With over 25 years in the market, Doom has become one of the most iconic and influential video games of all time. And one of the reasons for its continued longevity and success is its extraordinary ability to adapt and run on practically any device with a screen, from early personal computers, through consoles, to modern smartphones.
When Doom was released in 1993, it revolutionized the video game market and quickly became an impressive sales success. At that time, PCs had very limited specifications compared to current standards. However, Doom managed to offer an incredibly fluid gaming experience, with amazing special effects and a palpable sense of immersion in a 3D computer generated scenario.
All this was possible thanks to the brilliant programming of John Carmack, the legendary programmer behind Doom's graphics engine. Carmack personally designed many low-level optimizations and tricks to make Doom run at high speed, even on low-end hardware. Some of these optimizations were:
- A very efficient 2.5D scene renderer that simulated a complete 3D environment.
- It did not render areas invisible to the player, saving processor resources.
- Sprites and textures were stored efficiently in memory to minimize hard drive access.
With these and other innovative programming techniques, Carmack made Doom offer a fairly consistent 30 fps experience even on a 486 computer, which was the standard model at the time.
And this same highly optimized graphics engine is what allowed Doom to be successfully ported to hundreds of platforms over the years, from PCs to several generations of Nintendo, PlayStation, Xbox consoles and more recently to iOS and Android devices.
Of course, the console and phone versions had to make various adjustments and sacrifice some graphical elements to function properly with less powerful hardware. But the unique essence and playability of Doom remained intact. In fact, to this day the fan community continues to find ways to run Doom on the most unusual platforms like ATMs, car dashboards and even some appliances.
And the fact is that beyond its graphics, Doom is an extraordinarily well designed game with sublime game feel, which continues to be intense, satisfying and addictive decades later. Its complex labyrinthine levels that force the player to move constantly while shooting waves of demons, continue to provide a challenge and source of fun for current players. As is his fast multiplayer deathmatch.
So in short, the combination of a highly optimized graphics engine, together with a timeless game design and perfectly polished gameplay, has allowed Doom to transcend technological barriers and be enjoyed on any screen-equipped device for more than 25 years, managing to connect players of all generations. And given the quality of new titles such as Doom 2016 and Doom Eternal, all indications are that this classic shooter still has ammunition for a while.
Con más de 25 años en el mercado, Doom se ha convertido en uno de los videojuegos más icónicos e influyentes de todos los tiempos. Y una de las razones de su longevidad y éxito continuos es su extraordinaria capacidad para adaptarse y ejecutarse en prácticamente cualquier dispositivo con una pantalla, desde las primeras computadoras personales, pasando por consolas, hasta los modernos teléfonos inteligentes.
Cuando Doom fue lanzado en 1993, revolucionó el mercado de los videojuegos y se convirtió rápidamente en un impresionante éxito de ventas. En esa época, los PC tenían especificaciones muy limitadas en comparación con los estándares actuales. Sin embargo, Doom logró ofrecer una experiencia de juego increíblemente fluida, con efectos especiales asombrosos y una sensación palpable de inmersión en un escenario 3D generado por computadora.
Todo esto fue posible gracias a la genial programación de John Carmack, el legendario programador detrás del motor gráfico de Doom. Carmack diseñó personalmente muchas optimizaciones de bajo nivel y trucos para hacer que Doom se ejecutara a alta velocidad, incluso en hardware de gama baja. Algunas de estas optimizaciones fueron:
- Un renderizador de escenas en 2.5D muy eficiente que simulaba un entorno 3D completo.
- No renderizaba áreas invisibles para el jugador, ahorrando recursos del procesador.
- Los sprites y textures se almacenaban eficientemente en memoria para minimizar el acceso al disco duro.
Con estas y otras innovadoras técnicas de programación, Carmack logró que Doom ofreciera una experiencia de 30 fps bastante consistente hasta en una computadora 486, que era modelo estándar en ese momento.
Y este mismo motor gráfico altamente optimizado es el que permitió que Doom pudiera portase con éxito a cientos de plataformas a lo largo de los años, desde PC hasta varias generaciones de consolas de Nintendo, PlayStation, Xbox y más recientemente a dispositivos iOS y Android.
Claro, las versiones para consolas y teléfonos tuvieron que hacer varios ajustes y sacrificar algunos elementos gráficos para funcionar correctamente con hardware menos potente. Pero la esencia y jugabilidad única de Doom permaneció intacta. De hecho, la comunidad de fans hasta el día de hoy sigue encontrando formas de hacer correr Doom en las plataformas más insólitas como cajeros automáticos, tableros de automóviles e incluso en pruebas de embarazo.
Y es que más allá de sus gráficos, Doom es un juego extraordinariamente bien diseñado y con un game feel sublime, que sigue resultando intenso, satisfactorio y adictivo décadas después. Sus complejos niveles laberínticos que obligan al jugador a moverse constantemente mientras dispara a oleadas de demonios, continúan suponiendo un desafío y una fuente de diversión para los jugadores actuales. Como también lo es su veloz multijugador deathmatch.
Asique en definitiva, la combinación de un motor gráfico altamente optimizado, con un diseño de juego atemporal y una jugabilidad pulida a la perfección, han permitido que Doom trascienda las barreras tecnológicas y sea disfrutado en cualquier dispositivo con una pantalla desde hace más de 25 años, logrando conectar a jugadores de todas las generaciones. Y teniendo en cuenta la calidad de sus nuevas entregas como Doom 2016 y Doom Eternal, todo indica que este histórico shooter aún tiene munición para rato.