Hola amigos de #hivecuba y de #ecency, como siempre inicio deseándoles a todos un hermoso día.
Les cuento que ayer 4 de enero fue un día maravilloso para mi, como integrante del Coro Vox Lucis, tuvimos el placer de cantar en el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de todos los cubanos.
Llegamos desde temprano para los pertinentes ensayos, que fueron realizados en la capilla del Seminario San Basilio Magno y para las pruebas de sonido en la misma iglesia, desde ese momento la camaradería del coro era visible.
Con nuestro canto la iglesia se llenó de melodías celestiales. Desde el momento en que los primeros acordes resonaron en el majestuoso recinto, el público quedó cautivado por la armonía y la profundidad de las voces entrelazadas.
El templo en la noche alumbrado a la luz de las velas permitia que el ambiente fuera acogedor y diera espacio al disfrute del alma.
Ofrecimos un repertorio que abarcó desde clásicos de la música sacra hasta piezas contemporáneas, de autores cubanos, venezolanos, estadounidenses y españoles, cada obra interpretada con una pasión que tocó el corazón de todos los presentes. La acústica de la iglesia, con su arquitectura impresionante y su atmósfera sagrada, amplificó cada nota, haciendo que la experiencia fuera aún más emotiva.
Los miembros del coro, vestidos de azul, nos moviamos con gracia mientras nuestra energía se dirigía hacia el altar, creando un ambiente de reverencia y celebración. Entre las canciones, se compartieron breves reflexiones que profundizaron el significado de cada pieza, conectando a la audiencia con el mensaje que la música transmite.
Al finalizar el concierto, el público estalló en aplausos y vítores, expresando su agradecimiento y admiración por el talento y la dedicación. Muchos asistentes comentaron lo profundamente conmovidos que se sintieron, destacando cómo la música había tocado sus almas y les había brindado un momento de paz y reflexión en medio de la agitación cotidiana.
La presentación del coro Vox Lucis no solo fue un espectáculo musical; fue una experiencia espiritual que resonará en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de asistir. Sin duda, un evento que quedará grabado en la memoria colectiva de la comunidad y que invita a seguir disfrutando de la belleza de la música coral en futuros encuentros.
Las fotos son de mi propiedad y de libre uso para los miembros del coro
Hello friends of #hivecuba and #ecency, as always I start by wishing you all a beautiful day.
I tell you that yesterday, January 4, was a wonderful day for me, as a member of the Vox Lucis Choir, we had the pleasure of singing at the National Sanctuary of the Virgin of Charity of El Cobre, patron saint of all Cubans.
We arrived early for the pertinent rehearsals, which were held in the chapel of the San Basilio Magno Seminary and for the sound tests in the same church, from that moment the camaraderie of the choir was visible.
With our singing the church was filled with heavenly melodies. From the moment the first chords resounded in the majestic venue, the audience was captivated by the harmony and depth of the intertwined voices.
The temple at night lit by candlelight allowed for a welcoming atmosphere and gave space for the soul to enjoy.
We offered a repertoire that ranged from classics of sacred music to contemporary pieces, by Cuban, Venezuelan, American and Spanish composers, each piece performed with a passion that touched the hearts of all present. The acoustics of the church, with its impressive architecture and sacred atmosphere, amplified each note, making the experience even more emotional.
The choir members, dressed in blue, moved gracefully as our energy was directed toward the altar, creating an atmosphere of reverence and celebration. Between songs, brief reflections were shared that deepened the meaning of each piece, connecting the audience to the message the music conveys.
At the end of the concert, the audience erupted in applause and cheers, expressing their gratitude and admiration for the talent and dedication. Many attendees commented on how deeply moved they felt, highlighting how the music had touched their souls and provided them with a moment of peace and reflection in the midst of everyday turmoil.
The Vox Lucis choir performance was not just a musical spectacle; it was a spiritual experience that will resonate in the hearts of those who were privileged to attend. Without a doubt, an event that will remain etched in the collective memory of the community and invites us to continue enjoying the beauty of choral music at future gatherings.
