula desprendida.
Esto que hoy le relato
no crean que es de mentira,
se trata de una vivencia
de cuando yo no temia.
Ahora disfruto verlos
puede ser de lejos o cerquita
pero no quiero montarlo
porque el corazón aún palpita
Hasta aquí mi participación en #TopFiveFamily, esperando sea de su agrado, esperando contar con su apoyo. Bendiciones 🙏🏼😇♥️🤗