La Paciencia
¿La Paciencia es una capacidad, una actitud, una virtud del espíritu, un valor, un don, un arte? Yo respondería, sin dudar, que son todas estas cualidades cultivadas en la persona que la posee y digo cultivada porque es un aprendizaje que vamos adquiriendo desde el momento en que nacemos.
Por su etimología paciencia significa sufrir de allí su relación con la salud física y mental, paciente es el que sufre. También la encontramos asociada a cualquier situación que nos sea adversa, que nos cause molestias, desagrado e incluso incertidumbre.
El concepto paciencia lleva implícita la espera, la cual supone la esperanza de obtener un resultado positivo, el alcanzar el objetivo propuesto y la satisfacción de lograrlo. Mientras esto sucede, la espera transcurre con una actitud de sosiego, ecuanimidad y tranquilidad. Cuando logramos unir todos estos componentes podemos decir ¡Soy Paciente!
La paciencia. La acción pasiva
Aunque suene contradictorio la paciencia es acción, lo que la aleja completamente de la resignación, entendiendo por esta la conformidad o renuncia de aquello que no puedes cambiar desde un sentimiento de sufrimiento, vacío o perdida. En la paciencia hay aceptación y esperanza. Aceptamos que hemos hecho todo lo que “teníamos que hacer” y nos disponemos a esperar el mejor resultado de nuestras acciones.
Ser pacientes es una fortaleza del carácter ya que ella contempla el manejo de nuestras emociones y pone a prueba nuestras capacidades para afrontar situaciones, tomando decisiones más acertadas y menos impulsivas, nos resguarda del deseo de la inmediatez, de esa idea de nuestro mundo azorado de querer las cosas de ya para ya, que en muchísimas ocasiones, al no obtenerlas, nos llenamos de frustraciones.
Cuando cultivamos la paciencia sembramos en el presente y disfrutamos de ese hacer al tiempo que ponemos la mirada en el futuro por lo que la paciencia también es compañera del optimismo, el optimismo de quien ha comprendido que hay ideas que requieren madurarse, proyectos que solo con el tiempo veremos sus frutos, situaciones que exigen enfriarse para poder verlas con claridad, en cada una de ellas, la paciencia se erige como una virtud que cuando la desarrollamos nos procuramos un mayor bienestar interior.
Entonces, sabiendo que paciencia y bienestar van de la mano y que la paciencia es una capacidad humana que podemos desarrollar, lo mejor que podemos hacer es cultivarla o, en términos más prácticos entrenarla, he aquí unas estrategias que nos ayudan en éste propósito.
1.- Valora por qué la paciencia es importante para ti. Es posible que en muchas oportunidades hayamos actuado de manera impulsiva siendo la impaciencia el motor que nos mueve, también es posible que los resultados obtenidos con esta acción no sean los deseados y nos hayamos dado cuenta que requerimos fortalecer la paciencia. Como siempre, este será el primer paso para comenzar a trabajar sobre cualquier aspecto de nuestra personalidad que deseamos mejorar.
Valorar que tan paciente o impacientes somos, las consecuencias negativas que nos ha traído en cuanto a salud, por ejemplo: el nivel de estrés que nos produce, la ansiedad con que vivimos; evaluar que tan tolerantes somos con nosotros mismos y los demás; mirar con objetividad los beneficios que hemos obtenido cuando somos pacientes son nuestros mejores aliados para saber que tan importante es en nuestra vida desarrollar esta capacidad, arte o virtud. Así que te invito a hacer tu evaluación, toma consciencia y comienza actuar.
2.- Practica alguna disciplina que te lleve a la calma. La paciencia nace en nuestros pensamientos, sigue con las emociones y termina con la acción. Calmar nuestros pensamientos y manejar las emociones se hace necesario. Hoy en día tenemos a disposición muchas técnicas para mejorar este aspecto, desde una respiración consciente hasta la práctica de alguna disciplina cuyos fines son guiarnos hacia ese mundo interior donde la calma y la paz espiritual se proyecten en nuestro hacer cotidiano, entre ellas tenemos: el yoga, el mindfulness, el Chi Kung, el taichí y más cercanos a nuestra cultura disponemos de: la biodanza y arte-terapia, entre otras.
Para las personas que somos impacientes la práctica de alguna de estas disciplinas se constituye en un gran apoyo guiado, con ellas vamos transformando nuestra visión de la vida, agarramos pausa y tenemos herramientas que nos ayudan a volver a nuestro foco centrándonos en los somos.
Si no conoces del mindfulnes y sientes curiosidad acá te dejo el enlace a un post que escribí haces meses Aquietar la mente. Mindfulness seguro que la disciplina te va a encantar.
3.- De menor a mayor. Si algo requiere fortalecer la paciencia es tener paciencia y lo mejor es ir en un paso a paso, de lo más sencillo a lo más complejo y esto lo encontramos en nuestra cotidianidad.
De pronto nos impacientamos esperando que la hija se arregle para salir, que las arepas no estén más rápido o que el técnico que viene a hacer una reparación, no termine de llegar. Si, en estas situaciones puede haber algunas cosas que hablan del otro y que “deberían tener en cuenta” como pudiera ser la responsabilidad, la consideración y el respeto hacia las personas, pero en este momento eso se convierte en harina de otro costal, acá se trata de ejercitar la paciencia así que para ello sigamos un paso a paso:
A.- Toma aire y llénate de tu mejor disposición para ejercitar la paciencia en ese momento.
B.- Piensa que es una gran oportunidad para ejercitarte.
C.- Lleva tus emociones hacia un lugar seguro de tranquilidad. La esperanza de que estas trabajando por tu bienestar puede ser un buen comienzo, así que centra tu pensamiento en ello. Afirma y siente que: “Soy paciente y me gusta porque estoy en bienestar” o algo por el estilo y…
4.- Mientras esperas vive. Mientras esperamos los minutos se convierten en horas, ya Einstein nos comentaba de la relatividad del tiempo, pero las esperas no tiene que ser un tiempo muerto o dejarnos embargar por la desagradable sensación de “estoy perdiendo el tiempo”. Las esperas se hacen con un fin por lo cual tienen sus tiempo de respuesta, en el ínterin tenemos el presente, hacer de ese presente algo valioso depende de cada uno de nosotros. Pongámonos creativos que todo llega en su momento justo.
Gracias por ser y estar
@damarysvibra
Bien amigos y amigas la iniciativa de esta semana ahonda en el desarrollo de nuestras capacidades para procurarnos un mayor bienestar. La paciencia se nos presenta como una fortaleza del carácter necesarios para mantener el equilibrio integral, desde allí te planteamos la idea central: ¿Cómo valoras tu paciencia? para ello puedes apoyarte en cualquiera de los siguientes puntos u otro que encuentres pertinente.
¿Es la paciencia una de tus grandes virtudes? De ser positiva tu respuesta cuéntanos que ha contribuido para que sea así. De ser negativa tu respuesta:
¿Cómo ha afectado la impaciencia tu vida?
¿Qué has hecho para fortalecer la paciencia?, ¿te ha dado buenos resultados? Comparte tus estrategias.
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The Patience
Is patience a capacity, an attitude, a virtue of the spirit, a value, a gift, an art? I would answer, without hesitation, that all these qualities are cultivated in the person who possesses it and I say cultivated because it is a learning process that we acquire from the moment we are born.
By its etymology patience means to suffer, hence its relationship with physical and mental health, patient is the one who suffers. We also find it associated with any situation that is adverse to us, that causes us discomfort, displeasure and even uncertainty.
The concept of patience implies waiting, which supposes the hope of obtaining a positive result, reaching the proposed objective and the satisfaction of achieving it. While this is happening, waiting takes place with an attitude of calmness, equanimity and tranquility. When we manage to unite all these components we can say I am patient!
Patience. The passive action
Although it may sound contradictory, patience is action, which completely distances it from resignation, understanding by this the conformity or resignation of that which cannot be changed from a feeling of suffering, emptiness or loss. In patience there is acceptance and hope. We accept that we have done everything we "had to do" and we are ready to wait for the best outcome of our actions.
Being patient is a strength of character because it contemplates the management of our emotions and tests our ability to cope with situations, making better and less impulsive decisions, it protects us from the desire for immediacy, from that idea of our frightened world of wanting things now for now, that on many occasions, when we do not get them, we are filled with frustration.
When we cultivate patience we sow in the present and we enjoy doing while we look to the future, so patience is also a companion of optimism, the optimism of those who have understood that there are ideas that need to mature, projects that only with time we will see their fruits, situations that require cooling down to see them clearly, in each of them, patience stands as a virtue that when we develop it we procure a greater inner wellbeing.
So, knowing that patience and well-being go hand in hand and that patience is a human capacity that we can develop, the best thing we can do is to cultivate it or, in more practical terms to train it, here are some strategies that help us in this purpose.
1.- Value why patience is important to you. It is possible that in many opportunities we have acted in an impulsive way being impatience the engine that moves us, it is also possible that the results obtained with this action are not the desired ones and we have realized that we need to strengthen patience. As always, this will be the first step to start working on any aspect of our personality that we wish to improve.
Evaluate how patient or impatient we are, the negative consequences it has brought us in terms of health, for example: the level of stress it produces, the anxiety we live with; evaluate how tolerant we are with ourselves and others; look objectively at the benefits we have obtained when we are patient are our best allies to know how important it is in our life to develop this ability, art or virtue. So I invite you to make your evaluation, become aware and start acting.
2.- Practice a discipline that will lead you to calmness. Patience is born in our thoughts, continues with emotions and ends with action. Calming our thoughts and managing our emotions is necessary. Today we have at our disposal many techniques to improve this aspect, from conscious breathing to the practice of a discipline whose purpose is to guide us to that inner world where calm and spiritual peace are projected in our daily life, among them we have: yoga, mindfulness, Chi Kung, tai chi and closer to our culture we have: biodance and art therapy, among others.
For people who are impatient, the practice of any of these disciplines is a great guided support, with them we transform our vision of life, we take pause and we have tools that help us to return to our focus by focusing on who we are.
If you don't know about mindfulness and you are curious, here is a link to a post I wrote months ago Quieting the mind. Mindfulness you will surely love this discipline.
3.- From smallest to largest. If anything requires strengthening patience is to have patience and it is best to go in a step by step, from the simplest to the most complex and we find this in our daily lives.
Suddenly we get impatient waiting for our daughter to get ready to go out, for the arepas not to be ready faster or for the technician who comes to make a repair, not to finish arriving. Yes, in these situations there may be some things that speak of the other and that "should be taken into account" as could be the responsibility, consideration and respect for people, but at this time that becomes another matter, here it is about exercising patience so let's follow a step by step:
A.- Take a breath and fill yourself with your best disposition to exercise patience at that moment.
B.- Think that this is a great opportunity to exercise your patience.
C.- Take your emotions to a safe place of tranquility. The hope that you are working for your well-being can be a good start, so focus your thoughts on it. Affirm and feel that: "I am patient and I like it because I am in wellness" or something like that, and...
4.- While you wait live. While we wait the minutes become hours, Einsten already told us about the relativity of time, but waiting does not have to be a dead time or let us be seized by the unpleasant feeling of "I'm wasting time". The waits are made for a purpose and therefore have their response time, in the interim we have the present, making that present something valuable depends on each one of us. Let's get creative, everything comes at the right time.
Thank you for being
@damarysvibra
Well friends, this week's initiative delves into the development of our capabilities to procure a greater welfare. Patience is presented to us as a strength of character necessary to maintain the integral balance, from there we raise the central idea: How do you value your patience? for this you can rely on any of the following points or other you find relevant.
Is patience one of your great virtues? If your answer is positive, tell us what has contributed to make it so. If your answer is negative:
How has impatience affected your life?
What have you done to strengthen your patience, has it worked for you? Share your strategies.
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