Nuestros hijos, lo son todo. Como padres procuramos garantizarles una vida plena de oportunidades, alegrías y bienestar. El sueño de todo padre o madre que se digne de serlo, es que sus hijos gocen de la mayor felicidad posible. Es así como en busca de ese idílico sueño de porvenir promisorio, tomamos decisiones difíciles, dolorosas, y de gran impacto emocional en la vida familiar. Emigrar, es una de esas tantas decisiones complejas.
Son muchos los motivos que se ponen sobre la mesa antes de considerar la posibilidad de abandonar de la noche a la mañana aquello que fue un refugio seguro toda la vida. No se trata solo de abandonar tu país, tu cultura, tu idioma, tus raíces; es también, despedirte sin fecha cierta del que fue tu hogar, de tu familia, tus amigos…de todo. En un abrir y cerrar de ojos, dejas atrás todo aquello que sentías tuyo, y a lo que tú sentías pertenecer.
Es cierto que ante una decisión de ese calibre a los padres nos guía la buena intención y los mejores deseos. Son noches enteras desvelados, cuestionándonos si esa será la decisión correcta…y entonces, pensando en ellos y amparándonos en la buena voluntad, decidimos por ellos.
! [ENGLISH VERSION]
Our children, they are everything. As parents, we want to ensure that they have a life full of opportunities, joy, and well-being. The dream of any father or mother who deigns to be a parent is that their children enjoy the greatest possible happiness. Thus, in search of that idyllic dream of a promising future, we make difficult and painful decisions that have a great emotional impact on family life. Emigrating is one of those many complex decisions.
There are many reasons that are put on the table before considering the possibility of leaving overnight what was a safe haven all your life. It is not only about leaving your country, your culture, your language, your origins; it is also about saying goodbye to what was once your home, your family, your friends...everything. In the blink of an eye, you leave behind everything that you felt was yours, and to which you felt you belonged.
It is true that when faced with a decision of this caliber, parents are guided by good intentions and best wishes. We stay up all night, questioning ourselves if this is the right decision...and then, thinking of them, of our children, and with goodwill, we decide for them.
Un día despiertan en una habitación que no es la suya, en un entorno que no les es familiar, rodeados de personas que no conocen, con un acento distinto al suyo, con una cultura diferente. Sería distinto si solo fuesen vacaciones, pero no, no son vacaciones, es su nueva vida, una que como padres elegimos para ellos. En ese nuevo despertar, ya sus compañeros de clases no son los mismos, tampoco los profesores a los que ya le tenían cariño. Ya las cosas no se llaman igual, ni nada se parece…ahora todo es nuevo, distinto, ajeno.
Y allí estamos nosotros, con los mismos miedos que ellos, tal vez muchos más, pero procurando mostrarnos confiados y seguros. Intentando calmar su ansiedad desde el discurso de que todo estará bien y que lo hacemos pensando en un mejor futuro para ellos. Detrás de una sonrisa nerviosa, tragamos saliva para convencernos a nosotros mismos que así será, y nos repetimos una y otra vez que la nostalgia es el precio a pagar a cambio de una mejor calidad de vida para todos, pero sobre todo, para ellos.
! [ENGLISH VERSION]
One day they wake up in a room that is not their own, in an unfamiliar environment, surrounded by people they don't know, with a different accent than their own, with a different culture. It would be different if it were just a vacation, but no, it's not a vacation, it's their new life, a life that we as parents chose for them. In that new awakening, their classmates are no longer the same, nor are the teachers the ones they are so fond of. Things are not called the same, nor is anything the same.... now everything is new, different, and alien.
And there we are, with the same fears as them, perhaps many more, but trying to appear confident and secure. Trying to calm their anxiety with the discourse that everything will be fine and that we do it thinking of a better future for them. Behind a nervous smile, we swallow saliva to convince ourselves that it will be so, and we repeat over and over again that nostalgia is the price to pay in exchange for a better quality of life for all, but above all, for them.
Pasan los días y los vemos sonrientes, disfrutando una tranquilidad que les había sido arrebatada en su país de origen, encaminados en su nueva normalidad, afrontando el proceso de adaptación con más entereza que nosotros mismos, pero con la memoria viva y la emoción vibrante que produce la transición.
Cada noche, cada mañana, a cada rato, papá y mamá se miran fijamente a los ojos sin decir ni una sola palabra, solo buscando en el otro un gesto de aprobación que confirme que ha sido la mejor decisión…y continuamos. De vez en cuando, la nostalgia toca incesante la puerta, pasa y se instala. Se siente un vacío inmenso que oprime el pecho, y sin querer, las lágrimas se asoman nublando la vista. Una vez más, nos repetimos sin cesar: “el tiempo juzgará nuestras decisiones… ha sido por ellos y para ellos”.
Queridos hijos:
Estamos conscientes que no es un proceso fácil, no pretendemos que hagan borrón y cuenta nueva. Está bien llorar, está bien drenar su frustración, no queremos que escondan sus sentimientos solo por satisfacer nuestros deseos. Sabemos que hay miedos e inseguridades, añoranzas y melancolía; pero será nuestro norte cada día, cada hora, cada minuto, transformar esas emociones en alegrías, confianza, optimismo, serenidad y esperanzas. Este camino lo recorreremos juntos mis niños, siempre juntos.
! [ENGLISH VERSION]
Days go by and we see them smiling, enjoying the tranquility that had been taken away from them in their country of origin, on their way to their new normality, facing the process of adaptation with more fortitude than we do, but with the live memory and the vibrant emotion that the transition produces.
Every night, every morning, every now and then, mom and dad stare into each other's eyes without saying a single word, just looking for an approving gesture from the other to confirm that it was the best decision...and we continue. From time to time, nostalgia knocks incessantly at the door, passes by, and settles in. We feel an immense emptiness that oppresses our chest, and unintentionally, tears appear, blurring our vision. Once again, we repeat to ourselves incessantly: "time will judge our decisions... it has been for them and for them".
**Dear children:
We are aware that this is not an easy process, and we do not expect you to wipe the slate clean. It is okay to cry, it is okay to drain your frustration, we do not want you to hide your feelings just to satisfy our desires. We know you have fears and insecurities, longings, and melancholy; but it will be our goal every day, every hour, every minute, to transform those emotions into joy, confidence, optimism, serenity, and hope. We will travel this road together, my children, always together****.
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