Hello friends of the Colmena community, I hope you are doing great and a special greeting to our friend @elizabethbit, for this initiative. This is my entry to the contest Ladies of Hive Community Contest #136.
Hola amigos de la comunidad Colmena, espero que estén muy bien y un saludo especial a nuestra amiga @elizabethbit, por esta iniciativa. Esta es mi participación en el concurso Ladies of Hive Community Contest #136.
For this week my participation is with first question:
Memories are a wonderful thing! They help us to remain close to family and friends when distance is a barrier. The question is: What is the youngest memory you have? What was the memory and how old were you at the time?
Para esta semana mi participación es con la primera pregunta:
¡Los recuerdos son algo maravilloso! Nos ayudan a permanecer cerca de familiares y amigos cuando la distancia es una barrera. La pregunta es: ¿Cuál es el recuerdo más joven que tienes? ¿Cuál fue el recuerdo y cuántos años tenías en ese momento?
Among the many memories that come to mind, there is one in particular that I can remember as if it were yesterday. I was only 9 years old and I was studying in fifth grade. That day, the teacher asked us the multiplication table and I didn't know how to answer. Instead of hitting me on the hand with a ruler, as she used to do, she hit me on the head and made me hit against the blackboard. I remember clearly how I felt at that moment.
When my father found out what happened, he was about to take drastic measures and take the matter to the school authorities to have the teacher fired. However, my aunt intervened and asked my father to give her a chance. Although angry and hurt at first, my father decided to follow my aunt's advice.
Entre los numerosos recuerdos que vienen a mi mente, hay uno en particular que puedo recordar como si fuera ayer. Tenía tan solo 9 años y estaba estudiando en quinto grado. Ese día, la maestra nos preguntó la tabla de multiplicar y yo no supe responder. En lugar de darme un golpe en la mano con una regla, como solía hacer, ella me golpeó en la cabeza y me hizo golpear contra el pizarrón. Recuerdo claramente cómo me sentí en ese momento.
Cuando mi padre se enteró de lo sucedido, estuvo a punto de tomar medidas drásticas y llevar el asunto ante las autoridades escolares para que despidieran a la maestra. Sin embargo, mi tía intervino y le pidió a mi padre que le diera una oportunidad. Aunque al principio estaba enfadado y herido, mi padre decidió seguir el consejo de mi tía.
Some time passed and I returned to the school, but this time as a secretary. To my surprise, the teacher who had beaten me was still working there. During that time, I was also studying at night school to complete my high school studies, and it turned out that the town where I was studying was the same place where she lived. As time went by, my relationship with that teacher began to change.
We became very good friends and she became my counselor. She gave me unconditional support and also offered to drive me wherever I needed to go to attend my classes. It was thanks to her that I was able to finish my studies without any difficulties.
This memory taught me a valuable lesson: sometimes, even from the most negative experiences, positive things can emerge. As the word of God says in Romans 8:28, "and we know that for those who love God, all things work together for good." Although that incident was painful at the time, because of it I was able to find a sincere friendship and invaluable support on my path to education.
I omit the name of the teacher, because she died some years ago of cancer.
Thanks for reading and commenting, see you soon.
Pasó un tiempo y regresé a la escuela, pero esta vez como secretaria. Para mi sorpresa, la maestra que me había golpeado seguía trabajando allí. Durante ese tiempo, yo también estaba estudiando en la escuela nocturna para completar mis estudios de bachillerato, y resultó que en la ciudad donde yo realizaba mis estudios era el mismo sitio donde ella vivia. A medida que el tiempo pasaba, mi relación con esa maestra comenzó a cambiar.
Nos convertimos en muy buenas amigas y ella se convirtió en mi consejera. Me brindó apoyo incondicional y, además, se ofreció a llevarme a donde necesitara para asistir a mis clases. Fue gracias a ella que pude terminar mis estudios sin dificultades.
Este recuerdo me enseñó una valiosa lección: a veces, incluso de las experiencias más negativas, pueden surgir cosas positivas. Como dice la palabra de Dios en Romanos 8:28, "y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien". Aunque aquel incidente fue doloroso en su momento, gracias a él pude encontrar una amistad sincera y un apoyo invaluable en mi camino hacia la educación.
Omito el nombre de la maestra, porque ella murio hace algunos años de cancer.