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Hace muchos años, en una aldea de Brasil, vivía una familia muy pobre. La madre trabajaba en una fábrica de lácteos y el padre era agricultor. La familia tenía dos hijos: una niña y un niño. El niño era el mayor y se llamaba Juan. Un niño inteligente que se esforzaba mucho en la escuela. Su familia no tenía dinero para comprarle ropa y zapatos nuevos, así que Juan se iba a la escuela con ropa vieja y zapatos rotos.
Un día, Juan se enteró de que iba a haber una competición de matemáticas en su escuela. Estaba muy emocionado, ya que era muy bueno en las matemáticas. Sin embargo, no tenía dinero para comprarse un traje de competición. Juan se puso a llorar, pensando que su condición económica nunca le permitiría participar en la competición y mucho menos cumplir sus sueños que tenía de grande.
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Se encerró en su cuarto y en medio del llanto vio que debajo de su cama estaba un retrato de su mamá y al quitar este cuadro pudo notar que había una puerta secreta. Tuvo curiosidad y decidió entrar. Al bajar las escaleras llegó a un cuarto oscuro y lleno de polvo. El lugar estaba lleno de cosas antiguas como ropa, libros y herramientas de trabajo, pero hubo algo en particular que le llamó la atención por una luz y brillo que emanaba. El muchacho al acercarse saltó de la alegría al ver que era un cofre con joyas y perlas preciosas.
En ese instante Juan pensó que con eso podría comprar el traje para su competición. Así que salió de su casa en dirección a la ciudad. A escondidas de sus padres. Algunas personas del pueblo le ayudaron a llegar a la tienda de joyas. El dueño de la tienda, al notar que Juan estaba solo, vestido con ropa muy humilde y vieja, decidió estafarle, apenas le dio dos monedas. Juan no quiso aceptar esas monedas, por lo que pidió que le devolviera su cofre, pero el dueño de la joyería lo sacó a golpes.
Juan se entristeció aún más de lo que estaba al ver que destruyeron su sueño y toda la ilusión de poder participar en la competición. De camino a casa, mientras caminaba con lágrimas en sus ojos, se preguntaba, ¿Por qué ser pobre hace que te pasen cosas muy malas? Juan al llegar a casa contó lo sucedido a sus padres. De pronto su padre al escuchar la noticia comenzó a sentir un dolor fuerte en el pecho. Su madre le explicó a Juan que aquel cofre que estaba escondido era lo único seguro que tenía la familia en caso de que ellos fallecieran o si los problemas económicos llegarán al límite.
Después de una semana la familia tuvo otro golpe. La cosecha que tenía sembrado el padre se perdió por las heladas del clima. Ante lo sucedido, Juan, le pidió perdón a su padre. Pero este le dijo que no se sintiera culpable, más bien que él lo perdonará por darle una vida de pobreza. Juan prometió que él se haría cargo de la familia cuando crezca. El padre de Juan murió.
Todos se abrazaron y juntos superaron este duelo. Juan dejó ir las ganas que tenía de participar en la competición. Su madre, al ver la tristeza y madurez de su hijo mayor; le prometió que iba a buscar dinero para que pudiera comprarse un traje de competición. La madre se fue a la ciudad llevando las frutas y verduras de su cosecha. Con el dinero que ganó en sus ventas, compró el traje de competición para Juan. Juan se preparó para el concurso y ganó el primer premio. Un premio que le dio reconocimiento para obtener una beca en las mejores instituciones educativas.
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Esta historia corta representa lo importante que es tomar una actitud positiva ante los problemas. A veces nos apresuramos a tomar decisiones en los momentos de desesperación, haciendo que nos equivoquemos como en el caso de Juan, nuestro protagonista. Por ende, la moraleja del día de hoy es: Los mejores resultados salen cuando no se fuerzan las cosas.
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Many years ago, in a village in Brazil, there lived a very poor family. The mother worked in a dairy factory and the father was a farmer. The family had two children: a girl and a boy. The boy was the oldest and his name was Juan. He was an intelligent boy who worked hard in school. His family didn't have money to buy him new clothes and shoes, so Juan went to school in old clothes and torn shoes.
One day, Juan heard that there was going to be a math competition at his school. He was very excited, as he was very good at math. However, he had no money to buy a competition suit. Juan began to cry, thinking that his economic condition would never allow him to participate in the competition, let alone fulfill his dreams he had as a grown-up.
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She locked herself in her room and in the middle of crying she saw that under her bed was a portrait of her mother and when she removed the picture she noticed that there was a secret door. She was curious and decided to enter. As she went down the stairs she came to a dark and dusty room. The place was full of old things like clothes, books and work tools, but there was something in particular that caught his attention because of a light and glow emanating from it. The boy jumped with joy when he saw that it was a chest with jewels and precious pearls.
At that moment Juan thought that with that he could buy the suit for his competition. So he left his house in the direction of the city. Hiding from his parents. Some people from the town helped him to get to the jewelry store. The owner of the store, noticing that Juan was alone, dressed in very humble and old clothes, decided to swindle him, he barely gave him two coins. Juan did not want to accept those coins, so he asked for his chest back, but the jewelry store owner beat him out.
Juan was even more saddened than he was to see his dream and all the illusion of being able to participate in the competition destroyed. On his way home, as he walked with tears in his eyes, he asked himself, "Why is it that being poor makes bad things happen to you? Juan told his parents what had happened when he got home. Suddenly his father, upon hearing the news, began to feel a sharp pain in his chest. His mother explained to Juan that the hidden chest was the only insurance the family had in case they died or if the economic problems reached their limit.
After a week the family had another blow. The harvest that the father had planted was lost due to the freezing weather. Juan asked his father for forgiveness. But his father told him not to feel guilty, but rather that he would forgive him for giving him a life of poverty. Juan promised that he would take care of the family when he grew up. Juan's father died.
They all embraced and together they got through this grief. Juan let go of his desire to participate in the competition. His mother, seeing the sadness and maturity of her eldest son; promised him that she would find money so he could buy a competition suit. The mother went to the city carrying fruits and vegetables from her harvest. With the money she earned from her sales, she bought the competition suit for Juan. Juan prepared for the competition and won first prize. A prize that gave him recognition to obtain a scholarship in the best educational institutions.
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This short story represents how important it is to take a positive attitude towards problems. Sometimes we rush to make decisions in moments of desperation, causing us to make mistakes as in the case of Juan, our protagonist. Therefore, today's moral of the day is: The best results come when you don't force things.