Pimbeleana ha llegado tarde, pero se logra subir a una de las gradas e intenta dar saltitos para ver aunque sea un ápice de los integrantes de B45. Se desliza hacia el lado menos concurrido y mira a unas chicas colándose en el backstage; se lo piensa bien antes de tomar ese camino, después de todo su grupo favorito estaba cantando "De vuelta al cielo", la canción de su vida.

Entre empujones y gritos, logra acceder a un lugar donde puede tener una mejor vista. Entonces lo ve: Paco menea su melena al ritmo de la guitarra de Roko, las melodías salen de su boca como viento que sopla, mientras decenas de personas corean las estrofas con locura. El mismo par de chicas que había atisbado antes, ahora salían del backstage con varios guardias de seguridad —"menuda tontería"— piensa Pimbeleana, mientras sigue la escena desde lejos.

Un compás de luces le avisaban que había terminado aquella canción y ella se siente frustrada por no haber disfrutado al 100% de ella. Paco hacía un gesto como si se fuera a sentar, sin embargo, vuelve al micrófono y comienza los acordes de Tú si eres, otra de sus canciones. Paco era su integrante favorito de B45, flaco, alto y con grandes problemas de drogas, él era quien más fans tenía.

Su melena hacía juego con sus intensos ojos y su personalidad, contrastaba con la magia que se sentía encima del escenario. Más circunspecto de lo esperado, Paco era una persona bastante tímida, aunque no lo pareciera. Poco estaba por saber Pimbeleana de aquel dato, a ella le atraía lo que veía en las portadas de las revistas y lo que decían de en los programas del corazón.

Pocos conocen a la persona detrás de la estrella; pocos sabían de lo roto que estaba Paco por dentro, de su soledad y sus problemas con el alcohol y las drogas. Tampoco saben que esa misma noche se ha colado de opioides, se siente tan vacío que piensa en él como algo sin sentido, aunque le sonríe al mundo como si todo fuera parte de una obra de teatro. Todo era falso en su mundo, hasta su carrera.

El corazón de Pimbeleana se detiene un poco, mientras la mirada de Paco y la suya se cruzan por una milésima de segundo. Para ella fue que más que una cuestión de lapsos, su tiempo se había detenido en aquel momento. Paco siente la canción tanto como sus fans, pero para Pimbeleana esa canción es para ella. Él canta esas letras para sí mismo "Tú si eres, lo bueno que te dicen".

Todos los asistentes cantaban las letras y se movían al ritmo que les imponía B45, pero algo estaba mal. Un médico salió de la parte trasera del escenario y de repente Paco se abalanzó sobre él, Pimbeleana teniendo una mejor vista del Backstage, fue testigo de este hecho y se apresuró a colarse cerciorándose de que no la vieran entrar, tras bastidores. Mientras tanto, los demás integrantes de la banda seguían tocando Tú si eres sin saber lo que pasaba.

A Paco lo llevaron a la parte trasera del Pub. Este parecía estar desorientado y balbuceaba sandeces. Su mánager se apresuraba a llevarlo a un hospital, mientras el médico lo atendía. Pimbeleana logró acceder a esta zona y rápidamente llamó a emergencias, pero de un instante a otro Paco, cayó al suelo y se desvaneció en un silencio que duraría la eternidad.

Un paro respiratorio le quitaría la vida, ni siquiera la llegada de emergencias al lugar lo libraría de la muerte. Pimbeleana, no sabía que hacer mientras se llevaban a su ídolo en una camilla. Un gran alborotó se armaba adentro, cuando los demás integrantes de B45 se dieron cuenta y anunciaron la cancelación del resto del concierto, se marchaban mientras pedían a todos los presentes que pidieran por la recuperación de su vocalista.

El médico subió con Paco a la ambulancia y su mánager los siguió en su coche. Aturdida Pimbeleana se tomó una foto de su ídolo agonizando, compartiéndola con sus casi 1000 seguidores en Twitter. La noticia se esparció como pólvora y antes de la media noche, las palabras que nadie esperaba escuchar se difundieron más rápido que el tuit de su más grande fan: "Paco Strosser, el vocalista de B45, acaba de fallecer víctima de una sobredosis de opioides".

Timbeleana, se quedó en shock en medio de la muchedumbre y no lograba comprender el peso de aquella noticia. Todos estaban llorando a su alrededor. Ella solo quiere fundirse en sus auriculares y comenzar una nueva ronda de "De vuelta al cielo", aunque ahora era su estrella la que se devolvía al firmamento donde descansan los grandes. Una última lágrima recorrió su rostro, su gran amor platónico, había muerto a los 27 años. La vida seguiría para ella y su efímero cruce de miradas con Paco, quedaría en el recuerdo.