Grande es el arte de los comienzos, pero mayor es el arte de los finales.
Henry W. Longfellow
Cuando llegó a la cabaña, todos estaban muertos en su interior. No había signos de violencia ni desesperación, y eso lo tranquilizó; más bien parecía que habían traspasado la frontera entre la vida y la muerte mientras estaban dormidos.
Caminó lenta y apesadumbradamente hasta el rincón donde se encontraba acurrucada su esposa en la posición en que solía dormir. Su cuerpo estaba rígido por el rigor mortis, pues llevaban días de haber fallecido, pero aun así sus cuerpos se habían mantenido intactos por lo seco del clima y la presencia de azufre en el ambiente.
Trasladó uno a uno los cuerpos de los exploradores y los amontonó al pie de la montaña, como haciendo una pila funeraria, dejando de último a su esposa, a quien acomodó tiernamente.
Tomó su celular y escribió un último mensaje.
-Hijo, mamá y yo no vamos a regresar de la montaña. Sé mejor que nosotros y siempre lucha por tus sueños. Jamás te rindas y sigue lo que diga tu corazón, él sabe a dónde llevarte.
Se sentó al lado de su esposa, la tomó de la mano, la besó y cerró los ojos esperando la siguiente erupción del volcán que se aproximaba.
When he arrived at the cabin, they were all dead inside. There were no signs of violence or despair, and that reassured him; rather, it looked as if they had crossed the boundary between life and death while asleep.
He walked slowly and sorrowfully to the corner where his wife was curled up in her usual sleeping position. Their bodies were stiff from rigor mortis, for they had been dead for days, but still their bodies had remained intact because of the dryness of the weather and the presence of sulfur in the air.
He took the bodies of the explorers one by one and piled them up at the foot of the mountain, as if making a funeral pile, leaving his wife, whom he tenderly accommodated, last.
He took his cell phone and wrote a last message.
-Son, mom and I are not coming back from the mountain. Be better than us and always fight for your dreams. Never give up and follow what your heart says, it knows where to take you.
He sat next to his wife, took her by the hand, kissed her and closed his eyes waiting for the next eruption of the approaching volcano.
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CONCURSO DE MICRORRELATOS 10MA EDICIÓN POR HIVEMEXICO
El microrrelato debe tener un máximo de 200 palabras. Además de usar la fotografía editada por @monster-one como portada. No editar la fotografía ni convertirla en animación.
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