El domingo pasado, 21 de enero, se celebraron tres fechas importantes para resaltar en nuestra comunidad: el Día Internacional del Abrazo, el Día Europeo de la Meditación y el Día Europeo de la Mediación, aunque dos son días europeos, su sentido es universal y he tomado la mediación como tema central para reflexionar sobre ella en nuestra columna Integrales y en Expansión.
La mediación es un concepto que se encuentra muy vinculado al área jurídica-política, se considera un modelo alternativo para la resolución de conflictos centrado en la comunicación, donde un tercero, el mediador, busca reconciliar las partes VER. Mientras leía el porqué y el sentido de la celebración llegó a mi mente fragmentos de un corto cuento, se los resumo brevemente:
Dos hermanos entran en conflicto, el menor, rumiando la ira, desvía el río para separar las respectivas granjas, a la casa del otro llega un carpintero y el segundo hermano aprovecha para pedirle que construya una gran cerca que lo separe totalmente del hermano.
El carpintero, dice entender la situación y se pone a trabajar mientras el hombre va en busca de provisiones, al regresar se encuentra con una gran sorpresa, el carpintero en vez de una cerca ha construido un puente.
El hermano, que había desviado el río al ver el puente, corre al reencuentro del otro pidiendo disculpas por haber profundizado la brecha y agradecido porque el puente los había vuelto a unir.
Esto es la mediación, encontrar los medios para diluir los conflictos. En un plano más personal podemos extenderlo hacia la mediación con nosotros mismos y la interacción con los demás y surge la pregunta que nos mueve hoy: ¿Vamos por la vida construyendo puentes o levantando muros? Cualquiera de las dos opciones estará definida por nuestra actitud ante la vida y también en ambos casos hay como dos dimensiones, la interna y la externa. Ahondemos en ello.
Levantar muros internos y externos
Los muros internos los relaciono con el prejuzgar, los estereotipos, las etiquetas que hemos aceptado y nos separan de los demás cuando no aceptamos ni toleramos en el otro su ser y su manera.
También se hace patente cuando vivimos dentro de la culpa, la ira, el rencor, la queja y con ello creamos un muro que aleja a los demás, de tal forma que no somos mediadores ni con nosotros mismos.
Aquí cabe muy bien la idea de “como es adentro, es afuera”, pues nuestros conflictos internos los exponemos al mundo a través del chisme, la crítica, la competencia malsana, el querer controlar la vida de los demás, la manipulación, entre tantas otras manifestaciones. Las palabras consenso, conciliación, mediación, no están en nuestro ser, hacer y sentir.
Es cierto, todos tenemos algo, poco o mucho de estas características, pues son propias de lo humano, la cultura y la sociedad, sin embargo, no tiene que ser así, porque sí, más bien, si nos miramos atentamente y nos reconocemos en ello es posible trabajarlo y acercarnos a la mediación tanto interna como externa, en otras palabras nos empeñamos en ser constructores de puentes.
Construir puentes internos y externos
Me parecen que también son inseparables y, el constructor siempre será un mediador, encontrando la mejor vía para seguir creciendo y expandiendo, es capaz de hallar la coherencia interna entre lo que piensa, dice y hace y que en ella este presente su bienestar y paz interior.
Entonces, si nos sentimos y somos mediadores, nuestra intensión primaria estará encaminada a reconciliarnos con nosotros mismos, con los demás y, si los otros nos permiten intervenir en sus relaciones, esta será como la del carpintero, construyendo puentes.
Hoy te propongo reflexionar sobre este tema: Eres mediador, ¿construyes puentes o levantas muros? Desde tu experiencia que nos recomendarías para ser mediadores.
Como siempre, recuerda seguir las normas de la comunidad para publicar: El post debe tener un mínimo de 500 palabras en un idioma (1.000 con la traducción), utiliza la etiqueta #mediador.
La iniciativa estará vigente desde hoy hasta el martes 6 de febrero.
In English
Last Sunday, January 21, three important dates were celebrated in our community: the International Day of Embrace, the European Day of Meditation and the European Day of Mediation, although two are European days, their meaning is universal and I have taken mediation as a central theme to reflect on it in our Integral column and in Expansion.
Mediation is a concept that is closely linked to the legal-political area, it is considered an alternative model for conflict resolution centered on communication, where a third party, the mediator, seeks to reconcile the parties SEE. While I was reading the why and the meaning of the celebration, fragments of a short story came to my mind, I will summarize them briefly:
Two brothers come into conflict, the younger one, ruminating anger, diverts the river to separate the respective farms, to the house of the other comes a carpenter and the second brother takes the opportunity to ask him to build a big fence that separates him completely from the brother.
The carpenter says he understands the situation and goes to work while the man goes in search of provisions, when he returns he finds a big surprise, the carpenter instead of a fence has built a bridge.
The brother, who had diverted the river when he saw the bridge, runs to meet the other, apologizing for having deepened the breach and thankful that the bridge had brought them back together.
This is mediation, finding the means to dilute conflicts. On a more personal level we can extend this to mediation with ourselves and interaction with others, and the question that moves us today arises: Do we go through life building bridges or building walls? Either of the two options will be defined by our attitude towards life and also in both cases there are two dimensions, the internal and the external. Let's take a closer look.
Erecting internal and external walls. The internal walls I relate to prejudice, stereotypes, labels that we have accepted and separate us from others when we do not accept or tolerate in the other their being and their way.
It is also evident when we live within guilt, anger, resentment, complaint and with this we create a wall that keeps others away, so that we are not mediators even with ourselves.
Here the idea of "as within, so without" fits very well, because we expose our internal conflicts to the world through gossip, criticism, unhealthy competition, wanting to control the lives of others, manipulation, among so many other manifestations. The words consensus, conciliation, mediation, are not in our being, doing and feeling.
It is true, we all have some, a little or a lot of these characteristics, as they are inherent to the human, culture and society, however, it does not have to be so, just because, rather, if we look at ourselves carefully and recognize ourselves in it, it is possible to work on it and approach both internal and external mediation, in other words we strive to be builders of bridges.
Building internal and external bridges
It seems to me that they are also inseparable and, the builder will always be a mediator, finding the best way to continue growing and expanding, is able to find the internal coherence between what he thinks, says and does and that in it is present his well-being and inner peace.
Then, if we feel and are mediators, our primary intention will be to reconcile ourselves with ourselves and with others and, if others allow us to intervene in their relationships, this will be like that of the carpenter, building bridges.
Today I propose you to reflect on this topic: Are you a mediator, do you build bridges or do you build walls? From your experience, what would you recommend us to be mediators?
As always, remember to follow the rules of the community to publish: The post must have a minimum of 500 words in one language (1,000 with translation), use the hashtag #mediator.
The initiative will run from today until Tuesday, February 6.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
Fuente de imágenes: Arcivo personal y cortesía de la comunidad
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