One thing that is crucial for every business-minded person is the ability to manage relationships in business. It is one of the things that is necessary for business growth.
Some business owners tend to despise or give no attention to people who buy petty things or get less service from them. They always think that people who buy in small quantities or those who do not usually pay well for a commodity or service are inconsequential to their business. The truth remains that, a customer, no matter their input in our businesses are indispensable for business growth. This is the truth that we need to come to terms with.
I remember going to a shop near my place of residence one morning to buy something, and I went there to buy what I needed with second to the lowest denomination of my country’s currency. When I told the owner of the shop what I wanted to buy, she sternly told me that she was not going to sell for me. At first, I was disturbed and was also thinking, trying to find out what my offence could have been. When I pressed on and asked her why, she told me about the odd believe she was espoused to in business.
Her belief was that, if the first person that comes to her shop to buy something once she opens is with either the lowest or second to the lowest denomination of currency, she was not going to sell to that person because others who will come to buy from her for the rest of the day will also come to buy little things with the least denomination of currency. She sounded so superstitious. Well, I did not wait even for a second when I heard those words from her mouth, and that was the last time I ever set my foot on that place. And I will never go there again.
Many things came into my mind after that encounter. Why do people keep rules that will not allow them make progress in business? And, why will someone open a shop to be selling to people who come to buy only with the highest denomination of currency, why did they in the first place stack their shops with goods petty goods that can only be bought with lower denominations of currency. In business, we must learn to relate well with everyone, regardless of their level of patronage because those customers who patronize us by only buying little things from us or always getting the least of our services can become key people who make our businesses to flourish.
There is also a client I have in my painting work. Though he is someone who is rich and is expected to pay me so well for my services, his pay is not always favourable to me, and many times he has given me contracts that I did not earn so much from them. I know I should not cut off my business tie with him because I am hopeful that I will get to work for others who are going to pay me well subsequently based on his recommendation, as far as I am competent in what I am doing.
Ultimately, in business, we have to treasure our relationship with people and even the level at which they patronize us, no matter how small we consider it to be. The best recommendation that will earn us a good fortune can come from a client you least expected.
ESPANOL
Una cosa que es crucial para cualquier persona con mentalidad empresarial es la capacidad de gestionar las relaciones en los negocios. Es una de las cosas que es necesaria para el crecimiento empresarial.
Algunos dueños de negocios tienden a despreciar o no prestar atención a las personas que compran cosas insignificantes o reciben un servicio menor de ellos. Siempre piensan que las personas que compran en pequeñas cantidades o aquellas que no suelen pagar bien por un producto o servicio son intrascendentes para su negocio. La verdad es que, sin importar su aporte a nuestros negocios, un cliente es indispensable para el crecimiento empresarial. Esta es la verdad que debemos aceptar.
Recuerdo que una mañana fui a una tienda cerca de mi lugar de residencia para comprar algo, y fui allí para comprar lo que necesitaba con la segunda denominación más baja de la moneda de mi país. Cuando le dije a la dueña de la tienda lo que quería comprar, me dijo con severidad que no iba a vender por mí. Al principio, me sentí perturbado y también pensé, tratando de averiguar cuál podría haber sido mi delito. Cuando insistí y le pregunté por qué, me contó la extraña creencia que tenía en los negocios.
Su creencia era que, si la primera persona que viene a su tienda a comprar algo una vez que abre tiene la denominación de moneda más baja o la segunda más baja, no le vendería a esa persona porque otras que vendrán a comprarle durante el resto del día también vendrán a comprar pequeñas cosas con la denominación de moneda más baja. Sonaba tan supersticiosa. Bueno, no esperé ni un segundo cuando escuché esas palabras de su boca, y esa fue la última vez que puse un pie en ese lugar. Y nunca volveré allí.
Muchas cosas vinieron a mi mente después de ese encuentro. ¿Por qué las personas mantienen reglas que no les permiten progresar en los negocios? Y, ¿por qué alguien abriría una tienda para venderle a personas que vienen a comprar solo con la denominación de moneda más alta? ¿Por qué en primer lugar llenaron sus tiendas con productos pequeños que solo se pueden comprar con denominaciones de moneda más bajas?
En los negocios, debemos aprender a relacionarnos bien con todos, independientemente de su nivel de patrocinio, porque aquellos clientes que nos patrocinan comprándonos solo pequeñas cosas o recibiendo siempre lo mínimo de nuestros servicios pueden convertirse en personas clave que hagan que nuestros negocios prosperen.
También tengo un cliente en mi trabajo de pintura. Aunque es alguien rico y se espera que me pague muy bien por mis servicios, su salario no siempre me resulta favorable, y muchas veces me ha dado contratos por los que no he ganado mucho. Sé que no debo cortar mi vínculo comercial con él porque tengo la esperanza de poder trabajar para otros que me paguen bien posteriormente en función de su recomendación, en la medida en que sea competente en lo que hago.
En última instancia, en los negocios, tenemos que valorar nuestra relación con las personas e incluso el nivel en el que nos patrocinan, sin importar lo pequeño que consideremos que sea. La mejor recomendación que nos hará ganar una buena fortuna puede venir de un cliente que menos esperábamos.
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