Numerosas culturas antiguas tienen algún tipo de ritual para invocar que los cielos se abran y el agua caiga sobre la tierra.
Es curioso comprobar que ninguna haya pensado que también deberían tener una contraparte, algo así como un freno de mano, una especie de danza del paraguas o de la seca, no se, pónganle el nombre que quieran, pero tengan un método de seguridad para que cuando se les hubiera ido la mano con los movimientos y los pases mágicos, el agua caiga a baldazos y las tierras se inunden hasta el punto de quedar inservibles por un tiempo, se pueda vislumbrar el desastre y decir: "pará macho, te pasaste de galleta".
Debemos contemplar que algunas tribus aprovechan la ocasión y ya que tienen que bailar para atraer la lluvia, tratan de limpiar su terruño de los malos espíritus, siempre obtener dos por uno es buen negocio y en ocasiones una ganga cuando se pueden desprender de algún indeseable que siempre anda rondando los lugares que estos pueblos originarios suelen utilizar.
Quizás algo de esto ocurrió en la tarde de ayer y algún brujo terrateniente y falto de humedad en sus campos invocó el agua y se pasó de invocador; un amigo de esos que nunca faltan, que conoce en profundidad los entresijos del deporte, me comentó que el brujo en cuestión comió demasiadas barras de energía para suplir la falta de ejercicio. Quizás necesita una @viviana.fitness para que lo entrene un poco, sin embargo, ya es tarde, el partido se jugó en un campo inundado, más apto para sembrar arroz que para ser utilizado en un encuentro por las eliminatorias para el próximo mundial.
Parecía poca cosa para tanta agua ver como con 4 rodillos se quitaba el exceso del líquido elemento de la superficie del campo de juego, si hubiera estado @palabras1 por allí, seguramente abría colgado algunos de ellos de su bicicleta y en un rato habría secado mucho más que los pobres auxiliares que intentaban sin conseguirlo, que el campo presentara una condición aceptable.
El árbitro parecía tener más ganas de irse a su casa que de dar el pitazo inicial, pero obligaciones son obligaciones. Y entonces el partido comenzó, era extraño ver de qué manera los protagonistas trataban de adecuarse a un terreno que se empeñaba en detener cualquier intento de jugar por lo bajo, como normalmente lo hacen estos dos equipos, ambas escuadras pretenden tratar bien la pelota, avanzar con pases precisos y hacer circular el juego intentando encontrar los huecos para profundizar y crear peligro. Nada de eso era posible de lograr, se imponían los pelotazos y así se jugó o mejor dicho se conformó una parodia de juego.
Aunque fue rápido, en el gol de Argentina se pudo retratar la gran ayuda que tuvo el equipo campeón del mundo, alguien consiguió un bote y así fue más fácil acercarse al arco rival, viveza criolla le decimos por aquí, "trampa" gritaron desde la tribuna, no hubo nada que hacer, las lentes de las cámaras de VAR estaban sucias o empañadas. Siga, siga, fueron las palabras que salieron de los labios del encargado de impartir justicia, son las que los árbitros más utilizan cuando se quieren hacer los distraídos, 1 a 0 y a llorar al campito de la vuelta.
En algún momento me pareció ver un pez saltar fuera del agua en busca de un insecto para alimentarse y en un avance de la Vinotinto, el mismo fue detenido de la mejor manera por un charco de agua al que los albiazules apodaron a partir de allí "laguna negra" ya que no se podía ver el fondo, si hasta Leandro Paredes pisó el borde de ese estanque y se enterró hasta las rodillas.
El empate de los locales pareció lícito, aunque nunca se sabe, algunos son tan ingeniosos que hasta fuman debajo del agua. VAR ya no había, todos los equipos estaban resguardados por las inclemencias del tiempo, son costosos y la humedad ya sabemos es un enemigo mortal para la electrónica.
Finalmente, y por suerte terminó pronto, fue empate y todos contentos o conformes que para el caso es lo mismo, los equipos partieron rápidamente para el vestuario, para secarse e irse del infierno acuoso, no fue necesaria la ducha.
The rain dance
Many ancient cultures have some kind of ritual to invoke the heavens to open and rain to fall on the earth.
It is curious to see that none of them have thought that they should also have a counterpart, something like a handbrake, a kind of umbrella dance, or a dry dance, you can't call it what you want, but they have a safety method so that when they have gone overboard with the movements and the magic passes, the waterfalls in buckets and the land is flooded to the point of being useless for a while, you can glimpse the disaster and say: "Stop, man, you've gone too far."
We must consider that some tribes take advantage of the occasion and since they have to dance to attract rain, they try to cleanse their land of evil spirits, always getting two for one is good business and sometimes a bargain when they can get rid of some undesirable that is always hanging around the places that these native peoples usually use.
Maybe something like this happened yesterday afternoon and some landowner witch who lacked moisture in his fields invoked water and went overboard with the invocation; a friend of those who are never missing, who knows in depth the ins and outs of the sport, told me that the witch in question ate too many energy bars to make up for the lack of exercise. Maybe he needs a @viviana.fitness to train him a little, however, it is already late, the game was played on a flooded field, more suitable for planting rice than for being used in a qualifying match for the next World Cup.
It seemed like a small thing for so much water to see how with 4 rollers the excess of the liquid element was removed from the surface of the playing field, if @palabras1 had been there, he would surely have hung some of them from his bicycle and in a while it would have dried much more than the poor assistants who tried without success to get the field into an acceptable condition.
The referee seemed more eager to go home than to blow the whistle, but obligations are obligations. And then the match began, it was strange to see how the protagonists tried to adapt to a terrain that insisted on stopping any attempt to play low, as these two teams normally do, both teams try to treat the ball well, advance with precise passes and circulate the game trying to find the gaps to go deep and create danger. None of that was possible to achieve, the long balls prevailed and that's how the game was played, or rather a parody of a game was formed.
Although it was fast, in Argentina's goal, it was possible to portray the great help that the world champion team had. Someone got a boat, and thus, it was easier to get close to the rival goal. Local cleverness, we call it here. " Cheating," they shouted from the stands. There was nothing to do; the lenses of the VAR cameras were dirty or fogged up. Go on, go on, were the words that came from the lips of the person in charge of dispensing justice, they are the ones that referees most often use when they want to act distracted, 1-0 and cry on the pitch for the return match.
At one point, I thought I saw a fish jump out of the water in search of an insect to feed on. In an advance by the Vinotinto, it was stopped in the best way by a puddle of water that the white and blue team nicknamed "black lagoon" since you couldn't see the bottom. Even Leandro Paredes stepped on the edge of that pond and buried himself up to his knees.
The home team's draw seemed legitimate, although you never know, some are so clever that they even smoke underwater. There was no VAR anymore, and all the teams were sheltered from the inclement weather, they are expensive and we already know that humidity is a mortal enemy for electronics.
Finally, and luckily, it ended soon, it was a draw, and everyone was happy or satisfied, which in this case is the same. The teams quickly left for the locker room to dry off and leave the watery hell; a shower was not necessary.
Héctor Gugliermo
@hosgug