Los sentidos son un maravilloso regalo del creador y haciendo uso de ellos fue como se inició la travesía y la espléndida experiencia de observar la naturaleza y sus componentes, su estructura y su función.
La observación me ha permitido identificar características de las diferentes poblaciones que componen el gran conjunto del sistema natural, los diversos individuos que interactúan y se relacionan entre sí y su entorno; el olfato me ha llevado por el inmenso universo de los olores como las abejas a las flores; el gusto a saborear los manjares naturales; el oído a contemplar las melodías que habitan el afuera y el adentro de los ecosistemas; el tacto me ha permitido sentir las texturas que componen el mundo biofísico; el amor es el conductor de esta divertida y enriquecedora experiencia significativa.
El aire que transita, las rocas que sostienen, cada partícula de suelo que alimenta, la afloración de agua que hidrata y marca el territorio, éstos cumplen La valiosa función de sustentar a los organismos que viven en armonía con esa bella cooperación que los caracteriza como un todo y sus partes.
Me sorprende la manera como algunas especies de aves visitan en la mañana y en la tarde diferentes arboles y arbustos en busca de su alimento, pero también disfrutan estar bajo la sombra y espulgarse relajadamente, cortejar y lo más interesante es que terminan dejando los arboles libres de insectos en algunos casos, también algunas especies de pico más fuerte abren los frutos y los dejan picados, justo para que otros sigan disfrutando de un manjar dulce y natural.
Las relaciones que se reflejan en espacios donde hay variabilidad de plantas se hacen más enriquecedores, pues las flores y los frutos de las plantas atraen aves, mamiferos e insectos y todos se benefician entre sí.
Cada día las experiencias que se observan en un espacio como la Finca Buena Vista, nos repletan de inspiración para continuar trabajando en la imitación de la naturaleza y infinita manera de compartir, contribuir y cooperar.
Dios nos Bendiga a Todos