Saludos apreciados lectores hoy doy vida y amor a mi blog 💖 a través de un tema que desde hace rato siento debo escribir y expresar por lo que me he sentido afectada, y es respecto a la dinámica de mi tiempo con el de otros. Por ser esta comunidad una ventana para expresarnos de lo lindo acudo para dejar este escrito catártico.
En lo personal soy un ser puntual y responsable cuando se trata de asistir a alguna actividad bien sea encuentros con otros o por algo en particular. Cuando se trata de citas y eventualidades mi actitud por lo general es llegar unos minutos antes o justamente a la hora, con esto evito perderme de detalles o confusiones, si es para alguna actividad donde he sido invitada a participar y veo que los tiempos no me dan, no me comprometo, y cuando se trata de encuentros acordados con personas lo que me impulsa a llegar puntual es el compromiso y respeto a nuestro tiempo.
Este tema de puntualidad lo asumí con mucha entereza desde niña, con gracia y amor mi madre me enseñó a llevar el tiempo tanto en reloj digital como de manecilla y eso me sirvió de mucho para cumplir con mis deberes tanto en la escuela como en el liceo donde el tema de la puntualidad ya era más riguroso. En la medida que fui interactuando entre mis contemporáneos y dándome cuenta de lo importante que era para mí el tiempo por las responsabilidades, la impuntualidad de parte de otros empezó a causarme malestar.
Y ante este flagelo por aquellas circunstancias del destino siempre me he topado con persona que incurren en la actitud de la impuntualidad bien sea dentro de mis equipos de trabajo, o con algunos familiares y amistades. Me he dado cuenta que varios de ellos se llenan de muchas actividades que los llevan a comportarse como procrastinadores, cuando se trata de encuentros al llegar tarde no les digo nada pero mi rostro y cuerpo hablan ante esas situaciones, que luego se me pasa escuchando las justificaciones al fin de cuentas siempre se cumplen los objetivos de los encuentros.
Entre los míos estoy segura no es intencional incurrir en esa actitud, creo son personas que solo tienen conciencia que es de día o de noche pero atender el reloj no es algo de gran relevancia o prioridad, ante sus impuntualidades me hacen notificaciones previas por el teléfono y ofrecen disculpas, mientras otros solo esperan el encuentro y me han dicho: ¡Ay no niña relájate tomate un té!, y con frecuencia suele suceder esa magia en mí dejándolo pasar, pero algunas veces me ha quedado la sensación de que mi tiempo fue irrespetado considerándolo como algo desagradable.
Desde mi concepción la afectividad no es solo aquella actitud dulce, tierna y hedónica, para mí la afectividad también está centrada en la energía que se mueve para dedicarle al otro, y creo que está muy relacionada al lugar que le damos en nuestras vidas, es aquella presencia activa que demuestra “aquí estoy”, es aquella acción que ofrece la palabra justa y agradable en el momento indicado, son las expresiones verbales y corporales que ofrecen reconocimiento, seguridad y respeto, incluso recociendo y aceptando nuestros ritmos y tiempos.
Viéndome dentro de esta concepción y por todas las cosas que he pasado respecto a los ritmos y tiempos con los demás, entre citas fallidas, esperas de cuatro horas, aplazamientos. Gracias a esto, entre otras cosas, he tenido que trabajar mucho mi capacidad de ser paciente, percibiendo y aceptando que todos poseemos un ritmo diferente para llevar la vida, y es imposible e inaudito poder controlar.
Entonces al tener estas experiencias y concepción, por mi salud mental me he dado a la tarea incluso de bajar un poco mi propio ritmo para evitarme angustias, por ejemplo, cuando se trata de citas encantadoras con seres procrastinadores, pues como conozco su ritmo ser y hacer, me he creado mis propias estrategias para convivir y sentirme a gusto con ellos, entonces procuro salir justo a la hora o poco después teniendo en cuenta que el otro quizá llegará proporcionalmente al mismo tiempo que yo, o simplemente y con toda sinceridad notifico que no asisto y así evito pasar malos ratos.
Existen muchos refranes que de algún modo son un bálsamo ante están acciones y en ocasiones no queda más que aceptarla para estar en paz y mirar lo positivo de las situaciones: El tiempo de Dios es perfecto | No hay mal que por bien no venga | Si no ocurrió… era porque así tenía que ser
Greetings dear readers, today I give life and love to to my blog 💖 through a topic that for some time I feel I must write and express what I have been affected by, and it is regarding the dynamics of my time with that of others. As this community is a window to express ourselves in a beautiful way, I come to leave this cathartic writing.
Personally, I am a punctual and responsible person when it comes to attending an activity, whether it is a meeting with others or for something in particular. When it comes to appointments and eventualities my attitude is usually to arrive a few minutes early or precisely on time, with this I avoid missing details or confusion, if it is for an activity where I have been invited to participate and I see that the times do not give me, I do not commit myself, and when it comes to meetings agreed with people what drives me to be punctual is the commitment and respect for our time.
I assumed this issue of punctuality with much fortitude since I was a child, with grace and love my mother taught me to keep time both in digital clock and hand and that helped me a lot to fulfill my duties both in school and in high school where the issue of punctuality was already more rigorous. As I was interacting with my contemporaries and realizing how important time was for me because of my responsibilities, the unpunctuality of others began to cause me discomfort.
And in the face of this scourge by those circumstances of destiny I have always come across people who incur in the attitude of unpunctuality either within my work teams, or with some family and friends. I have noticed that several of them are filled with many activities that lead them to behave as procrastinators, when it comes to meetings when they are late I do not say anything but my face and body speak to these situations, then I spend listening to them with excuses and after all the objectives of the meetings are always met.
Among mine I am sure it is not intentional to incur in that attitude, I think they are people who are only aware that it is day or night but attending the clock is not something of great relevance or priority, before their unpunctuality they make me previous notifications by phone and offer apologies, while others just wait for the meeting and have told me: Oh no girl relax, have a tea!, and often that magic usually happens in me letting it pass, but sometimes I have the feeling that my time was disrespected considering it as something unpleasant.
From my point of view, affectivity is not only that sweet, tender and hedonic attitude, for me affectivity is also centered in the energy that moves to dedicate to the other, and I think it is closely related to the place we give it in our lives, is that active presence that shows "here I am", is that action that offers the right and pleasant word at the right time, are the verbal and body expressions that offer recognition, security and respect, even recognizing and accepting our rhythms and times.
Seeing myself within this conception and for all the things I have gone through regarding rhythms and times with others, between failed appointments, four-hour waits, postponements. Thanks to this, among other things, I have had to work a lot on my ability to be patient, perceiving and accepting that we all have a different rhythm to lead life, and it is impossible and unheard of to be able to control.
So having these experiences and conception, for my mental health I have even given myself the task of lowering my own pace a little to avoid anguish, for example, when it comes to lovely appointments with procrastinators beings, as I know their rhythm of being and doing, I have created my own strategies to coexist and feel comfortable with them, then I try to leave right on time or shortly after taking into account that the other may arrive proportionally at the same time as me, or simply and with all sincerity I notify that I do not attend and thus avoid having a bad time.
There are many sayings that in some way are a balm to these actions and sometimes there is nothing left but to accept it to be at peace and look at the positive side of situations: *God's timing is perfect | There is no evil for good | If it didn't happen... it was because it had to be that way.