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ESPAÑOL
Fue en un viajé a Escocia en donde conocí a Pedro, me impactó su inocencia, un chico dulce. Solíamos hablar de la religión y la ciencia, disfrutaba aprender de él, y tenía mucha paciencia al compartirme sus conocimientos, pero no pensé que de una cita meditando en temas existenciales me convertiría en su esposa.
El hecho es que cuanto más se acercaba el día de la boda, más insegura me sentía. Intente no planear cada detalle del matrimonio, soy de las que prefieren las sorpresas y la adrenalina; todo mientras no tenga que ver con un enfrentamiento con mi suegra.
En efecto, ella me tenía preocupada, ya que nuestro primer encuentro fue un desastre, apenas se despidió. Resulta que mi suegra tomó la decisión de visitarme hace un año atras, entonces cuando nos vimos cara a cara, la reacción de ella fue peor de lo que esperaba, no respondió a mi saludo. Todos pasamos un momento incómodo. Sin embargo, Pedro en todo momento demostró su sinceridad y lealtad conmigo.
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Por eso me inquietaba saber que nuevamente tendría un encuentro con mi suegra. Era una persona difícil de manejar, mi querido Pedro ya me lo había advertido. Además, ella no ha visto bien que su hijo piloto se haya fijado en esta chica que solo sabe escribir novelas de las cuales han sido rechazadas miles de veces. De modo que ya me había hecho la idea de que no iba a ser un momento romántico. Lo único que tenía claro es que todos tienen problemas con la suegra y yo no podría ser la excepción, así que esto era mi consuelo.
Lo cierto es que cuando llegó el día de la boda, amaneció lloviendo, pero me levanté 2 horas más temprano de lo normal y lo primero que hice fue prepararme un café bien cargado y tuve que poner música de violín para relajarme un poco, los nervios me estaban matando. Mientras estaba dando vueltas en la sala tomé el teléfono e hice una llamada para asegurarme que la maquillista llegara temprano.
La maquilladora llegó a la hora acordada, me tranquilice. Noté su rostro amable y alegre, al acercarme a saludarle le pedí que por favor aplicara a mi rostro tonos pasteles y un peinado con ondas sueltas, ella me dijo: “tranquila haré que en todas tus fotos de la boda salgas hermosa. Solo te pido que por favor no vayas a llorar”. A lo que respondí: “no te puedo asegurar eso, en estas situaciones siempre pasa algo, el cura podría decidir no presentarse, la familia del esposo tiene tradiciones extrañas o tal vez mi amado llorara”. Mejor comienza antes que termine volviéndome loca. Le dije.
Esas horas parecían ser interminables, mis orejas estaban rojas y las ganas que tenía de orinar fueron más frecuente de lo normal.
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Después de tanta espera y con el tiempo que parecía transcurrir lento, ya estaba caminando hacia el altar, trate de ir despacio, no vaya a ser que me enrede con mi propio vestido y termine cayendo. También recordé lo que me dijo la maquillista, no te olvides de sonreír, así que fue lo que hice.
Luego vino el momento más decisivo del día, el cura me cedió el micrófono y empecé a decir: “yo Fernanda me entrego a ti Pedro como mi legítimo esposo, ¡Si acepto! Creo que lo dije al revés, eso fue mi culpa, debí practicar mejor el diálogo, como siempre las rutinas y procedimientos me entorpecía. Lo mejor de esa ceremonia fue cuando Pedro con los ojos aguados tomó mi mano y se arrodilló ante mí, y dijo: “te amo en esta y todas las realidades que existan, gracias por aceptar ser mi compañera de esta tormentosa vida”. Vaya que él sí tenía habilidad para ganarse la atención de la gente.
Quise salir corriendo después que terminaron las felicitaciones y abrazos, puesto que me encontraba cansada, los tacones apretaban mis dedos de los pies y el hambre se apoderó de mí, necesitaba ir al baño, pero no sabía a quién podía pedir ayuda con el vestido. Mi familia no pudo viajar y tampoco tenía amistades en esa ciudad. ¡Uff! Y a eso le agrego que el fotógrafo estaba capturando todo.
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Me paralicé nuevamente cuando vi que se acercaban mis suegros. Y me dijeron: “ahora eres parte de la familia querida hija, no haces el honor de acompañarnos a la ceremonia que tradicionalmente se hace a los recién casados”. Cuantas ceremonias más pensé. A lo que rápidamente fui con ellos. Comenzaron el ritual con exclamaciones que servían para ahuyentar espíritus malignos, no entendí nada de lo que hacían, pero fui complaciente con ellos, al parecer Pedro estaba tranquilo, así que yo también traté de relajarme.
Después nos dirigimos a un comedor enorme, rápidamente me puse feliz porque iba a calmar el hambre. Ahí estaba una torta de chocolate, se veía jugosa y cremosa. Lo que me sorprendió es que los demás no iban a comer, solo tenía que hacerlo yo, esto me sonó extraño. Mire a Pedro, él me dio la señal que lo hiciera, al dar el primer mordisco quería vomitar, era una torta de hígado de pollo. Al saber que tenía que comer hígado de pollo, hubiera preferido vivir en pecado toda mi vida.
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Si me preguntan que hice después de tan bochornoso momento, fue quedarme, me di cuenta de que en verdad amaba a Pedro. Al final si terminé llorando por la familia que me tocó. Él me pidió perdón por lo sucedido, yo le perdoné con la condición que se viniera a vivir conmigo a España y así fue.
La gente tiene tradiciones extrañas con respecto a las bodas, pero hice el sacrificio de acoplarme a ellos porque mi amor hacia Pedro es más fuerte. Ahora mi suegra no es mi mejor amiga, pero llevamos la fiesta en paz. Sé que tiene la ilusión de tener un nieto. A lo que le haré esperar siquiera por unos 10 años más. Esto no tiene nada que ver con que me haya obligado a comer una torta de hígado de pollo el día de mi boda.
ENGLISH
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It was on a trip to Scotland where I met Peter, I was struck by his innocence, a sweet boy. We used to talk about religion and science, I enjoyed learning from him, and he was very patient in sharing his knowledge with me, but I didn't think that from a date meditating on existential issues I would become his wife.
The fact is that the closer the wedding day approached, the more insecure I felt. I tried not to plan every detail of the marriage, I am one of those who prefer surprises and adrenaline; everything as long as it does not have to do with a confrontation with my mother-in-law.
In fact, she had me worried, since our first meeting was a disaster, she barely said goodbye. It turns out that my mother-in-law made the decision to visit me a year ago, so when we met face to face, her reaction was worse than I expected, she did not respond to my greeting. We all had an awkward moment. However, Pedro at all times demonstrated his sincerity and loyalty to me.
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That's why I was anxious to know that I would again have an encounter with my mother-in-law. She was a difficult person to handle, my dear Pedro had already warned me. Besides, she didn't like the fact that her pilot son had noticed this girl who only knows how to write novels that have been rejected thousands of times. So I had already made up my mind that it was not going to be a romantic moment. The only thing that was clear to me was that everyone has problems with the mother-in-law and I could not be the exception, so this was my consolation.
The truth is that when the day of the wedding arrived, it was raining, but I got up 2 hours earlier than usual and the first thing I did was to prepare a strong coffee and I had to play violin music to relax a little, the nerves were killing me. While I was pacing around the room I picked up the phone and made a call to make sure the makeup artist was early.
The makeup artist arrived at the appointed time, I was reassured. I noticed her friendly and cheerful face, as I approached to greet her I asked her to please apply pastel tones to my face and a loose wave hairstyle, she said, "Don't worry I will make you look beautiful in all your wedding pictures. I only ask you not to cry". To which I answered: "I can't assure you that, in these situations something always happens, the priest could decide not to show up, the husband's family has strange traditions or maybe my beloved will cry". Better start before I end up going crazy. I told her.
Those hours seemed to be endless, my ears were red and the urge to urinate was more frequent than usual.
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After so much waiting and with time seeming to pass slowly, I was walking down the aisle, I tried to go slowly, lest I get tangled in my own dress and end up falling. I also remembered what the makeup artist told me, don't forget to smile, so that's what I did.
Then came the most decisive moment of the day, the priest gave me the microphone and I started to say: "I Fernanda give myself to you Pedro as my lawful wedded husband, I accept! I think I said it backwards, that was my fault, I should have practiced the dialogue better, as always the routines and procedures hindered me. The best part of that ceremony was when Pedro with watery eyes took my hand and knelt before me, and said: "I love you in this and all the realities that exist, thank you for accepting to be my companion in this stormy life". Boy, did he have a knack for getting people's attention.
I wanted to run out after the congratulations and hugs were over, as I was tired, the heels were squeezing my toes and hunger took over, I needed to go to the bathroom, but I didn't know who I could ask for help with the dress. My family couldn't travel and I didn't have any friends in that city either, whew! And add to that the photographer was capturing it all.
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I froze again when I saw my in-laws approaching. And they told me: "now you are part of the family dear daughter, don't you do the honor of accompanying us to the ceremony that is traditionally done to the newlyweds". How many more ceremonies I thought. To which I quickly went with them. They began the ritual with exclamations that served to scare away evil spirits, I did not understand anything of what they were doing, but I was complacent with them, apparently Pedro was calm, so I also tried to relax.
Then we headed to a huge dining room, I quickly became happy because I was going to calm my hunger. There was a chocolate cake, it looked juicy and creamy. What surprised me was that the others were not going to eat, I was the only one who had to eat, this sounded strange to me. I looked at Pedro, he gave me the signal to do it, when I took the first bite I wanted to vomit, it was a chicken liver cake. Knowing that I had to eat chicken liver, I would have preferred to live in sin all my life.
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If you ask me what I did after such an embarrassing moment, I stayed, I realized that I really loved Pedro, and in the end I did end up crying because of the family I had. In the end I ended up crying because of the family I had to deal with. He asked me for forgiveness for what happened, I forgave him on the condition that he would come to live with me in Spain and that's how it was.
People have strange traditions regarding weddings, but I made the sacrifice of adapting to them because my love for Pedro is stronger. Now my mother-in-law is not my best friend, but we carry on the party in peace. I know she is looking forward to having a grandchild. To which I will make her wait even for another 10 years or so. This has nothing to do with her forcing me to eat a chicken liver cake on my wedding day.
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